La situación no tiene discusión posible. Los nacimientos siguen en caída libre en la CAV y están en mínimos desde los años 70 del pasado siglo. Es una realidad de la que ni Álava ni Euskadi pueden escapar y que en cifras dice que el número de nacimientos en el primer trimestre de 2023 fue de 3.113 en el conjunto de la comunidad, lo que supuso un descenso del 5,6% respecto al mismo período del año anterior.
Todo ello deviene de las sucesivas crisis económicas, de la precariedad laboral de los más jóvenes o de la carestía insoportable de necesidades básicas como la vivienda que hacen que formar una familia de la tipología que sea se convierta en una utopía para muchos ciudadanos.
Cambio cultural
Pero también obedece a un cambio cultural en el que la descendencia ya no forma parte de la ecuación vital. Al respecto, ya hay estudios y estadísticas publicadas que explican que los hogares sin hijos en el territorio histórico alcanzan el 14,7%, incluyendo en la cifra los mayores de 65 años cuyos hijos han abandonado el hogar.
La estadística no deja de sorprender. Un frío análisis de los datos existentes aportados por el Instituto Vasco de Estadística, Eustat, indica que el número de nacimientos ha bajado en Álava un 9,7%, en Bizkaia un 6,9% y en Gipuzkoa un 1,3% y en concreto, en Bizkaia nacieron 1.580 niños, 1.042 en Gipuzkoa y en Araba, 491.
Tendencia a la baja
Y la tendencia podría seguir a la baja, ya que la cifra de nacimientos hace años que disminuye sin remedio aparentemente a corto plazo. En cambio, los hogares adultos, esto es cuyos miembros están entre los 35 y los 65 años, están aumentando. Actualmente representan el 9,5% del total de las familias alavesas.
No obstante, la analítica numérica requiere de matices importantes, ya que incluye tanto a las parejas jóvenes en edad reproductiva como a los alaveses de más de 35 años, también fértiles, pero que han decidido no tener hijos de manera consciente. Y este montante domina con claridad los datos. Según indican portavoces de Habits, herramienta de big data desarrollada por la consultora Ais Group con cerca de 2.000 indicadores económicos y sociodemográficos que ofrecen un retrato estadístico de la sociedad del Estado, en la franja de edad en la que la juventud empieza a dejar paso a la madurez se hace cada vez más evidente la existencia de parejas sin hijos o con estos viviendo ya fuera del ámbito familiar.
Perfil sociólogico
El perfil sociológico de las parejas maduras sin hijos se completa con variables como la disponibilidad económica de dos salarios. El citado análisis dice de estas realidades familiares que disponen de un poder adquisitivo medio-alto y con tiempo para gastar y disfrutar en las diferentes ofertas de ocio.Además, es la tipología humana más querida para el negocio de las diferentes entidades financieras y de grandes marcas.
Crece más de un 2%
Como conclusión general, el 15% de los hogares en el conjunto del Estado se integra dentro de esta tipología sociológica, que además mantiene una progresión al alza en los últimos años. Según los datos aportados, esta variable ha crecido 2,1 puntos porcentuales entre los años 2019 y 2022.
En el País Vasco este tipo de hogares –sin hijos y con cierta disponibilidad económicas– representan el 15,2% del total, lo que es apenas dos décimas superior a la media nacional. En Álava, esa cifra es ligeramente inferior (14,7%). Para José Manuel Aguirre, director de Relaciones Institucionales de la citada consultora, “tenemos un alto porcentaje de este tipo de familias, pero al contrario de lo que pasa en otros países, ya no son en su mayor parte el prototipo de pareja joven que forma su primer hogar”.
"Ttenemos un alto porcentaje de este tipo de familias, pero al contrario de lo que pasa en otros países, ya no son en su mayor parte el prototipo de pareja joven que forma su primer hogar”.
Ni el 6% de menores de 35 años
De hecho, solo el 5,8% de los hogares en el Estado se corresponde a menores de 35 años, cifra que en Álava se sitúa en el 5,2%. Esto es uno de cada tres de estas realidades familiares. Los otros dos tercios son de mayor edad, un 9,5% de las parejas en el territorio histórico.
Retrasar la emancipación
Mucho tiene que ver en esta disección las dificultades económicas y laborales que impiden a los más jóvenes independizarse e iniciar un proyecto vital por su cuenta. Y es que la edad de emancipación cada vez se va retrasando más. En 2022, la media de edad de las personas que se independizaban era de 30 años, frente a los 26 del conjunto de la Unión Europea, según recoge el Eurostat.
Y en Euskadi...
El hecho de que haya más de este tipo de familias adultas que jóvenes es un fenómeno que se da se da invariablemente en toda la geografía estatal. En el caso de País Vasco, las parejas jóvenes sin hijos representan un 5,4% y las adultas un 9,8%.
En el Estado
El porcentaje más alto se da en Extremadura, donde este tipo de hogares representa el 18% del total. Inmediatamente detrás están Cantabria, con un 16,7%, y Galicia, con un 16,6%. Por el contrario, la comunidad con menor presencia de esta tipología de familia es la de Madrid, donde suponen el 13,5% del total. Apenas una décima más es lo que representan en Navarra y en Canarias. A nivel de provincias, Cáceres es la que presenta una densidad mayor de hogares, el 19%. Le siguen Huesca y León, con un 18%. Y en el 17% están territorios como Tarragona, Cuenca, Teruel y Badajoz.
Por su parte, además de Madrid, los lugares donde estos hogares representan el menor porcentaje son Cádiz (12,6%), Valencia (12,9%), Las Palmas de Gran Canaria (13,2%) y Guadalajara (13,4%).