El fenómeno de los pisos turísticos en Álava se encuentra muy lejos de alcanzar las dimensiones que ya ha cobrado en Bizkaia, y sobre todo en Gipuzkoa, pero también en el territorio se trata de un fenómeno en auge, como demuestra el hecho de que, por ejemplo, en Vitoria hay contabilizados l04 de estos apartamentos, la mayoría en el Casco Viejo y el Ensanche. Es en la capital alavesa, y en menor medida en Laguardia, donde más ha cuajado esta fórmula turística, que el año pasado se materializó en 16.221 entradas, un 13,9% más que el año anterior; 97.991 pernoctaciones (+3,9%), 6,04 noches de estancia media (6,62 en 2022); y una ocupación por apartamento del 25,4% (+1,2%).

En Euskadi

En el conjunto de Euskadi en 2023 se registró un crecimiento según el Eustat del 24,7% con 176.781 entradas, del 17% con 627.157 pernoctaciones, una estancia media de 3,55 días y una ocupación del 37,1%, 1,2 puntos porcentuales más que en 2022.

Álava, a menor ritmo

Álava camina, pues, a un menor ritmo en la implantación de este formato turístico, salvo en un parámetro. Si en Bizkaia la estancia media fue de 2,4 noches, la misma cifra que en 2022; y en Gipuzkoa fue de 5,28 noches (6,22 el año anterior), en Álava cada visitante se quedó una media de 6,04 noches, una cifra ligeramente mejor que las 6,62 del año anterior.

Extranjeros

Las entradas de origen extranjero, tras un ascenso a lo largo del año del 36,7%, representan el 35,8% del total de las habidas en este tipo de establecimientos de la C.A. de Euskadi durante el pasado año 2023, por encima del porcentaje que representaron el año 2022, que fue del 32,7%. En el caso concreto de Álava, 13.862 visitantes alojados en apartamentos turísticos eran españoles (+12,2%), por 2.359 extranjeros (+24,8%).

La estancia media

Acudiendo a los datos de mayo de 2024, por otro lado, en Álava se ha detectado una caída del 15,5% en las entradas a apartamentos turísticos, y sin embargo las pernoctaciones han crecido un 34,1%. Esto es así porque la estancia media aumentó hasta las 8,1 noches de media, por las 5,14 del mismo mes del año anterior. Cabe destacar en ese sentido que la cifra alavesa fue muy superior a la registrada en Bizkaia (2,1 noches) y en Gipuzkoa (4,65), territorios donde por contra las entradas en apartamentos turísticos experimentaron notables incrementos, del 57,8% y del 48,6% respectivamente.

Concentración en las capitales

Esos incrementos se dan principalmente en las capitales y otros grandes núcleos, que es donde se concentran la mayor parte de los pisos turísticos. Así, de las 4.655 viviendas turísticas que están inscritas en el registro del Gobierno Vasco, casi la mitad están en Donostia, con 1.262, y en Bilbao, con 991.

Las dos capitales, de las que Vitoria con sus 104 pisos turísticos (91 según los datos del Ejecutivo de Lakua y un 2% del total), aún se encuentra muy lejos, aglutinan el 48,4 % de las viviendas turísticas de Euskadi. Donostia es el municipio vasco con más pisos de este tipo y de hecho alberga casi uno de cada tres (27,1 %), mientras que en Bilbao se localiza uno de cada cinco pisos turísticos registrados en la comunidad autónoma (21,3 %).

Por localidades

Por localidades, la mayoría de las viviendas turísticas de Euskadi se localizan en San Sebastián y Bilbao, aunque hay varios municipios costeros también con cifras elevadas como la vizcaína de Bermeo (249) y la guipuzcoana de Zarautz (214).

Destaca también el número de viviendas turísticas registradas en Hondarribia (Gipuzkoa), con 168 pisos, y las localidades vizcaínas de Getxo (169), Lekeitio (88), Mundaka (87), Bakio (76) y Sopela (72).

Álava se queda fuera de este fenómeno: las cifras de Gasteiz están muy lejos de las otras dos capitales y en el resto del territorio no hay concentraciones de pisos turísticos ni siquiera en los lugares con más visitantes como Laguardia, en Rioja Alavesa, donde hay 19.

Las instituciones tratan de adaptar la legislación a este fenómeno

Con el auge de los vuelos baratos y del turismo urbano, en la última década ha proliferado una nueva modalidad de alojamiento turístico que ahora toca ordenar desde el punto de vista legal para evitar unas consecencias que ya se dejan ver en las ciudades. En Euskadi la Ley vasca de Turismo de 2016 recogió por primera vez el concepto de “pisos turísticos”, estableció una serie de condiciones de seguridad para estas viviendas y reguló el número de plazas que se pueden ofrecer según los metros cuadrados y la necesidad de colocar una placa en el portal del edificio.


Fruto de esa misma ley el Gobierno Vasco creó en 2018 un registro de viviendas turísticas en el que es obligatorio inscribirse y en la actualidad hay registradas 4.655 alojamientos.


En el ámbito estatal no existe de momento la obligatoriedad de inscribir las viviendas turísticas, pero este mismo lunes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, avanzó que su Ejecutivo va a plantear una serie de medidas para tratar de controlar el incremento de pisos turísticos, como por ejemplo un registro estatal y una modificación de la ley de propiedad horizontal.


El problema es en todo caso la vivienda “clandestina”, según explican desde el Gobierno Vasco, ya que en las plataformas online de alquiler turístico aparecen pisos que no están inscritos en el registro. Estas plataformas se niegan sistemáticamente a compartir sus datos con las instituciones, lo que ha dificultado identificar los negocios irregulares.


Esta situación va a cambiar gracias a un reglamento europeo que ya ha sido aprobado, aunque los estados miembros tienen dos años de margen para aplicarlo. Cuando esto ocurra las plataformas deberán compartir los datos de los establecimientos que ofertan y el Gobierno Vasco los podrá comparar con su registro e identificar así los pisos clandestinos.


Al margen de la legalidad de estas viviendas su regulación urbanística compete a los ayuntamientos a través de sus respectivos Planes Generales de Ordenación Urbana.


En Gasteiz se está ultimando la modificación del PGOU, que entrará en vigor en 2025 y prevé limitar las viviendas turísticas a la primera planta. Donostia escogió otro procedimiento para regularlos (una ordenanza) y los tribunales la anularon por no ser la herramienta pertinente. Por este motivo ahora se está modificando del Plan General de la ciudad.


En Bilbao la nueva normativa municipal establece que las viviendas turísticas solo pueden estar en la primera planta de los edificios, aunque en el caso de las habitaciones pueden ubicarse en cualquier altura.