La pasión de desconectar, ese es el lema de la campaña que ha lanzado la Cuadrilla de Ayala, a través de medios digitales y redes sociales, para atraer turistas a la comarca de cara a esta Semana Santa e invitarles “a vivir unos días de relax”.

Aiaraldea, ubicada a tan solo media hora de las capitales alavesa y vizcaína, ofrece la posibilidad de disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor, pues se encuentra rodeada de un entorno privilegiado con paisajes montañosos y “mucho verde”, que brinda la oportunidad de descubrir lugares espectaculares como el Salto del Nervión. Un lugar mágico con una cascada de más de 222 metros, la más alta de toda la península y, sin duda, una de las atracciones naturales más visitadas del País Vasco. También goza de un maravilloso y conocido macizo montañoso como es Sierra Salvada, desde donde contemplar unas vistas envidiables. Además, es uno de los destinos más populares para el turismo ornitológico debido a la gran cantidad de aves que habitan o paran en sus migraciones.

Para disfrutar en familia, los parques de Goikomendi y Kuxkumendi en Amurrio ofrecen recorridos muy llevaderos y sin dificultad. Asimismo, el pantano de Maroño y Garrastatxu, en las faldas del Gorbeia, son otros dos enclaves donde el visitante podrá encontrar la paz y el relax que busca.

El Salto del Nervión en Delika tras las nevadas

Además de su variada naturaleza e impresionantes vistas, Aiaraldea tiene cinco municipios (Amurrio, Llodio, Artziniega, Okondo y Ayala) con mucha historia y un gran legado gracias a su patrimonio. Ahí destacan el Conjunto Monumental de Quejana, las Casas de Indianos de Amurrio, el Casco Histórico de Ar-tziniega, Saraube, la ermita de Etxaurren y las casas torre de Ayala, Santa María del Yermo en Llodio o el Santuario de Nuestra Señora de la Encina, entre otros enclaves.

El txakoli como identidad

Con todo, uno de los imprescindibles que todo visitante debe degustar es el Arabako Txakolina, referente gastronómico para los momentos de tranquilidad. “Esta Semana Santa la visita a nuestras bodegas familiares será una experiencia inolvidable, ya que podrás conocer de primera mano cómo se produce esta bebida”, subraya la presidenta de la Cuadrilla de Ayala, Encina Castresana.

En concreto, los amantes del vino tendrán la oportunidad de visitar las txakolinerías de Artomaña, ubicada en pleno mar de viñedos; la del Txakoli Txikubin en la monumental Torre de Murga, o la de Beldui en las alturas de Llodio, pues son las que ofrecen la posibilidad de hacer visitas guiadas a sus bodegas e instalaciones para que el turista se adentre y conozca el fascinante proceso de la uva desde el campo a la copa. “Por supuesto, el visitante podrá degustar el txakoli alavés, que cuenta con su propia Ruta del Txakoli de Aiaraldea”, recuerda Castresana, que tampoco quiere olvidarse de la oportunidad de convertirse en pastor por un día que ofrecen las queserías ayalesas, en visitas guiadas donde conocer sus instalaciones y el proceso de elaboración del queso y de la miel, así como catar sus productos e incluso, los más pequeños, tener la oportunidad de ver las ovejas y corderos.

Panorámica de la bodega Artomaña Txakolina A.O.

Otra fabulosa manera de desconectar del ajetreo diario es degustando los productos de la tierra en cualquiera de los establecimientos del valle. “Cocina local, ideal para convertir nuestra gastronomía en un principal complemento de la visita, porque nuestro objetivo es que la suma de tradición y calidad dejen al visitante un buen sabor de boca”, incide la presidenta del ente comarcal ayalés; al tiempo que invita a alojarse en la zona. “Con esta campaña, La pasión de desconectar, queremos transmitir al visitante las diferentes posibilidades que ofrece la comarca para escapar del día a día. Alojarse en este maravilloso entorno se convierte en una experiencia única, con la posibilidad de vivir unas vacaciones de ensueño ya sea desde un agroturismo, casa rural u hotel. Nuestros establecimientos ayudarán al visitante a encontrar la paz y tranquilidad que buscan esta Semana Santa y, al mismo tiempo, ofrece todo un abanico de posibilidades.