La primera bioimpresora 3D de altas prestaciones multifuncional de Euskadi ha creado ya sus primeros medicamentos y prototipos biológicos. El grupo de investigación NanoBioCel de la Universidad del País Vasco  y el centro de investigación y desarrollo tecnológico TECNALIA se encuentran al frente de este proyecto pionero, APD-Advance Pharma Development, que cuenta con el apoyo de la Diputación Foral de Álava, y que va a permitir el desarrollo de terapias personalizadas, sobre todo en el ámbito pediátrico, en el envejecimiento saludable y en la medicina regenerativa e ingeniería de tejidos, para poder dar servicio a la industria farmacéutica y al sector sanitario.

Capacitada para estructuras complejas

La bioimpresora permitirá obtener estructuras tridimensionales de órganos y tejidos y formas farmacéuticas realizadas mediante tecnologías de fabricación aditiva.

Gracias a la presencia de cabezales de impresión de extrusión, chorro de tinta y termofusión, la biompresora es capaz de fabricar estructuras 3D complejas, compuestas por cualquier combinación arbitraria de materiales biológicos y células.

Además, con la incorporación de técnicas de electrohilado y electroescritura, se ha adentrado en la regeneración de tejidos y la fabricación de biodispositivos sanitarios avanzados. A lo largo del presente año, a su vez se adquirirán nuevos componentes basados en tecnologías microfluidicas para ampliar el campo de aplicación de la bioimpresora a la resolución de nuevos retos biomédicos.

Y es que la impresión 3D abre una vía a la medicina personalizada para situaciones especiales y pequeños grupos de pacientes que no pueden ser tratados con las formas farmacéuticas clásicas y comercializadas.

Tal es el caso de la población pediátrica, en la que se necesita una dosificación específica dependiendo del peso y la patología y que la impresión 3D puede resolver. Otro grupo de interés son los pacientes que deben ingerir diferentes fármacos de forma crónica y la impresión 3D puede unificar esas dosis en un único comprimido. En el ámbito de la ingeniería de tejidos y medicina regenerativa se está trabajando en el diseño de cartílago, hueso, piel y tendón a través de diversos proyectos.

Durante este año y 2024, los investigadores se centrarán en la fase experimental y evolución del software e inteligencia de la máquina, con el objetivo de que hospitales y unidades de farmacia puedan contar con bioimpresoras para la fabricación de imprimidos y bioestructuras.

En definitiva, el proyecto responde a la apuesta de TECNALIA por ofrecer a la industria farmacéutica un apoyo integral en la I+D de medicamentos y desarrollando tecnologías para los procesos de impresión 3D de medicamentos en medicina personalizada. En el caso de la UPV/EHU, el desarrollo de este proyecto permitirá incorporar nuevos investigadores al grupo de investigación Nanobiocel a través de la iniciativa Ikerbasque, así como dotarse de infraestructuras científicas que le permitirán desarrollar proyectos biomédicos avanzados.

Visita institucional

Esta mañana han visitado las instalaciones ubicadas en el Centro de Investigación Lascaray del Campus de Álava de la UPV/EHU y han podido ver en funcionamiento la bioimpresora el diputado general de Álava, Ramiro González, la teniente diputado general de Álava y diputada foral de Desarrollo Económico y Equilibrio Territorial, Pilar García de Salazar, la vicerrectora del Campus de Álava, Manoli Igartua, y el director de Estrategia, Mercado y Tecnología de TECNALIA, Agustín Sáenz, acompañados por los responsables operativos del proyecto el Doctor Jose Luis Pedraz, investigador principal del grupo Nanobiocel de la Facultad de Farmacia de la Universidad del País Vasco, y la Doctora Eider Larrarte, directora de Pharma Labs en Tecnalia.