González confía en que la segunda empresa de Álava “pueda remontar” tras un año “complicado”. El máximo responsable foral analiza también el estado de algunos proyectos estratégicos o el futuro cercano de Foronda. 

Ya conocidas las ubicaciones del futuro ‘campus del vino’ (EDA), ¿habrá pronto más detalles sobre otro proyecto clave como el Centro de Fabricación Avanzada (BAMC)?

Va a haber detalles porque estamos trabajando para que el BAMC se convierta en realidad cuanto antes. Hace muy pocos días veíamos una parte del proyecto, que es la que tenía que ver con la inversión del Gobierno Vasco. Y seguiremos dando pasos para su construcción, para concretar la aportación de la Diputación Foral de Álava y para que el proyecto sirva para lo que tiene que servir, fortalecer la I+D+i en la industria del automóvil de Álava y nuestra posición en esta industria, que es nuestro primer sector, en un momento de transformación absoluta.

Ha sido de hecho un 2023 convulso para Michelin, que acaba de anunciar que va a desactivar varios turnos por la falta de caucho natural debido a la crisis en el mar Rojo.

Hay una crisis global en el sector de los neumáticos que está afectando a Michelin, no solo en la planta de Vitoria, y a otras empresas del sector que han reducido producción e incluso ajustado su plantilla en algunas plantas. Lo verdaderamente importante es garantizar el futuro de Michelin en Vitoria. Y también, que las personas afectadas por las últimas medidas anunciadas por la empresa tengan una solución consensuada, acordada y no traumática.

¿Demasiadas malas noticias desde la segunda empresa de Álava?

Ha sido un año complicado para Michelin. Yo espero que para 2024 se pueda remontar esa situación.

El actual concurso para atraer pasajeros a Foronda concluye en marzo de 2025. ¿Pero habrá novedades antes para el aeropuerto?

Lo que va a haber de aquí a 2025 es un cumplimiento del contrato actual, que está provocando ya el incremento de pasajeros y de frecuencias en el aeropuerto. Vamos a cerrar 2023 con el mejor registro histórico de pasajeros en Foronda. Este es un elemento que hay que poner en valor, porque cuando llegamos a la Diputación el aeropuerto estaba prácticamente cerrado para pasajeros. No había vuelos regulares. La intención de la Diputación es seguir trabajando para, antes de que acabe el contrato, mejorar esas cifras, y seguir trabajando, mirando más allá de 2025, hasta llegar a los 500.000 pasajeros. Es el siguiente objetivo.

Lo cierto es que 2024 va a empezar en Foronda con menos vuelos que hace justo un año.

Pero lo que tenemos que mirar es la evolución global, no los datos de un mes concreto. Y en esa evolución global estamos mejor que nunca.

La diputada Amaia Barredo confió hace poco en que el Gobierno Vasco atienda “gran parte” de las alegaciones forales al PTS de renovables. ¿Hay avances en este ámbito?

Lo que ha hecho la Diputación son alegaciones que pretenden ser aportaciones en positivo a la mejora del PTS. Y creo que alguna de esas aportaciones en positivo se acogerá. Hay que tener en cuenta que el PTS indica dónde pueden ir las instalaciones de renovables, no dónde van a ir. Y que incluso después de la aprobación del PTS, cada uno de los proyectos exige una tramitación administrativa que garantiza que las cosas se van a hacer bien.