Minutos antes de que los toques de Retreta inauguraran las fiestas de Álava, las principales autoridades del territorio, representantes políticos y de todos los ámbitos de la sociedad se reunieron en el interior del Palacio foral para disfrutar del tradicional ágape de San Prudencio, que tras los dos años de parón obligado por la pandemia y la atípica edición del año pasado recuperó también ayer todo el color de antaño.

Asistieron a la cita el lehendakari Iñigo Urkullu y los consejeros del Gobierno Vasco Nerea Melgosa y Javier Hurtado, a quienes dio la bienvenida el diputado general de Álava, Ramiro González, que estuvo acompañado por la mayoría de su gabinete, entre ellas su número dos Pilar García de Salazar y la también teniente de diputado general, la socialista Cristina González.

Tampoco se perdieron el acto el alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran, con buena parte de la Corporación municipal y las cinco candidatas a la próxima Alcaldía, Beatriz Artolazabal, Maider Etxebarria, Rocío Vitero, Ainhoa Domaica y Garbiñe Ruiz; fieles a la cita también el presidente de las Juntas Generales de Álava, Pedro Elosegi, y la del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria, junto a procuradores, congresistas y senadores por Álava en Madrid –como Daniel Senderos o Estefanía Beltrán de Heredia–, así como parlamentarios de todos los grupos con representación en la Cámara de Gasteiz y representantes de las cuadrillas. El resto de candidatos a diputado general de Álava, Eva López de Arroyabe, Iñaki Oyarzabal y David Rodríguez, tampoco faltaron al evento.

Se dejaron ver también en el arranque festivo los máximos responsables del PNV en Araba y Euskadi, José Antonio Suso y Andondi Ortuzar, el secretario general de los socialistas vascos, Eneko Andueza, el obispo de Gasteiz, Juan Carlos Elizalde, el presidente de Fundaciones Vital, Jon Urresti, el presidente de Kutxabank, Antón Arriola, el presidente de la cofradía de la Virgen Blanca, Ricardo Sáez de Heredia, o empresarios como Josu Sánchez y Pepe Barreira.