Por primera vez, la Encuesta sobre Adicciones de Euskadi elaborada por la Dirección de Salud Pública y Adicciones del Departamento de Salud del Gobierno Vasco, y que se viene realizando desde 1992, ha recogido datos en su edición de 2023 sobre la población mayor de 74 años.
La ampliación de la muestra ha sacado a la luz una realidad que hasta ahora se intuía pero no estaba cuantificada, la del alto consumo de tranquilizantes, sedantes y somníferos entre las personas mayores, especialmente mujeres, hasta el punto de que la prevalencia en el uso de estos fármacos (bajo prescripcción médica) duplica al mismo porcentaje de la población general adulta hasta los 74 años.
La prevalencia entre las mujeres de 15 a 74 años y de 75 y más años es, respectivamente, 1,7 y 2,3 veces mayor que entre los hombres de la misma edad, y se explica, según la encuesta, por diferentes factores, “entre los que podrían mencionarse la mayor prevalencia del diagnóstico de trastornos mentales (por ejemplo, trastornos de ansiedad) entre las mujeres, y también factores psicosociales como la manifestación y expresión de los síntomas, la voluntad para solicitar asistencia médica o psicológica, o el distinto curso de la enfermedad”.
A diario
Del documento se extrae que un 27,02% de la población de 15 a 74 años ha consumido tranquilizantes con receta en su vida, un 14,99% en el último año, un 10,76 en el último mes y un 7,76% a diario. En mujeres, las cifras se elevan al 31,47%, 17,52%, 13,76% y 9,62%, respectivamente.
Si se toma de forma aislada al grupo de población de más de 74 años, las cifras se disparan. Un 40,3% ha consumido estos fármacos alguna vez en su vida, un 33,7% en el último año, un 32% en el último mes y un 28,2% a diario. Entre los hombres de esta franja de edad los porcentajes son del 26,3%, 21,8%, 21,4% y 20,5%; y entre la población femenina se eleva al 49,5%, 41,6%, 39% y un 33,3% de mayores que toman todos los días tranquilizantes. Tres de cada diez alavesas mayores de 74 años, por tanto, consumen a diario estos medicamentos.
Se trata de cifras muy elevadas, habida cuenta de que se trata de un sector de la población en el que el consumo de sustancias, en general, es muy reducido. Así, solo un 3,8% fuma a diario (1,9% de mujeres), un 24,7% bebe alcohol (12,4% en mujeres), un 2,9% toma analgésicos opioides con receta (4,5% en el caso de las mujeres); un 20,8% consume juegos de azar todos los días; y la toma de tranquilizantes y opiodes sin prescripción médica, cigarrillos electrónicos o drogas ilegales es inexistente, al contrario de lo que ocurre en otros grupos de población.
Drogas ilegales
En ese sentido, cabe destacar que un 87,23% de la población de 15 a 74 años juega a diario, un 19,68% fuma, un 12,16% bebe (en este caso la prevalencia es significativamente superior en las personas mayores de 74 años), el 0,54% consume cigarrillos electrónicos, un 7,76% tranquilizantes, un 0,1% lo hace sin receta, y un 1,39% toma opioides todos los días. Además, el 1,52% de la población toma cannabis a diario, y un 14% ha consumido drogas ilegales alguna vez en su vida.
Entrando al detalle del consumo de psicofármacos entre la población general, la Encuesta sobre Adicciones de 2023 señala que el 23,8% de los alaveses ha tomado alguna vez tranquilizantes, sedantes o somníferos, y un 14% lo ha hecho en el último año, cifras ligeramente inferiores al 19% de Bizkaia y el 16,7% de Gipuzkoa. En cuanto a los opioides, un 8,2% de la población del territorio los ha tomado alguna vez en su vida y un 3,9% en los últimos doce meses.
Al alza desde 2010
Según el documento, la población consumidora de tranquilizantes, somníferos y sedantes muestra una tendencia al alza, con un incremento de en torno al 27% desde 2010, si se considera el conjunto de la población de 14 a 74 años. En relación con el uso declarado de tranquilizantes, sedantes y somníferos sin indicación médica, en cantidades superiores a las prescritas o durante más tiempo del establecido en el tratamiento, es reducida (1% de los hombres y 1,3% de las mujeres).
Entre estos medicamentos, el mas usado es el tramadol (4,7%, 3,5% de hombres y 5,9% de mujeres), un analgésico para dolores moderados e intensos; seguido de la morfina (3,4% tanto en hombres como en mujeres), una potente droga opiácea usada como analgésico. Además, un 1,4% de la población toma codeína, otro subproducto del opio, y el 0,3% consume fentanilo, un opiáceo sintético especialmente potente que en Estados Unidos ha provocado una epidemia, pero que en Europa se limita a un uso exclusivamente médico.