La Cuadrilla de Ayala acaba de lanzar una nueva campaña de promoción turística con la que anima a aprovechar las vacaciones de Semana Santa para visitar la comarca y disfrutar de sus encantos.

La acción expone las numerosas posibilidades que brinda Aiaraldea para “saborear” unos maravillosos días sin prisa, deteniéndose a visitar sus municipios e historia, contemplar su hermosa naturaleza, atreverse a vivir experiencias, disfrutar de su espectacular gastronomía y, por supuesto, del Arabako Txakolina.

"Posee todo lo que cualquier persona desea para unos días de desconexión. Poder disfrutar de la naturaleza, conocer su patrimonio y aprender su cultura la convierten en el mejor destino cercano, para desconectar y dejarse llevar"

Encina Castresana - presidenta de la Cuadrilla de Ayala

Y es que esta comarca “posee todo lo que cualquier persona desea para unos días de desconexión. Poder disfrutar de la naturaleza, conocer su patrimonio y aprender su cultura la convierten en el mejor destino cercano, para desconectar y dejarse llevar, al que siempre querrán volver”, señala la presidenta del ente comarcal, Encina Castresana.

¿Dónde se ubica exactamente?

En concreto, Aiaraldea está situada al noroeste de Álava y ubicada en la cuenca alta del río Nervión, por lo que cuenta con una excelente comunicación con las capitales tanto alavesa como vizcaína, que la convierten en un lugar accesible donde se puede combinar la tranquilidad de su bello entorno natural, con su cultura y extenso patrimonio.

Estamos ante un lugar idílico donde poder disfrutar de la naturaleza en estado puro gracias a su entorno, rodeado de paisajes montañosos y “verde”, en los que destacan lugares maravillosos como el Salto del Nervión.

Un enclave mágico con una cascada de más de 222 metros, la más alta de toda la península y la segunda de Europa.

“Una manera muy especial de contemplarlo es adentrándose en el desfiladero de Delika y así poder ver la caída desde otra perspectiva”, recomienda Castresana.

Otro lugar espectacular que merece una visita es el macizo montañoso de Sierra Salvada o Gorobel, desde donde divisar unas vistas dignas de postal.

Además, también es un enclave perfecto para el avistamiento de aves, como el alimoche, el halcón peregrino o el buitre leonado.

Planes familiares al aire libre

Aquellas personas a las que le gustan los planes familiares encuentran en esta comarca diversos recorridos para hacer con las y los txikis de la casa.

Goikomendi y Kuxkumendi, el pantano de Maroño y Garrastatxu son un claro ejemplo de lugares con recorridos sin dificultad; aunque también es buena opción visitar la Robleda de los Sueños del restaurante Arcos de Quejana en Ayala, donde se puede disfrutar de la obra de 25 pintores sobre la corteza de sus robles.

“Un paraje entrañable, inspirador y repleto de arte, de obligada visita”, apunta.

Cartel para promocionar la gastronomía de Airaldea Cedida

A pie o en bici

Otro lugar que merece la pena conocer es el Parque Lineal del Nervión, que une Llodio y Amurrio a lo largo de 8 kilómetros y que se puede atravesar a pie o en bici; sin olvidar la amplia oferta de ocio de calidad y de turismo activo existente, ya que va desde rutas a caballo, rutas y sendas, práctica de birding y senderismo, hasta vuelo en globo, parapente o descenso de barrancos…

Lo que hace que sea también un destino muy atractivo para personas atrevidas y a las que les guste sentir la adrenalina.

No obstante, Aiaraldea no solo puede presumir de espectaculares vistas, naturaleza y mucho verde, sino también de estar integrada por cinco municipios (Amurrio, Artziniega, Ayala, Laudio y Okondo), cada uno con su propia singularidad.

Todos ellos albergan un gran legado como el Conjunto Monumental de Quejana, las Casas de Indianos, el Casco Histórico de Artziniega, el campo de Zaraobe, Casas Torre, Santa María del Yermo, la ermita de Etxaurren o el Santuario de Nuestra Señora de la Encina, entre muchos otros enclaves.

Museos y gastronomía

La oferta museística de la comarca es, asimismo, amplia y diversa y traslada al visitante a otras épocas, a la vez que les muestra la historia de sus municipios y descubre el arte y tradiciones de la propia comarca.

Museos en los que conocer tradiciones vascas como el dedicado al licor en Amurrio o, en Artziniega, el sacro y el etnográfico, así como el Museo-Taller Santxotena, único en Euskadi donde poder tener contacto directo con el artista, entrando en los talleres donde realiza sus obras y el propio escultor las explica.

Ruta del txakoli

Con todo, añade Castresana, “durante y tras la visita todas aquellas personas que nos visiten, deben degustar un imprescindible en Aiaraldea: nuestro referente gastronómico, el Arabako Txakolina, que tiene su propia ruta”.

Para ello, una buena opción es acudir a las bodegas familiares para conocer de primera mano el proceso de elaboración de este apreciado vino; sin olvidar las queserías del valle, que también ofrecen la posibilidad de adentrarse en el maravilloso mundo del pastoreo, a través de la visita a sus instalaciones, sus explicaciones sobre la elaboración del queso, además de la degustación de sus deliciosos productos.

Gastronomía local

Otra manera de continuar con el disfrute “es recorriendo nuestros establecimientos, donde el visitante podrá disfrutar de la cocina local con productos km0 y conocer la calidad y sabor auténtico de nuestra exquisita gastronomía”, apostilla Castresana, que tampoco se olvida de recordar que “tenemos alojamientos para todos los gustos: hoteles, hostales, casas rurales, agroturismos… donde seguir disfrutando tras la visita y donde encontrarán el descanso que merecen rodeados de un entorno inolvidable. En nuestros establecimientos encontrarán la paz y tranquilidad que buscan”, asegura.