La Feria de la Primavera de Montaña Alavesa, o Feria de la Miel de Antoñana, es una de las ferias con mayor prestigio y antigüedad en el Territorio Histórico y buena muestra de ello será la avalancha de visitantes que se esperan durante esta jornada en Antoñana, la vigesimoctava, para disfrutar del programa previsto, de los productos alaveses y de los valores turísticos con que cuenta.

A partir de las once de la mañana los puestos y recursos previstos estarán abiertos, contando además con cómodos aparcamientos preparados por la Junta Administrativa de Antoñana, con el fin de facilitar el acceso de los peatones a los lugares donde se han colocado los stands de los artesanos agroalimentarios, así como de otros productos. El Presidente de la Junta, Esteban García Campijo, anticipaba que “este año son muchos más los puestos que se han instalado, porque los elaboradores se han dado cuenta de la cifra creciente de visitantes y de que hay un público muy fiel que viene a la Feria a comprar productos naturales”. Entre ellos, la miel, aunque este año parece más escasa.

Y es que no es de extrañar. La miel de Antoñana está amparada por el Label de calidad, ya que se trata de un producto muy distinto al que se puede comprar en tiendas y supermercados. De textura más clara, tiene un suave sabor que la hace apropiada, incluso, para comerla sola. De ahí la alta demanda en la Feria y en establecimientos especializados.

Junto a la miel, otros de los productos estrella de esta Feria de la Primavera en Antoñana serán los trabajos de artesanía, especialmente los relacionados con la madera, y los espacios dedicados a los otros productos agroalimentarios de la comarca: desde las morcillas a los quesos, los embutidos o las conservas. Un amplio panorama que se puede recorrer, degustar y comprar mientras acompaña la música de la txaranga.

Además de estos recorridos entre puestos, vecinos y visitantes también tienen la oportunidad de recorrer la ruta escultórica de Xabier Xantxotena y Pedro Mari Moraza, así como acercarse al edificio que acogió la vieja cárcel, convertida en la actualidad en una sala de exposiciones.

ruta de los asfaltos

Allí se puede disfrutar de la exposición La ruta de los asfaltos 1940-2020. Una iniciativa que cuenta con todos los respaldos del Gobierno Vasco, Diputación, ayuntamientos y concejos, pero que desde Antoñana se impulsó especialmente para poder ofrecer esa exposición sobre el proyecto de Geoturismo-Ruta de los Asfaltos San Román de Campezo-Bujanda-Antoñana-Ferrocarril Vasco Navarro (1940-2020).

Con esta ruta, que es sobre todo un programa cultural diverso que suma ocio y conocimiento, se quiere poner en valor el antecedente histórico de la extracción de roca asfáltica en las Minas de San Román de Campezo en los años 1940-1957, y su transformación en asfalto en la antigua fábrica de Antoñana, cuando se contaba para el transporte con el antiguo Ferrocarril Vasco-Navarro desde la estación de Antoñana.

Además, la Junta Administrativa de Antoñana, de una parte, apoyó la edición de un libro con motivo del 80º aniversario (1940-2020) de lo que fueron las minas de San Román de Campezo y la fábrica de Antoñana.

Y, por otra, se ha impulsado el diseño y preparación de una Senda sobre la Ruta de los Asfaltos entre las Minas de San Román de Campezo y las localidades de San Román de Campezo, Bujanda y Antoñana, que va a ser un complemento para disfrute paseando a pie o en bicicleta junto a la ruta del GR-1 que coincide en su trazado paralelamente.

En el primer caso, la documentación que ha sido clave para poner en marcha este proyecto es obra del estudioso Ángel Alda, que hizo un trabajo de recuperación de documentación y testimonios muy detallado, convertido en libro, En la ruta del asfalto/ Las minas de San Román de Campezo y la fábrica de asfalto de Antoñana.

En cuanto a la promoción de la ruta, la Junta administrativa de Antoñana ya habilitó, desde el año pasado, unos espacios en la antigua cárcel para exposición fotográfica y aperos de manipulación de la roca asfáltica, e instaló un proyector que emite un vídeo para que los visitantes puedan ver la historia de los asfaltos en la Montaña Alavesa. l