Los cultivos, incluidos los viñedos, suelen padecer las consecuencias de las acciones de la fauna, especialmente conejos y corzos que, en esta época de brotaciones, se ven dañados porque esos brotes les sirven de alimentación.

Por esta razón, el departamento de Agricultura se ha visto obligado a declarar el área de emergencia cinegética temporal por perjuicios ocasionados por el conejo (Oryctolagus cuniculus) para la agricultura, ganadería y montes, en el Territorio Histórico de Álava.

La Orden que regula esa emergencia recuerda que la proliferación de daños en cultivos agrícolas producidos por el conejo en el Territorio, ha motivado durante los últimos años la concesión de numerosas autorizaciones para el control de esta especie cinegética en aplicación de lo establecido en la Ley 2/2011 de Caza, que posibilita la adopción de una serie de medidas de control que, en sí mismas, no son consideradas como una práctica cinegética al uso, sino como actuaciones para el control de determinadas especies con el objetivo principal de minimizar los daños producidos por ellas.

El objetivo principal de esta declaración es minimizar los daños, dotando de medios suficientes a las personas titulares de los terrenos cinegéticos, gestores cinegéticos, personas cazadoras, agricultores, y titulares de terrenos no cinegéticos, de cara a lograr una mayor eficacia en el control preventivo de los daños que esta especie viene produciendo de forma reiterada en determinadas zonas agrarias, y que principalmente afecta a los viñedos de la Cuadrilla de Rioja Alavesa.

Aunque la actividad cinegética ordinaria y los controles autorizados fuera de la temporada de caza han permitido, hasta cierto punto, controlar los daños por conejo, se ha podido comprobar, tal y como se refleja en el estudio técnico encargado por diputación en 2022 y titulado Estimación de la abundancia de conejo en Rioja Alavesa y propuesta de medidas de gestión que, en ciertas áreas, estas actuaciones no son suficientes para evitar los efectos negativos sobre los cultivos, por lo que se hace necesario implementar la medidas existentes que permitan en la comarca más afectada, Rioja Alavesa, abordar de una manera eficaz la problemática de la gestión de los daños.

Esto posibilita a las diferentes personas implicadas, la ejecución de un control más ágil y eficaz, pudiendo actuar preventivamente para reducir el tamaño de estas poblaciones a niveles de equilibrio, sin consecuencias negativas para el resto de especies silvestres, especialmente las amenazadas, ni tampoco para la propia población de conejo, más allá del fin perseguido con el control por exceso puntual de su población.

Para facilitar ese control se ha procedido a declarar el área de emergencia cinegética temporal por perjuicios ocasionados por el conejo para la agricultura, ganadería y montes, para reducir el riesgo y daño causado, en los municipios de la Cuadrilla de Rioja Alavesa: Baños de Ebro, Elciego, Elvillar, Kripan, Labastida, Laguardia, Lanciego, Lapuebla de Labarca, Leza, Moreda de Álava, Navaridas, Oion, Samaniego, Villabuena de Álava y Yécora.

Conejos híbridos

Este, sin embargo, no es el único problema con los conejos como protagonistas. COAG, en la que está integrada la UAGA, ha ha advertido de una inédita plaga de conejos híbridos, agravada por la sequía, que ya ha disparado las alarmas entre miles de agricultores.

Detallan que es una mezcla de conejo de monte con doméstico. Más grande, más voraz y con mayor capacidad para procrear. Se ha convertido en un problema muy serio que a las administraciones se les ha ido de las manos. Avisan que ya hay más de 1.400 municipios afectados en diez Comunidades Autónomas y un millón de hectáreas han sufrido algún tipo de daño con pérdidas que se elevan por encima de los 800 millones de euros.

Cada hembra puede tener 7 camadas al año, con una media de 6 crías, que en los casos más prolíficos pueden llegar a 13-14.

Para COAG, la situación es crítica y desesperante. “Nos enfrentamos a una inédita plaga de conejos híbridos nunca antes vista. Es una mezcla de conejo de monte con doméstico. Más grande, más voraz y con mayor capacidad para procrear. Ha habido irresponsabilidad por parte de los ciudadanos (que abandonan conejos domésticos cuando se cansan de ellos como mascota y los echan al campo) y de las mismas administraciones, que han intentado moldear de forma artificial el mundo natural, permitiendo la proliferación de conejos sin control para alimentar a especies en peligro de extinción como el lince. La situación se les ha ido de las manos y ahora los que estamos pagando las consecuencias somos los agricultores y ganaderos”, subrayó Javier Fatás, responsable de Medio Ambiente y Fauna Salvaje de la Ejecutiva de COAG.

Además, la sequía y el verano agravarán el problema. Los conejos arrasan la flora salvaje y se adentran en las zonas de cultivo en busca de más comida. Las altas temperaturas serán caldo de cultivo para que proliferen otro tipo de plagas y enfermedades ligadas a la sobre población de conejos, derivando en una problemática de sanidad animal y humana. “Es el caso de las garrapatas. Las aves migratorias provenientes de África las traen y los conejos se infectan de las mismas en los humedales. A partir de ahí, alojadas en sus orejas, las distribuyen a lo largo y ancho del medio rural. Ya ha habido casos de agricultores y senderistas hospitalizaciones por picaduras de las mismas”, señalan desde esta organización agroganadera.