Álava se está labrando un merecido espacio en la industria del emprendimiento digital. La startup Chubby Apps, creada por Asier G. Morato y Patricia Bedoya, es un claro ejemplo de que el Territorio cuenta con emprendedores valientes con proyectos de lo más útiles.

Son los fundadores de una empresa que nació en plena pandemia y que se dedica, principalmente, a desarrollar apps enfocadas al sector de la salud, con el propósito de ayudar a mejorar el día a día de muchas personas.

Asier G. Morato junto a Patricia Bedoya, el tándem que lidera las operaciones de Chubby Apps DNA

Ambos, además, han forjado su trayectoria prácticamente de manera autodidacta, ya que provienen de diferentes campos académicos. Asier estudió Comunicación, mientras que Patricia es interiorista. “Cuando vino la pandemia dijimos que era el momento para hacer el intensivo. Siempre bromeamos con que, mientras había gente que hacía bizcochos o salía a aplaudir al balcón, nosotros estábamos ahí con el ordenador, dale que te pego, y aprovechamos para hacer un primer proyecto”, recuerdan.

Su idea inicial consistió en un temporizador para controlar el tiempo de uso de las mascarillas, aunque después se dieron cuenta de que “había algunos que tenían mascarillas para en reserva, y no fue una solución que tuviese impacto”.

App para diabéticos

En cualquier caso, la creatividad de ambos no encontró límites. El primer gran proyecto de Chubby Apps consistió en Cori, el asistente virtual impulsado por inteligencia artificial para mejorar el control de la diabetes. Asier, el CEO, fue diagnosticado con diabetes a los 14 años, y agradece que durante el lanzamiento “tuvimos muchísima suerte de que se nos apoyó mucho desde las instituciones que hay aquí a nivel de Álava”. Un apoyo que, además, se ha mantenido en el tiempo con financiación y asesoramiento, tal y como apunta Patricia.

Chubby Apps nació durante la pandemia con el propósito de crear aplicaciones que ayudasen a mejorar la vida de las personas

Cori fue una aplicación con la que dieron un golpe sobre la mesa. Tras su lanzamiento en mayo de 2021 como primera beta abierta a las asociaciones de diabetes, para que les ayudasen a desarrollar un producto que cuadrase con la mayor parte de ellas, acabó siendo premiada a nivel internacional con el primer premio “Innomakers4Health”, organizado por Pfizer.

Pero es más, tras su lanzamiento en la App Store, obtuvo el premio Uniemprendedor INIZIA, otorgado por la Universidad Pública del País Vasco, y fue nombrada aplicación del día por Apple.

Ello les permitió disfrutar durante dos meses en Boston, considerada la capital mundial de la salud, donde conocieron de primera mano a las grandes compañías del sector. Reconocen haber tenido “mucha suerte porque la gente fue muy abierta y receptiva a compartir”. Sobre la cultura norteamericana, Patricia explica que “a la gente de allí le importa menos fallar; lo hace y luego hay una predisposición a ayudar”.

“La segunda versión de FitWoody está centrada en adquirir el hábito de hacer deporte, que mucha gente abandona”

Todo el aprendizaje adquirido durante la creación de Cori tuvo sus frutos en el segundo gran eslabón de su familia de aplicaciones destinadas al cuidado de la salud.

Se trata de FitWoody, una aplicación de fitness que ayuda en el camino hacia un estilo de vida más saludable mediante un compañero tipo Tamagotchi que refleja el estado actual del usuario cambiando de aspecto. Tal y como señalan, cuenta con 50.000 usuarios que pueden seguir y analizar su movimiento diario, entrenamientos, la calidad del sueño y otros indicadores metabólicos. Y gracias a todos los datos registrados por el Apple Watch, se adaptan los objetivos y se sugieren entrenamientos.

Interfaz de la aplicación Cori para personas con diabetes Chubby Apps

El funcionamiento, tal y como explica Asier, es el siguiente: “Te preparamos un plan de entrenamiento para 3 meses, en los que vas haciendo cosas, sales a correr, tal cual, pero a diferencia de lo que hacen otras aplicaciones, este plan está creado en base a cómo de forma estás, no es genérico, pero luego se va adaptando día a día. Entonces, por ejemplo, si tú duermes con tu reloj y, por ejemplo, yo estos días que he viajado, pues entre que duermes menos o realmente estás más cansado, se lo detecta”.

Más galardones

Este proyecto les ha valido el premio a mejor app para watchOS 11 y también el reconocimiento como una de las mejores apps para iOS 18, ambas enmarcadas en el software de Apple. Y es más, Asier y Patricia no se ponen límites: “Ahora estamos en proceso de hacer una segunda versión que le dé ya el paso a medio millón de usuarios”, aseguran.

Eso sí, son conscientes de sus limitaciones y de todo el proceso de aprendizaje que conlleva crear un proyecto como FitWoody. “Lo más complicado es encontrar qué parte del mercado funciona, porque es amplísimo, está muy saturado; hay muchas apps de salud, de correr, de tal... obviamente, nosotros no podemos competir contra Strava”, reflexionan.

Además, ambos se muestran satisfechos porque “hemos entendido cuál es el trabajo que tiene que hacer la aplicación”. “Toda la idea de la segunda versión está centrada en adquirir el hábito de hacer deporte, que es muy difícil y mucha gente abandona”, matiza Patricia.

“Tuvimos mucha suerte de que se nos apoyó desde las instituciones de Álava”, agradecen Asier G. Morato y Patricia Bedoya

Al ser preguntados sobre si han asimilado su evolución durante el último lustro, Asier reconoce que en sus inicios “tenía mucho síndrome del impostor”. “Digo, ¿de dónde vengo yo aquí, el periodista, a decir cómo se hace una aplicación? Pero luego, al final, con el tiempo ves que, obviamente, hay gente que sabe mucho más, pero tampoco es que seamos unos inútiles. Porque al principio, yo me acuerdo alguna vez que lo contamos... como un chiste. Como un chiste. El periodista y la interiorista que se dedican a hacer tal”, rememoran.

Una persona utiliza la aplicación FitWoody, que cuenta con 50.000 usuarios Chubby Apps

Tras cinco años de trabajo en el desarrollo de distintas aplicaciones, desde Chubby Apps apuntan a nuevos desafíos. El punto neurálgico consiste en llevar a cabo “una familia de apps de salud” en las que se engloben el deporte, la salud femenina, el sueño y el estrés. “Son como piecitas de Lego que podemos mover de un lado a otro, pero ahora lo que más nos parece importante es entender a las personas”, apuntan los dos emprendedores.

Además de la estrecha colaboración con las instituciones, también trabajan codo con codo con centros académicos. Es el caso de IDarte, la Escuela de Arte y Superior de Diseño Pública de Euskadi. “Hay una persona o dos que luego siempre vienen con nosotros a hacer prácticas, nos vamos conociendo, vamos viendo, y ya pues llevamos un par de años con gente de IDarte, y muy buenos, la verdad. No hay mucha diferencia respecto a Estados Unidos, porque aquí hay muy buena cantera”, se enorgullece Asier.