Lautada Ikastola pone en marcha el proyecto Hazi para “hacer efectivo el desarrollo autónomo del niño y hacerle feliz”

Lautada Ikastola comenzó hace unos años en un proceso de transformación en Educación Infantil que culminó con la implantación del proyecto hIZAN, presente en la actualidad en las ikastolas de la red de Ikastolen Elkartea.

“El punto de partida es tan simple como fundamental: que los niños y niñas acudan contentos a la ikastola y disfruten aprendiendo. Ellos son los protagonistas de su propio aprendizaje”, señalan desde el centro de la Llanada. “Confiamos en su capacidad y respetamos el ritmo evolutivo de cada uno de ellos y ellas. Con el fin de conseguir un desarrollo integral del niño y la niña: la autonomía personal, el proceso de socialización, el desarrollo del lenguaje, los ámbitos cognitivos y emocionales o la psicomotricidad, practicamos la circulación autónoma mediante la cual tienen la libertad de elegir qué quieren hacer, cómo, cuándo y con quién”, apuntan.

Los adultos

Además el proyecto da protagonismo al adulto. “Es de destacar el papel del adulto ya que aparte de proporcionarle la seguridad afectiva, es el acompañante del niño y niña en este proceso de aprendizaje, el que le proporciona ayuda, eligiendo los materiales, espacios y propuestas educativas adecuadas para su correcto desarrollo integral”, señalan.

Desde el centro radicado en Agurain echan en falta más y mejores espacios. “Actualmente las instalaciones que tenemos nos dificultan llevar el proyecto de la manera más adecuada, por eso, hemos considerado imprescindible adecuar dichos espacios a nuestra metodología”, reconocen, al tiempo que señalan que “es aquí cuando comenzamos a reflexionar, trabajar y relacionar la importancia de un cambio físico en el que se incluyen espacios abiertos adaptados al desarrollo del niño y de la niña que posibiliten su proceso de aprendizaje mediante la interacción de niños y niñas de diferentes edades”.

Con ello son varios los objetivos que quieren conseguir: asegurar el bienestar del menor, respetar individualmente el ritmo y características de cada uno de ellos y ellas, fomentar la autonomía, dar posibilidad de explorar y experimentar para desarrollar su evolución cognitiva.

Desde el centro reconocen que el objetivo de la ikastola y las familias es el mismo; “hacer realidad la felicidad y el desarrollo integral del niño y la niña. Por eso le damos especial importancia a la relación entre el profesorado y los padres, madres o tutores”.

Concluyen señalando que que van a "adecuar el espacio a nuestro proyecto y a sus necesidades, pero lo más importante es la forma de entender al niño y la niña, la manera de trabajar poniendo como foco al niño y sus necesidades”.

Lautada Ikastola es un centro fundado en el curso 2009-2010, y que acoge a alrededor de 250 jóvenes de 0 a 16 años y en el que trabajan unas 35 personas de toda la Llanada Alavesa. La ikastola se ha convertido en una referencia del euskera para los habitantes de Agurain y de la Llanada.