"Pues ahora a esperar a que nos vuelvan a llamar, si nos toca para cubrir alguna baja, pero pasará tiempo antes de que volvamos a trabajar".
Son las duras palabras de uno de los bomberos que después de años trabajando en los parques de Álava se quedará en la calle en tan solo dos semanas.
Y es que alrededor de medio centenar de bomberos de Álava están a punto de ser despedidos.
A partir del 3 de noviembre se quedarán sin trabajo a pesar de llevar años ejerciendo en las UCEIS de los parques de Llodio, Nanclares, Laguardia, Espejo, Agurain y Kanpezu. A pesar de la experiencia laboral y toda la formación recibida.
Se encontraban en situación de interinos, eran indefinidos laborales, y sus plazas serán ocupadas por personas que han superado las polémicas oposiciones celebradas en 2022 y tras acabar su periodo de formación.
Unas 1.400 personas se presentaron a esta OPE de 2022. Aprobaron 278 candidatos, pero solo había 114 plazas disponibles.
De esta forma, 164 bomberos aprobados se quedaron sin plaza pero entrando a formar parte de una bolsa de empleo temporal.
Polémica con los psicotécnicos de Arkaute: eliminatorios de 7 minutos
Lo que sucedió es que la prueba de psicotécnicos supuso que cientos de aspirantes quedaran excluidos del proceso selectivo para cubrir las 114 plazas de bomberos forales que organizó la academia de Arkaute (46 corresponden a Álava).
Por primera vez y envuelto en polémica desde el principio, Arkaute llevó a cabo el primer proceso conjunto para bomberos y bomberas en 2022, un proceso al que se sumaron las diputaciones de Álava y Gipuzkoa.
Los sindicatos y los propios bomberos criticaron desde el primer momento el diseño de esta OPE de Arkaute que potenciaba más la parte psicotécnica (exámenes eliminatorios de siete minutos), en lugar de la teórica y el conocimiento práctico.
La decisión, en manos del Tribunal Supremo
De hecho, el pasado mes de julio hubo un varapalo para las administraciones vascas al conocer una sentencia que daba la razón a cientos de aspirantes de la primera OPE conjunta de bomberos de Álava y Gipuzkoa, organizada por Arkaute.
Concretamente, el 10 de julio el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Vitoria dictó una sentencia en la que anulaba el ejercicio psicotécnico.
Una sentencia de calado que, tal y como explicaban los sindicatos, "cuestionaba todo el proceso y puede llevar a Arkaute a tener que volver a admitir a cientos de aspirantes" de la OPE unificada de bomberos y bomberas de las diputaciones de Álava y Gipuzkoa. Fuentes sindicales estiman en torno a unas 400 personas afectadas.
Sin embargo, el TSJPV señaló a continuación que los exámenes psicotécnicos son correctos.
Por lo que, tal y como explican fuentes sindicales, será el Tribunal Supremo el que decida.
Más de un centenar de recursos en los juzgados contra el OPE
Actualmente, son varios los recursos judiciales y las sentencias contradictorias que han mantenido paralizada esta polémica Oferta Pública de Empleo desde hace hace dos años.
"Pues ahora a esperar a que nos vuelvan a llamar, si nos toca para cubrir alguna baja, pero pasará tiempo antes de que volvamos a trabajar"
Hay más de un centenar de recursos en los juzgados, unos individuales y otros colectivos.
Desde ELA exigen a Arkaute y diputaciones que "asuman sus responsabilidades y ofrezcan una solución a todo el personal afectado, ocupando, estabilizando y creando nuevos puestos de trabajo, porque están jugando con el futuro de todos los aspirantes (aprobados con y sin plaza, suspendidos,...)".
Es la denuncia que estos días han hecho los bomberos forales de Álava, una plantilla de 180 trabajadores que además llevan sin convenio desde 2016.
Una situación que se alarga ocho años y que les perjudica porque, tal y como explican, "la ausencia de un acuerdo regulador perjudica a las personas trabajadoras y otorga manga ancha a la administración, que nos aplican el mínimo legal exigible".
Reivindicaciones que van más allá del convenio
Pero sus reivindicaciones con las que se han manifestado varias veces en las calles de Vitoria van más allá: desde un aumento de plantilla y un convenio laboral, hasta el cese del director-gerente del servicio y un cambio total del modelo de gestión.
Una plantilla de más de 180 trabajadores muy enfadada y harta que lleva años exigiendo un cambio rotundo en el modelo de gestión de los parques del territorio.
Problemas como la falta de plantilla para poder cubrir todas las necesidades de Álava con seguridad.
“Casi un tercio del año lo pasamos con solo tres bomberos en los parques, por debajo de la dotación mínima. Si surge una emergencia, como un incendio en una vivienda o un accidente de tráfico, los alaveses deben saber que hay muchas posibilidades de que sean atendidos por solo tres efectivos en los primeros 25 minutos”, alertan los trabajadores.