La Red de Salud Mental de Álava (RSMA) acaba de incorporar a su arsenal terapéutico una nueva herramienta para el abordaje de la depresión resistente al tratamiento. Esa que, como su propio nombre indica, no mejora pese al uso de los fármacos habitualmente prescritos. 

Se trata de la Estimulación Magnética Transcraneal (EMT), una técnica de neuromodulación basada en la administración de una serie de pulsos repetitivos, breves y altamente enfocados sobre el cuero cabelludo del paciente con una bobina electromagnética capaz de modificar la actividad eléctrica cerebral.

Los campos que esta genera estimulan neuronas de áreas específicas, modulando así el funcionamiento de los neurotransmisores y modificando la conexión de distintos circuitos, lo que se ha demostrado eficaz para el abordaje de esta grave patología. La terapia, y quizá esto sea lo más importante, no es invasiva y puede administrarse de forma ambulatoria.

Equipo encargado de testar la técnica y probarla con los primeros pacientes, con Edorta Elizagarate –jefe del servicio de Psiquiatría de la RSMA– en primer plano. Pilar Barco

"Un reto"

“Tiene un buen perfil de seguridad, de riesgo-beneficio”, certifica en conversación con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Cristóbal Pavón, psiquiatra de la RSMA y uno de los profesionales encargados del desembarco de la EMT en el Hospital Psiquiátrico. “Es un reto para nosotros”, reconoce el especialista.

No es baladí que la depresión se hace resistente en alrededor de un tercio de los pacientes que padecen la enfermedad, una tasa nada desdeñable teniendo en cuenta que su prevalencia se sitúa en torno al 10-13% de la población general.  

Detalle de la máquina de EMT. Pilar Barco

Primera en Osakidetza

La RSMA se ha convertido en la primera organización sanitaria de Osakidetza en importar esta técnica, que a día de hoy apenas se administra en la aristocracia del Sistema público Nacional de Salud. En hospitales como el 12 de Octubre de Madrid, Bellvitge de Barcelona o La Fe de Valencia. Sí que se encuentra más extendida en la red privada.  

La técnica, que también puede utilizarse con fines diagnósticos, cuenta también con una sólida evidencia científica y con protocolos con indicación aprobada por la Food and Drug Association (FDA) americana para el tratamiento del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y de algunas adicciones a sustancias psicoactivas. “Aunque puede ser novedosa aquí, tiene ya un recorrido importante en Estados Unidos”, subraya Pavón.

“Aunque puede ser novedosa aquí, tiene ya un recorrido importante en Estados Unidos”

Cristóbal Pavón - Psiquiatra de la Red de Salud Mental de Álava

Además, la EMT ha sido también contrastada según las principales guías de práctica clínica para otras enfermedades como el dolor neuropático o las secuelas motoras del ictus, por lo que se está utilizando también en el campo de la Neurología, aunque no de forma tan extendida en la red pública. 

La EMT no requiere de condiciones técnicas especiales para su administración y apenas provoca efectos secundarios, que casi siempre son de carácter leve y transitorio. Entre ellos se encuentran la cefalea y el dolor en la zona de administración.

¿Cómo funciona?

La terapia, que básicamente necesita para su administración de un sillón, una consola y la bovina electromagnética, se está aplicando en el Hospital Psiquiátrico desde principios de este febrero, pero Pavón y su equipo llevan “tiempo detrás de ello”.

El centro adquirió el equipo gracias a una partida de Osakidetza destinada a Innovación, pues la terapia lógicamente aún no está incluida en la cartera de servicios, y no tardó en formarse y ponerse manos a la obra. 

Hasta la fecha, el Psiquiátrico ha ensayado los protocolos de tratamiento “más estándar” y los resultados son aún “muy preliminares”, según Pavón.

Cristóbal Pavón, psiquiatra de la Red de Salud Mental de Álava (RSMA). Pilar Barco

En total, tres pacientes con depresión resistente han comenzado a ser tratados con EMT, con una pauta diaria –de lunes a viernes– que se extenderá a lo largo de seis semanas. En total, 30 sesiones. Una vez finalizadas –si todo va bien, será el mes que viene– “se evaluará la eficacia” del tratamiento. 

Lo que sí han constatado el psiquiatra y su equipo es que “el perfil de tolerabilidad” del paciente es “mucho mejor” con la EMT que con otras técnicas de este grupo, mucho más invasivas como pueden ser la estimulación cerebral profunda o la terapia electroconvulsiva, que requiere de anestesia general. 

La Red de Salud Mental de Álava (RSMA) y, más específicamente, el Hospital Psiquiátrico de la ciudad tienen la palabra innovación en su particular abecé desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, cada vez que una nueva técnica se une al arsenal terapéutico de sus profesionales, la ilusión ante el nuevo reto que se plantea siempre se respira en el centro. El último ejemplo de ello es la Estimulación Magnética Transcraneal (EMT), que por el momento va a ser ensayada únicamente con pacientes con depresión resistente a los medicamentos... pero, quizá, no por mucho tiempo. Así lo avanza en conversación con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Cristóbal Pavón, psiquiatra de la RSMA y uno de los profesionales encargados de la técnica en el centro sanitario gasteiztarra. “Tenemos expectativas de dar respuesta a necesidades por ahora no cubiertas, y estamos además abiertos a abrir este campo a otras patologías”, remarca el profesional. El objetivo de la RSMA, una vez testada la evidencia de la nueva terapia en los pacientes depresivos con esa dificultad de tratamiento, es ampliar el uso de la EMT a las otras patologías mentales en las que cuenta con evidencia: tanto frente al trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) como frente a algunas adicciones a sustancias psicoactivas. No es la primera novedad terapéutica que en este campo ha incorporado la RSMA en los últimos tiempos. El Hospital Psiquiátrico de Álava, que cuenta con una Unidad de Atención Psiquiátrica de Alta Resolución, viene participando de hecho en los últimos años en varios ensayos clínicos en el campo de la depresión y en el centro ya se administran de forma habitual otros tratamientos novedosos, como la esketamina intranasal, también, para la depresión resistente a tratamiento. “La resistencia a los fármacos se va adquiriendo con las recaídas. Cuantas más recaídas, peor, más cronicidad y peor pronóstico. Es un grupo de población muy concreto, con una necesidad muy localizada”, apunta el especialista.