Durante los dos próximos fines de semana retornarán al Valle de Ayala dos de sus ferias agro-ganaderas de mayor relevancia; este domingo a Okondo, la feria del caserío y, a Laudio el próximo viernes 31, la de Viernes de Dolores.
Sin embargo, el sector primario no está para muchas celebraciones. Según datos de Eustat en la CAV desaparecen entre 5 y 6 explotaciones agroganaderas a la semana, especialmente vulnerables las de menos de 5 hectáreas y especialmente vulnerables la lideradas por mujeres. Asimismo, según el estudio Duina llevado a cabo por Biolur, el sector primario vasco que trabaja en modelos agroecológicos no llega ni de lejos a las condiciones salariales propuesta por la Carta de Derechos Sociales para un sueldo mínimo digno, con jornadas laborales que superan entre el 10% y el 53% las 40 horas semanales.
El envejecimiento es palpable y en estas condiciones no hay posibilidades de relevo. Algo a lo que hay que añadir que, según COAG, mientras el IPC alimentario no deja de subir, la diferencia entre precios de origen y destino ha aumentado un 65%. Esto es, el consumidor paga más pero las productoras cobran menos. De hecho, el sector primario ha perdido en los últimos años un 38% del Valor Añadido Bruto de su actividad.
“No es casualidad, y no son sólo dinámicas globales que escapan a nuestro control. El germen de que está acabando con nosotros nace en lo local, y nace de decisiones como el cierre del Matadero Municipal o la interpretación hiper estricta de la normativa sanitaria para mercados”, subrayan desde la plataforma SOS Baserriak, en referencia a Laudio; al tiempo que añaden que “las decisiones políticas no son neutras, y el día a día deja bien a las claras por qué modelo de distribución alimentaria apuesta cada cual”.
Baserritarras “ahogados”
Y es que si desde lo local se elimina el único canal que tienen los pequeños baserritarras para el sacrifico de sus animales de manera autónoma a las grandes corporaciones o se obstaculiza el canal de venta tradicional, “no podemos extrañarnos de que desaparezcan caseríos una semana tras otra”, opinan.
Por todo ello, urgen a que el nuevo ciclo que se abre a partir de mayo “sea encarado por todos los agentes políticos con valentía, y se tomen las decisiones estructurales correctas para garantizar la pervivencia del sector productor agroalimentario local y no para beneficiar a la gran distribución. En igualdad de condiciones, como los productores de alimentos que somos y no como el atrezzo folclórico de un día de feria”, apostillan desde SOS Baserriak.