El guión se ha cumplido este viernes sin sobresaltos en las Juntas Generales de Álava, que han aprobado el dictamen de la Comisión de Hacienda, Finanzas y Presupuestos sobre el proyecto de norma foral de medidas tributarias para 2024. En otra palabras, ha salido adelante la deflactación del 2,5% en el IRPF que pactó el Gobierno foral de PNV y PSE con el PP a cambio de una serie de mejoras en las medidas de alivio fiscal a emprendedores, personas dependientes y sus familiares y ciudadanos del ámbito rural.
Así, la Diputación encara el 2024 con el plan impositivo que se había trazado pese a gobernar en minoría, y por ello, tras el pleno, el diputado general, Ramiro González, se ha felicitado por la materialización de “una buena noticia para Álava, porque aporta estabilidad política fiscal y regulativa, un elemento que contribuye al crecimiento económico”.
Además, ha señalado Ramiro González, las medidas tributarias aprobadas “garantizan la armonización fiscal” con la que las tres diputaciones se comprometieron en el Consejo Vasco de Finanzas del pasado mes de octubre, y “responde al programa del Gobierno”, pues las medidas pactadas con el PP “estaban previstas en el proyecto foral” y lo que se ha hecho ha sido aumentar su extensión sin “un impacto importante” en las Cuentas. “Era de justicia –ha añadidoó– deflactar en un porcentaje que responda a la inflación prevista para 2024”.
Gasto e inversiones
Por otro lado, las medidas acordadas “permiten cumplir con la previsión de ingresos” del Gobierno, y por tanto poder hacer frente también al gasto y las inversiones programados. En ese sentido, González ha explicado que la enmienda que Bildu había puesto sobre la mesa, y que el acuerdo con los populares ha desactivado, iba a suponer una merma de diez millones en el Presupuesto de la Diputación, lo que a su vez habría supuesto que el Ayuntamiento de Vitoria perdiera cuatro millones de euros provenientes del Fofel, el Fondo de Financiación de Entidades Locales.
Las Cuentas forales, por otro lado, habrían tenido una cuantía menor que las del año en curso. “No podíamos ir a un Presupuesto de recortes y la enmienda de EH Bildu tenía ese objetivo”, ha dicho el diputado general.
Acuerdos y alianzas
Al margen de los efectos concretos y materiales del acuerdo suscrito entre PNV, PSE y PP, el pacto también tiene una derivada política importante. Con las elecciones autonómicas en el horizonte, el diputado general ha señalado que ve tanto en los populares como en Elkarrekin, con quien se frustró el pacto presupuestario en el último momento, posibles socios de futuro frente a EH Bildu, que a su juicio está practicando una “política de tierra quemada”. “Acordaremos con quien quiera acordar”, ha afirmado González, que sin embargo seguirá dialogando con todos los grupos, aunque solo “dos han mostrado su voluntad de llegar a acuerdos”.
Antes, en las Juntas, los grupos valoraban la consecución de un acuerdo que, en palabras de Ana Morales, del PP, “podría ser mejor si la deflactación sube ese medio punto más” que seguía defendiendo su formación, partidaria de elevarla al 3%.
"El acuerdo podría ser mejor si la deflactación sube medio punto más"
“La deflactación contradice las políticas progresistas que impulsamos en el Estado”
David Rodríguez, de Elkarrekin, ha señalado por su parte al PSE por aprobar una medida que “contradice las políticas progresistas que impulsamos en el Estado”, mientras que el socialista Josu López Ubierna ha sostenido que “el sistema fiscal es la herramienta para distribuir la riqueza”. El procurador de EH Bildu Iñaki Ullibarri lamentaba que el PSE haya optado por un modelo de deflactación no progresivo al que se oponen las izquierdas “vasca, española y europea”, y el jeltzale Joseba Díez dijo sospechar que si el Gobierno hubiera optado por una deflactación del 3%, el PP habría reclamado “un 3,5% o un 4%”.
