Álava recicla sus residuos más y mejor que hace solo unos pocos años, pero el margen de progreso sigue siendo todavía amplio para el territorio en este campo.
Hoy, coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente, las iniciativas para concienciar sobre la importancia de separar correctamente los desperdicios que se generan en los entornos rurales y urbanos han proliferado aquí y allá, aunque cualquier día es bueno para poner nota al comportamiento ciudadano en un ámbito geográfico concreto.
Informe foral
Así lo ha hecho, por ejemplo, el informe sobre Caracterización de Residuos correspondiente a 2023 que ha elaborado la Diputación Foral de Álava, donde también se aprecia lo mucho que la provincia ha avanzado en algunos aspectos del reciclaje y lo –también mucho– que queda por recorrer en otros.
Empezando por lo positivo, el territorio puede presumir de superar el 95% de éxito en la recogida selectiva de tres residuos concretos en los contenedores específicamente colocados para ello en sus vías públicas, concretamente el verde –el destinado al vidrio–, el azul –para papel y cartón– y el blanco –para textiles–.
El 99% del material depositado en el primero de ellos, el más veterano de los utilizados para las fracciones separadas en el territorio, corresponde al material solicitado.
El informe, sin embargo, apunta a que dentro de ese 1% de impropios se encuentran trazas de cerámica que afectan “muy negativamente” al proceso de reciclaje de vidrio.
Entretanto, la fracción textil-reutilización es la segunda que mejor nivel de éxito presenta en Álava, con un 96%, pese a que “muchas vecess se confunde con un medio de recogida para ropa en perfecto estado de uso”, según remarca el informe.
La realidad es que en esta red de depósitos ahora gestionada por Koopera en todo el territorio permite la recogida “de todo tipo de residuos textiles”.
96% de éxito
En tercer lugar se encuentra el también veterano contenedor azul, que obtiene igualmente los materiales requeridos –papel y cartón– en un altísimo 96% de los casos.
Según aporta el estudio foral, el 4% de impropios constituye una cantidad “lo suficientemente baja como para no afectar negativamente” a la gestión de este depósito concreto.
De sobresaliente a notable alto
También alcanza el sobresaliente, lo cual le lleva a cumplir con la legislación vigente atendiendo a su calidad media, la recogida de fracción orgánica.
Biorresiduos que, independientemente del sistema de recogida empleado, alcanzan en Álava el 89% del total de desperdicios que se depositan en los contenedores o buzones instalados a tal efecto.
El 11% restante de impropios corresponde en el porcentaje más amplio a envases ligeros.
El informe pone de relieve que aquellos sistemas que disponen de un control de acceso –llave, tarjeta de contenedor o recogida domiciliaria– presentan una media de solo el 5% de impropios, mientras que los de libre acceso superan “ampliamente” el máximo legal del 20%.
Teniendo en cuenta que, en el caso de Gasteiz, cuando se realizó este estudio todavía se estaba llevando a cabo el cambio a los sistemas de recogida con control de acceso, “los resultados de la siguiente caracterización (...) ofrecerán una perspectiva muy distinta”. Evidentemente, a mejor.
Amarillo y gris
En lo que toca al contenedor amarillo –envases ligeros–, que arroja un 80% de éxito, el gran debe es el 7% de residuos de plástico y metal que no son envases y siguen recogiéndose.
La gran asignatura pendiente para el territorio continúa siendo según el estudio foral la importante cantidad de residuos mezclados que todavía hoy generan los alaveses, desperdicios cuyo principal componente es esa misma fracción orgánica que debería depositarse en el contenedor marrón.
Nada menos que el 51% de la materia encontrada aquí corresponde a biorresiduos, por solo el 14% que sí estaría bien depositada al corresponder a la fracción resto.
El informe destaca el caso de los envases ligeros, que representan un 11% del peso de esta fracción pero suponen al mismo tiempo “un gran volumen debido a su baja densidad".
Un 7% de papel y cartón
A estos residuos que deberían ir al contenedor amarillo sigue en importancia en esta misma fracción de residuos mezclados el papel y cartón –7% –, textiles –5% – y vidrio, con un el 4% del peso total.
Pese al margen de mejora existente, el estudio ve el vaso medio lleno de cara al futuro: “Hasta hace poco tiempo no han existido medios de recogida separada de biorresiduos, lo que ha condicionado que esta fracción se encuentre en esta recogida mezclada. Actualmente en la mayor parte de localidades del territorio existen medios para realizar una apropiada recogida separada (...), por lo que se espera que esta fracción vaya desapareciendo de los residuos mezclados”.
“Nada que celebrar”. El colectivo Gasteiz Zero Zabor, que se ha hecho eco este miércoles del informe foral sobre Caracterización de Residuos, ha censurado que los datos que el documento recoge “ponen de manifiesto el fracaso del sistema actual de recogida mediante contenedores”. “Nada que celebrar en materia de residuos”, ha subrayado la entidad. El colectivo ha puesto de relieve que la presencia de orgánico en la bolsa de rechazo “ha aumentado” desde 2017 o que el 86% de los residuos mezclados todavía hoy sean susceptibles de ser valorizados.