Los cuatro acusados de asesinar a un joven de Oion en el parque del Ebro de Logroño han asumido el acuerdo de las partes, por el que se propone una pena de 11 años y medio de prisión para tres de ellos y, para el otro, de 10 y medio, frente a los 30 inicialmente pedidos por el fiscal, al contemplarse las atenuantes de actuar bajo los efectos de las drogas y el alcohol.
Según este acuerdo, que se ha hecho público en la tercera sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia Provincial de Logroño, se plantea una pena, para cada uno de ellos, de 10 años de cárcel por el delito del asesinato, el 6 de abril de 2021, de este joven repartidor, vecino de Oion, ante los 25 que había solicitado el fiscal en la fase previa.
Tres de los acusados cumplirán, además, una pena de año y medio de prisión por el robo a la víctima; y el cuarto solo medio año, ya que se le ha aplicado la atenuante de que ha abonado 20.000 euros a la familia de la víctima y la madre de este procesado se ha comprometido a pagar el resto de la indemnización pendiente.
El acuerdo establece que la familia reciba 300.000 euros como indemnización y, de esa cifra, el Gobierno de La Rioja se ha hecho cargo de más de 242.000 euros, ya que dos menores que estuvieron implicadas en los hechos y que ya fueron juzgadas estaban tuteladas por la administración regional.
La familia quiere justicia, no venganza
"La familia quiere justicia, no venganza", ha explicado el abogado de la acusación particular, ejercida por el padre y los hermanos del joven repartidor, al que los acusados han reconocido que pegaron de forma brutal, robaron y dejaron inconsciente.
Este joven no fue encontrado hasta 8 horas después en estado de coma y con síntomas de hipotermia, tras lo que murió en el hospital el 7 de abril.
Las partes alcanzaron un acuerdo antes del inicio del juicio con la rebaja de penas, que se ha hecho público ahora, aunque falta que el presidente del tribunal entregue al jurado el objeto de veredicto, que este tome su decisión y que se dicte sentencia.
Existe maldad
El fiscal, en su escrito de conclusiones, ha relatado que uno de los acusados derribó a la víctima de un puñetazo y que los demás, cuando estaba ya en el suelo e indefenso, le propinaron numerosas patadas por el cuerpo, las más graves en la cabeza.
Tras dejar al joven inconsciente en el suelo, los agresores se fueron del lugar, pero regresaron para robarle la bicicleta, que no ha aparecido, y la cazadora, que se puso uno de los acusados y que dejó a la víctima sin una prenda de abrigo que le protegiese del frío que hizo esa noche.
"Maldad hay, nadie lo discute, pero también es cierto que, en un momento, el grupo pierde la conciencia individual y se convierte en una máquina de hacer daño y hay circunstancias que explican, no lo justifican", ha añadido el fiscal, en alusión a la situación de los acusados, consumidores habituales de drogas y alcohol, con entornos familiares difíciles, sin trabajo y dedicados a la pequeña delincuencia.
Se trata, ha afirmado, de cuatro jóvenes en una situación "totalmente marginal", que "tenían un consumo repetido de alcohol y drogas, como aquella tarde", y "ese consumo les transformó en puros vándalos, en un grupo peligroso en el que tenían la sensación de sentirse superiores, con una pérdida de noción de la realidad y en un estado de euforia".
"Ojalá sea cierto que se arrepienten, (los acusados), queda en su conciencia, pero es bueno que lo hayan dicho ante la familia de la víctima", ha concluido.
El abogado de la acusación particular ha incidido en que la familia quiere que "caiga el peso de la ley" sobre los acusados, "pero sin visceralidad", por lo que ha aceptado la atenuante de la dependencia de sustancias que tenían cuando ocurrieron los hechos.
Los abogados de los acusados, en su última intervención, han señalado que todos eran consumidores de drogas desde hace años, alguno de ellos desde que tenía 12, y, cuando ocurrieron los hechos, "su única ocupación era beber y drogarse", según uno de los letrados.
"Tenían el cerebro totalmente afectado y no disponían de libertad volitiva", ha asegurado otro de los abogados; mientras que la representante del cuarto ha incidido en la discapacidad intelectual que tiene reconocida y que hace que cuente con "una inteligencia límite", agravada por el consumo de drogas.