Una ambulancia que circulaba sin pacientes y solo con el conductor como ocupante sufrió el mediodía de este miércoles un tremendo susto cuando circulaba por la Autovía de la Barranca (A-10), al sufrir el impacto de un buitre que rompió la luna delantera del vehículo, la atravesó y terminó malherido en el reposapiés de la zona del copiloto.

El buitre, dentro del habitáculo.

La luna de cristal quedó destrozada pero por suerte el conductor, un vitoriano que regresaba desde Pamplona a su domicilio tras haber completado su jornada, resultó ileso en el percance.

La ambulancia, de la empresa Nuestra Señora del Olmo de Azagra, sufrió importantes daños materiales. La Policía Foral acudió hasta el lugar, al igual que personal de la Protectora de Animales para hacerse cargo del buitre, que había resultado malherido pero no llegó a morir.

El buitre, dentro del vehículo.

"En un segundo vi salir a los buitres, escuché un pum y tenía a uno colgando del cristal"

Mikel Colmenero Flores, vitoriano de 55 años, lleva décadas al volante de ambulancias de todo tipo y viendo de todo tras tantas horas en el asfalto.

Este profesional de las emergencias regresaba el miércoles a su domicilio con la ambulancia de Nuestra Señora del Olmo, empresa de Azagra para la que trabaja desde hace tres años.

Lo hacía en torno a las 14.30 horas del mediodía tras haber completado varios traslados esa mañana y se encontró de bruces con lo nunca visto. Regresaba por la A-10, Autovía de la Barranca, y a la altura de la salida 24 hacia Bakaiku e Iturmendi, colisionó un buitre contra la furgoneta. 

No llevaba a nadie en el vehículo, pero si llega a tener ocupado el asiento del copiloto, la desgracia podria haber sido mayor. Mikel no sufrió heridas en el percance.

Mikel Colmenero, el conductor de la ambulancia y cocinero por afición.

Él narra que "volvía tranquilo para casa y por suerte no había mucho tráfico. Circulaba a 90 o 100 kilómetros por hora y vi salir una bandada de pájaros de una zona arbolada a mano derecha. Noté que volaban bajo y, de repente, en una fracción de segundo, escuché un pum y tenía a un buitre colgando de un agujero del cristal de la luna delantera. No hice ninguna reacción brusca. Vi lo que había pasado y me orillé hacia el arcén. En esa maniobra, el bicho, que estaba muy aturdido, acabó cayendo dentro del asiento del copiloto. Mientras, trataba de poner las luces de emergencia pero el animal tenía el pico justo donde los botones y estaba vivo, como para meter la mano ahí delante".

El buitre, dentro de ambulancia.

A continuación, llamó a la Policía Foral y también se acercaron desde la protectora de animales. "Al animal se lo llevaron vivo en un transportín. Y la ambulancia se la llevaron en una grúa a Azagra para cambiarle la luna".

El ave salió con vida del accidente.

Mikel comenta que mientras hacía el material grafico que acompaña esta noticia también estuvo a punto de presenciar otro accidente similar. "Me fijé que los buitres siguieron volando a baja altura mientras cruzaban la autovía. Salían de los árboles, hacían una pasada en vuelo y un animal estuvo a punto de chocar contra un camión, al que no le llegó a golpear por los pelos".