Atendiendo a los registros de prevalencia, entre 17.000 y 25.000 alavesas conviven con esa pesada losa en forma de enfermedad crónica llamada endometriosis, que hoy celebra su Día Mundial.
La patología, causada por el crecimiento anormal de un tejido similar al revestimiento interior del útero fuera del mismo, deriva en la formación de nódulos, quistes, adherencias y otras lesiones que provocan un fuerte dolor pélvico, abdominal y menstrual, así como náuseas o fatiga. Sus causas todavía hoy se desconocen.
Las investigaciones sobre esta dolencia y los avances en su detección precoz, que sigue siendo la “mayor preocupación” de las afectadas, están logrando mejorar poco a poco su calidad de vida, aunque todavía quedan muchos retos pendientes en los ámbitos de la visibilidad y la clínica que asociaciones como EndoEuskadi no se cansan de poner sobre la mesa.
Síntomas normalizados
“Estamos bastante mejor que hace un año. Hay muchísimos avances, pero los síntomas se siguen normalizando”, apunta en conversación con este periódico su presidenta, Susana González.
Este hecho retrasa los diagnósticos y, en definitiva, impide a las afectadas amortiguar sus molestias.
Por fortuna para ellas, tener que someterse a una cirugía ya no es requisito indispensable para acceder a los tratamientos, como sí sucedía hasta hace “muy poco”.
“Estamos bastante mejor que hace un año. Hay muchísimos avances, pero los síntomas se siguen normalizando”
La unidad de referencia para las pacientes alavesas se ubica en el Hospital de Cruces, donde se está desarrollando además un proyecto de investigación en torno a la detección precoz basado en el empleo de biomarcadores.
El propio hospital público ha habilitado recientemente esta web con todo tipo de información para las pacientes: https://osieec.osakidetza.eus/esano/endometriosis/.
González, con todo, reclama “protocolos claros” en la atención a las afectadas con la elaboración de una guía para todas las especialidades médicas encargadas de su abordaje.
Y recuerda que, más allá de la labor médica, los síntomas de la endometriosis pueden mejorar mucho con fisioterapia, una dieta específica, ayuda psicológica y autocuidado.