Jone Berriozabal (Durango, 1982) llegó a Landaburu Etxea, la sede del ABB del PNV en pleno corazón de Gasteiz, 10 minutos antes de las 9.00 horas, cita marcada en su agenda apretada para recibir a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. No hubo más prolegómenos de los necesarios antes del inicio de la conversación entre la nueva líder jeltzale en Álava y los periodistas.

Con cada pregunta, una respuesta concisa. Rápida. Sin titubeos. Con una oratoria extremadamente fácil, que descubrió algunos aspectos de la persona que se encuentra detrás del cargo, “una abertzale, jeltzale, feminista, euskaldun y euskaltzale”. Rasgos definitivos y definitorios, marcados en un día a día en el que las obligaciones dejan poco tiempo para echar una mirada atrás.

Pero poco tiempo no significa ningún tiempo. Así que cuando se la interpela por sus referencias políticas, aparecen en la conversación nombres trascendentales del PNV y, por ende, de la historia política de este país, como el lehendakari Jose Antonio Aguirre, o Francisco Javier de Landaburu. En ese espejo en el que mirarse, no falta la presencia de José Antonio Ardanza, “por ese compromiso por la democracia, por la paz y por los Derechos Humanos de este país”, o Xabier Agirre, “por esa firmeza, integridad y honestidad que ha demostrado siempre”.

“¿Que cómo me defino? Me presenté a este proceso como una abertzale, jeltzale, feminista, euskaldun y euskaltzale”

Jone Berriozabal - pPresidenta del Araba Buru Batzar (ABB) del PNV

Experiencia institucional

Berriozabal ha pasado por numerosas instituciones antes de dar el salto a la política orgánica. Ha sido concejala, parlamentaria en la Cámara vasca y diputada foral de Gobernanza, Igualdad y Euskera, cargo que acaba de dejar para hacerse con las riendas del ABB del PNV tras un proceso interno en el que se impuso entre la afiliación a su entonces compañero de Ejecutivo foral, Gorka Urtaran.

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En imágenes: Jone Berriozabal, nueva presidenta del Araba Buru Batzar (ABB) Alex Larretxi

En ese periplo y durante su militancia, la nueva presidenta de la ejecutiva jeltzale en Araba ha conocido a decenas de referentes, quizás no conocidos para la opinión pública, “pero sí que han marcado mi vida, como mujeres afiliadas que me han trasladado sus vivencias tras la Guerra Civil y en el franquismo, como por ejemplo, alguien a quien yo tengo mucho que dar como Concha Valdivielso”. Ejemplares son también para Berriozabal decenas de hombres y mujeres de la política cotidiana. “Tenemos referentes políticos en todos y cada uno de los ayuntamientos, gente que da lo mejor de sí para defender a sus vecinos y a sus vecinas. Son gente que me hacen ilusionarme”.

“Tenemos referentes políticos en todos los ayuntamientos, gente que da lo mejor de sí para defender a sus vecinos”

Jone Berriozabal - Presidenta del Araba Buru Batzar (ABB) del PNV

Partido-comunidad

Esas palabras, para alguien que ha vivido la política desde niña, son de rango capital. No en vano, su presencia oficial en el PNV data de enero de 1999, con 17 años, pero sus recuerdos políticos son mucho anteriores, desde niña. Siempre en el marco del Partido Nacionalista Vasco, “porque he vivido la política en mi entorno y siempre digo que me gusta el concepto de partido-comunidad.

Yo lo he vivido así, como un partido comunidad. Desde niña me he sentido del PNV, aunque no estuviera afiliada porque así lo veía en mi entorno. Me afilié con 17 años y enseguida entré a formar parte de EGI, que creo que es una buena cantera para enganchar a los y las jóvenes interesadas en la política, y sobre todo, interesadas en aportar a nuestro territorio y a nuestro país”.

“Sí que han marcado mi vida mujeres afiliadas que me han trasladado sus vivencias tras la Guerra Civil y en el franquismo”

Jone Berriozabal - Presidenta del Araba Buru Batzar (ABB) del PNV

Se podría decir que el actual status de la presidenta del ABB obedece a un camino vital natural, nacido en la infancia y en sus entornos familiar y de amistades y de ocio. Sus ideas, su forma de ver la vida y su militancia, aún sin estar afiliada, surgieron “con absoluta normalidad”.

Desde aquellos años de juventud hasta su preeminencia en Landaburu Etxea ha interiorizado una manera de hacer gestión y política, que ahora pretende extrapolar a su mandato en el PNV alavés. “Siempre respeto mucho la autonomía de nuestras organizaciones municipales. Creo que ellas y ellos, son quienes mejor conocen las necesidades de cada localidad, por lo tanto, siempre daré mi opinión, pero siempre respetaré los tiempos de las personas y de las organizaciones. Yo creo que tengo una visión bastante completa y general de lo que es el territorio y creo que tenemos mucha gente que merece mucho la pena y que va a aportar mucho y bueno”.

Construcción vital

Todo ello sin olvidar que los rasgos de cada cual solo son el cúmulo de las experiencias vividas, de las que se aprende, de las que han salido a pedir de boca y de las que no.

Con el paso de los años “he evolucionado en lo personal como todas y todos con la madurez y la experiencia en la vida, con los aciertos, y con los errores y con los nuevos puntos de vista. No tengo nada que ver con aquella joven de 17 años desde el punto de vista de la mujer que soy ahora, que soy amatxu, compañera, amiga, y ahora presidenta del ABB. Por lo tanto, creo que he vivido por un continuo que me ha hecho como soy y hay muchas personas tanto dentro del partido, como en las instituciones en las que he podido trabajar, como compañeros, como cargos de libre designación, como personas funcionario y en mi entorno que no tiene que ver con la política, que han construido esta Jone que soy ahora”.

El cuadro del gasteiztarra Carmelo Ortiz de Elguea es el único apunte de color en una sala blanca impoluta, con una gran mesa central y otra accesoria en la que una ikurriña y un busto pétreo aportan el contexto necesario. Es el lugar elegido para llevar a cabo la primera conversación de la nueva presidenta del ABB con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

Jone Berriozabal conoce Landaburu Etxea a la perfección y sitúa al equipo de periodistas para iniciar la charla frente a ella y para evitar que los pasos de unos y otros dejen registro sonoro en la tarima de la estancia.

La presidenta del ABB luce una americana verde botella, pendientes a juego y un pañuelo multicolor que no desentona. Junto a ella, un cuaderno en blanco en el que apunta los nombres de sus interlocutores. Se hace acompañar de un bolígrafo que, durante la entrevista, se convierte en compañero inseparable de unas manos que se mueven al son de las respuestas, como intentando realzar según qué palabras. Con estas, y solo en ocasiones, los dedos, sin dejar de asir el Bic azul, se entrecruzan, en un gesto de sosiego puntual que siempre da paso a otros más dinámicos.

Mientras eso sucede, las palabras fluyen sin dudas, con seguridad, en un discurso que nace perfectamente hilado y que no deja lugar a interjecciones. Su oratoria surge al mismo tiempo que sus ojos juegan con las distancias y los espacios, saltando desde la visual de su interlocutor hasta las palabras que este apunta en su block para resaltar un hito o una idea.

Mientras ejecuta ese juego, y según con qué preguntas, sus ojos también reflexionan, quizás, imperceptiblemente, como sus hombros y sus cejas. Solo lo hacen durante un instante, lo justo para dar paso a las palabras elegidas ante el periodista.

Y así durante más de una hora. Tras ella, tiempo para disfrutar de unas vistas excepcionales a una plaza de la Virgen Blanca que, a primera hora de la mañana, aún se despereza aterida ante la tiranía del frío de un día de final de noviembre.