Familias con hijos con discapacidad solicitan mejoras en el colegio GorbeialdeCedida
El colegio Gorbeialde de Gasteiz es el único centro de educación especial público de todo Euskadi. Un espacio situado en el barrio de Lakua, concretamente en la calle Blas de Otero, al que acuden alrededor de 50 niños y niñas con pluridiscapacidades para recibir una educación que les corresponde por derecho.
Pese a contar con importantes inversiones en reformas como la de la piscina o la sala multisensorial, ambas adaptadas adecuadamente a las necesidades de estos estudiantes, lo cierto es que, a rasgos generales, la “inversión no ha sido excesivamente grande”. De esta forma lo ha señalado Monse, madre de un niño con un 94% de discapacidad que es alumno de Gorbeialde.
Como miembro del AMPA y en representación de más familias, Monse ha querido dar a conocer, a través de este periódico, la situación actual que vive el colegio y que afecta directamente al alumnado tras el inicio de unas obras de gran escala. “Nos hemos encontrado con que en octubre comenzaron con una reforma que consiste en cambiar todo el tejado del techo más todas las ventanas”, explica Monse. “Estamos hablando de octubre, cuando los niños acuden al colegio, teniendo en cuenta cuales son sus condiciones”, matiza.
Obra necesaria
La obra era “más que necesaria”, puesto que “se llevaba tiempo esperando”. Sin embargo, tal y como ella misma indica, debería haber comenzado fuera del periodo escolar. “Quizás a finales de mayo hubiese sido mejor, porque en junio ya empiezan con la media jornada, y es una reforma que tiene previsto durar meses” sostiene. Por ello, desde el colectivo familiar señalan que, el momento en el que se ha decidido ejecutar dichas mejoras, es un “sinsentido total”.
Obras en el tejado durante el curso educativo en Gorbeialde
El agua se cuela dentro
Además, se debe tener en cuenta dos factores que complican la situación de los niños y niñas en el centro. Por un lado, las inclemencias climatológicas recientes en la ciudad y, por otro, la dificultad que supone desplazar a este perfil concreto de alumnado a otro espacio de forma puntual.
En lo que respecta al temporal, Monse asegura que hace apenas unos días las fuertes lluvias provocaron filtraciones en algunas zonas del colegio. “En la sala multisensorial caía agua por todos los sitios, también en la sala de psicomotricidad o psikogela”, narra. Asimismo, “el profesorado estuvo recogiendo agua como podía, poniendo baldes para que no se estropease el material”, recalca.
Lo cierto es que habrá más días de lluvia en Gasteiz, dada la época invernal, algo preocupante tanto para Monse como para el resto de padres y madres del centro. “El que ha decidido la obra, si es de Vitoria, sabe el tiempo que va a hacer en esta época; lluvia, frío… Y cuando comiencen a cambiar las ventanas, igual ¿A dónde los van a llevar?”, plantea. “A día de hoy ellos tienen sus actividades, su piscina, su sala multisensorial…”, apunta. Además, Monse define como “espectacular” el trabajo que el profesorado realiza con el alumnado, por lo que “trasladarse a otro centro tampoco sería la solución más adecuada”.
Sin respuesta
Esa es otra de las incógnitas que preocupa a las familias, sobre todo, teniendo en cuenta que, en el conjunto de la capital alavesa, no existe un espacio tan específico para niños y niñas con discapacidad. “No hay otro centro tan bien preparado como este. Hay críos que están en aulas donde tienen los carros para poderles movilizar de un sitio a otro. Pero por lo visto, ni se ha valorado la idea”, señala.
Y es que, a pesar de haber realizado varios escritos desde el colegio , lo cierto es que, las familias continúan sin respuesta. “Lo que estamos reclamando es que se trata de un colegio especial. No se pueden hacer las cosas así. Hay que ver qué tipo de alumnado acude a este centro. No es el momento adecuado para llevar a cabo unas obras de este calado”, enfatiza.
“Un patio triste”
Al listado de obstáculos se suman más. Como por ejemplo, que el material escolar solicitado por el colegio tarde “muchísimo tiempo” en llegar. “Los materiales son algo imprescindible que nuestros hijos necesitan en su día a día”, señala Monse. “ No necesitan libros, pero si bipedestadores, pantallas con las que puedan trabajar, sillas adecuadas para ellos, tablets, pulsadores…” dicta.
Por otro lado, las familias también reclaman una mayor estabilidad en el profesorado, puesto que cada inicio de un nuevo curso escolar, es habitual que se den cambios en el ámbito docente. “Para nuestros hijos el tener como referencia a una persona que ya conocen es importante, porque necesitan meses para establecer contacto con una nueva”, expone Monse.
"Un patio triste"
“Que en un colegio de educación especial solamente haya un columpio adaptado, es algo que me chirría”, manifiesta la madre. Y es que, tal y como señalan desde el AMPA, también necesita mejoras en la zona de juego exterior. “Es un patio triste, no hay gran cosa para hacer”, sostiene.
El único columpio adaptado del colegio de educación especial Gorbeialde
“No pueden jugar”
“Nuestros hijos no pueden jugar a fútbol o a baloncesto como la gran mayoría de niños y niñas, pero se les puede poner unos columpios, algo que a ellos les estimule para que puedan disfrutar del momento de disfrute que les corresponde por derecho”, apunta.
A juicio de Monse, el colegio de Lakua es “el gran olvidado” porque se suele mencionar el término “educación especial” sin conocer con exactitud lo qué realmente es. “No estamos hablando de una dislexia, estamos hablando de críos con discapacidades muy grandes”, destapa.
Por ello, insisten a las esferas públicas para que ofrezcan las acciones necesarias. “Estamos esperando a que se de esta vuelta que nos dijeron”, señala. Piden que se respeten sus derechos, como el de recibir una educación de calidad. “No es suficiente con darles cuatro cositas”, zanja Monse.
AL DETALLE
Gorbeialde. Situado en el barrio de Lakua, es el único centro de educación especial de todo Euskadi, para niños y niñas con discapacidad.
Obras. La gran reforma del tejado del centro escolar y las ventanas del complejo dieron comienzo en octubre, en pleno desarrollo del curso actual educativo.
Material. Bipedestadores, pantallas con las que puedan trabajar, sillas adecuadas para ellos, tablets, pulsadores son algunos de los materiales que los niños y niñas del colegio necesitan y que tardan en llegar, a pesar de que el colegio los solicite.
El patio. En todo el centro solamente existe un columpio adaptado para el alumnado con necesidades especiales.