El Consejo Regulador de Viñedos de Álava no se va a amilanar ante las situaciones a las que se ve abocado, ni va a frenar en su proyecto de poner en marcha cuando antes la nueva Denominación, según explicó ayer su presidente, Emilio Aguillo, de la Bodega Solar de Ayala, de Páganos, a DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA.
Fue el pasado sábado cuando Vitoria pudo ver la primera cara que se ponía a la denominación, “pero para la gente de la comarca éramos archiconocidos”. Aguillo explica que el sábado trataron de “reivindicar que estamos ahí y que peleamos por el futuro de la comarca”. Ese era el eslógan de la pancarta y de la manifestación que se llevó a cabo frente al Gobierno Vasco.
Para el presidente de la Denominación alavesa, “la comarca ha dejado bien claro que quiere una diferenciación con Rioja. Si acaso, no coincidimos en cómo hacerlo. Pero nadie, ahora mismo, puede cuestionar que en la comarca hay un altísimo porcentaje de viticultores y de bodegueros que quieren una diferenciación. Ahí no puede haber dudas ya”. Ante eso se reafirma en que entre los promotores de la nueva D.O. “vemos que hay una única vía posible, como es Viñedos de Álava, aunque otros piensan que hay que insistir en lo de Rioja Alavesa, y recuperar el nombre y hacer una Denominación de Origen dentro de ella”, como se insiste desde la Diputación Foral de Álava, y “eso es otra forma de entender esa diferenciación”.
Los promotores de esta iniciativa llevaron a cabo el proceso establecido para poder inscribir la nueva D.O. a través del Gobierno Vasco, que es a quien le corresponde realizar ese procedimiento. No fue a impulso del gobierno autónomo, sino de la asociación ABRA y de los propios empresarios interesados en dar ese paso. El procedimiento administrativo cubrió todas las fases y la documentación se remitió al Ministerio de Agricultura para que diera el último paso, que era la remisión del expediente a la Comisión Europea y a EUDIPO para proceder a la inscripción de la nueva Denominación.
El papel del Ministerio
Sin embargo, a poco de remitirse esa solicitud desde el propio ministerio, sin un criterio regulado por normativa, se pidió paralizar el procedimiento. “Entiendo que en un momento dado, alguien llama la atención o solicita parar el proceso. Y es que resulta absurdo que el Ministerio de Agricultura se oponga a Viñedos de Álava y en Madrid se diga ¡no me da la gana tramitarlo!”, argumenta Aguillo.
Para los promotores, la ley “les obliga y creo que Madrid lo hace porque alguien le obliga”. Añade que la carta que enviaron a Bruselas “es muy curiosa, porque yo creo que no lo pueden hacer, que el ministerio tenga potestad para saltarse las competencias del Gobierno Vasco”. Por eso considera que “es difícil de entender que por detrás hay una carta de un director de Agricultura, que no es un técnico, en la que dicen que como está prejudicializado el tema lo deben paralizar”.
Ante ese cúmulo de situaciones raras en Viñedos de Álava consideran que “lo que intentan es sencillamente parar esto, hacernos perder el tiempo y para ver si a lo largo del tiempo nos desmotivamos, abandonamos, nos morimos u ocurre alguna catástrofe… Pero, como ya sabemos, nos toca aguantar porque sabemos que esto es una carrera de fondo”.
Silencio en torno al expediente
Lo cierto en todo este proceso es que el tiempo va pasando y nadie sabe en qué situación se encuentra la solicitud. Por esa razón, desde Viñedos de Álava están barajando “a ver quién puede hacer la pregunta, o a través de qué procedimiento, para saber en qué situación se encuentra el expediente”. Aguillo confirma que “la carta del Ministerio sí que sabemos que está enviada. Lo que no sabemos es si la comisión técnica ha hecho caso o no, si se ha parado o no nuestro expediente. De momento, lo desconocemos”. Por esa razón, el siguiente paso de la nueva D.O. es tratar de averiguar en qué estado se encuentra el expediente y, si para ello es necesario recurrir a los europarlamentarios, no lo dudarán.
46 pioneros
Y es que este tema afecta a muchas personas y empresas. Es cierto que, sobre todo desde algunos espacios al otro lado del Ebro, se dice que Viñedos de Álava no representa prácticamente a nadie, que son dos o tres los interesados en esa Denominación.
A esa guerra de cifras no le prestan mucha atención en Viñedos de Álava. Aguillo insiste en que “el número de promotores no es lo importante, no es relevante en este momento, porque la ley que regula el proceso no lo fija como partida, ni obliga a confirmar si hay quorum o no. Entendemos y sabemos que no se señala así”.
Ese tema no es el importante en estos momentos, en el que el objetivo es completar el procedimiento que regula la creación de la nueva Denominación, afirma. “No entiendo la importancia del número, porque, aunque seamos más o menos, no tenemos más derechos. Por eso me parece absurdo lo del número”.
El presidente del Consejo Regulador recuerda que “inicialmente nos adherimos a este proyecto 46 bodegas hace cuatro años, aunque realmente comenzamos con esto hace ocho años ya. Lo que pasa es que el número real no lo vamos a saber hasta que no abramos la inscripción”. Y explica que una cosa es la intención, porque te parece bien el proyecto y lo firmas, y la otra es dar el paso, inscribirse en la nueva D.O.” Y ahí matiza que “puede ser gente que ya se mostró partidaria y otros que han tomado la decisión posteriormente, así que en la lista primera lista de inscritos podrá haber gente que ya estuviera o no en ABRA, o que apoyara inicialmente la Denominación o lo haga ahora”.
Insiste por tanto en que Viñedos de Álava “lo apoyamos 46 bodegas y viticultores inicialmente, pero el número real se conocerá cuando abramos el plazo de inscripción formalmente”.