Un millar de alaveses en el año 2022 figuraban en el Registro Vasco de Voluntades Anticipadas (RVVA), que es el instrumento que el Departamento de Salud del Gobierno Vasco creó y reguló, en base al Decreto 270/2003, de 4 de noviembre, para inscribir y hacer efectivos los Documentos de Voluntades Anticipadas (DVA).
Lo han hecho con el objetivo dejar un escrito dirigido al médico responsable, donde el paciente (cualquier persona mayor de edad, no incapacitada judicialmente, que actúa libremente y con capacidad suficiente para entender lo que está haciendo), da una serie de instrucciones u orientaciones sobre el tratamiento médico a seguir en el futuro, por si en ese momento no pudiera expresar personalmente su voluntad.
Proceso asistencial
En dicho registro, estos documentos pueden ser consultados por la propia persona otorgante y por sus representantes, así como por doctor que lo necesite para su proceso asistencial desde cualquier centro sanitario público o privado. Además, el documento puede ser modificado y revocado en cualquier momento mientras se conserve la capacidad para tomar decisiones. Y hasta ese momento, prevalecerá la decisión de la persona sobre lo recogido en el documento.
Rostro femenino
En concreto, según figura en dicho registro, así lo hicieron el pasado año 5.393 personas en Euskadi, de las que 938 lo hicieron en Álava, 2.274 en Bizkaia y 2.181 en Gipuzkoa.
Si la lupa se pone en territorio alavés, se observa que son las mujeres las que predominan a la hora de dejar constancia este tipo de voluntades, ya que de esas 938 personas inscritas, 585 tenían rostro femenino (62,37%) frente a los 349 hombres (37.21%). Aparte, hubo otros cuatro registros en Álava en los que no constaba el sexo.
Grupos de edad mayoritarios
En cuanto a los grupos de edad mayoritarios, es el mismo tanto en el conjunto de Euskadi como en este territorio histórico. Exactamente, el de la franja de 45 a 65 años que es la que más toma la delantera en este sentido, con 2.533 inscripciones en toda la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) (46.97%) y con 488 en Álava (52,03%). La siguiente más numerosa es la de 66 a 75 años, con 224 registros en Álava, que representan un 23,88% y con 1.567 en Euskadi (29,06%).
Los jóvenes, reacios
Los menos concienciados a la hora de dejar este testamento vital serían los jóvenes, por eso de que la muerte y los infortunios que les pueden pasar los ven como algo lejano, con apenas 73 inscripciones en Álava (7,78%) y 310 en toda la CAV (5,75%). Cabe precisar, en este sentido, que la franja más joven de las que figuran en el Registro Vasco es la de menores de 45 años.
Curiosamente, también los segundos que menos se han prestado a ello son los más mayores (a partir de 75 años), con 153 en Álava (16.31%) y 983 en Euskadi (18,23%).
Por modo de otorgamiento
Por modo de otorgamiento, la fórmula mayoritaria en estos lares, al igual que en el conjunto de Euskadi, fue a través de un encargado del Registro Vasco de Voluntades Anticipadas (RVVA) con 507 casos (54,05%) de las 938 de Álava. La segunda fue a través de tres testigos de la OSI con 335 (35,71%). La siguiente fue la de tres testigos 55 (5,86%) y, por último, la de notario (4,37%). En total, en toda la CAV en 2022 hubo 5.397 inscripciones frente a las escasas 71 que hubo en 2004, cuando empezaron a poder registrase.
La cifra se ha duplicado
En lo que vamos de año, según ha precisado este jueves la coordinadora de la Asociación Derecho a Morir dignamente en Álava, Cristina Valverde, durante su comparecencia en Juntas Generales, a petición del grupo Elkarrekin, la cifra ya se ha duplicado, por lo que, si se computan todas las que habría registradas desde 2004, habría “unas 50.000 en Euskadi”.
"Es necesario más información y habilitar el procedimiento en más dependencias”
Lista de espera
Valverde también lamentó que la lista de espera actual en Álava para dicho Registro, con sede en la calle Olaguíbel, sea de tres meses y pidió más formatos a la hora de poder divulgar la existencia de este Documento de Voluntades Anticipadas, ya que actualmente, Osakidetza solo lo hace a través de su página web, “por lo que no llega a toda la población. Es necesario más información y habilitar el procedimiento en más dependencias”. Recomendó al respecto que se haga en todas las de la Diputación, así como en residencias, centros de salud y centros cívicos, dado que es su asociación la que se encarga de distribuir los folletos que se pueden encontrar a día de hoy. Y que sean también las trabajadoras sociales de las instituciones las que asesoren y canalicen esta tramitación. Se necesita, por tanto, como solicitó, que se haga en otros formatos, como “folletos y anuncios” para seguir el ejemplo de otras comunidades al respecto, como Navarra, Asturias o Canarias.