Llegaron a Vitoria el 1 de marzo con la idea de compartir sus experiencias al frente de explotaciones agroganaderas con otras mujeres del mundo rural alavés. Invitadas por la asociación de mujeres rurales de Álava Gure Soroa, 25 agricultoras y ganaderas asturianas han pasado tres intensas jornadas visitando cultivos, granjas e industrias alimentarias gestionadas por mujeres como ellas. Han compartido inquietudes y experiencias, y han llegado a la conclusión de que, con matices por las diferencias geográficas de cada territorio, en el fondo, comparten las mismas trabas y problemas a la hora de mantener en pie sus negocios.

“Alucinaron con la extensión de los campos de cereal de Álava y con la llanura del terreno; han sido tres días muy intensos y gratificantes”

Dificultades para un sector en horas bajas que se agudizan con las enormes trabas burocráticas que imponen las instituciones, el ingente papeleo que exigen y con el problema de los bajos precios de venta de los productos del campo en comparación con los altos costes de producción, enumera Maricarmen Dovale, de Gure Soroa.

“A veces, te dan ganas de abandonarlo todo”, reconoce. Por contra, entre las diferencias detectadas entre las explotaciones de uno y otro territorio, cuentan las mujeres asturianas que en el principado hay más ganado, con lo que ello implica... “La agricultura es más llevadera, no tan esclava”, apunta Dovale. Y las tierras de cultivo son más pequeñas.

Alucinaron con la extensión de los campos de cereal de Álava y con la llanura del terreno”, subraya. También la dispersión es mayor en la zona rural asturiana, más alejada de ciudades y núcleos de población. “Nuestros caminos rurales para ellas son, en ocasiones, carreteras”.

Agroganaderas de Asturias visitando explotaciones de mujeres alavesas en el evento organizado por Gure Soroa Gure Soroa

De llanada a Rioja Alavesa

El primer día visitaron una explotación de vacuno de carne en Valdegovía y una empresa conservera en Kuartango. La segunda jornada transcurrió por la Llanada, con paradas en una instalación de pollos, un invernadero de plantas y hortalizas en las que también producen alimentos y crían pollos y cerdos, una ganadería de vacas de leche en Larrea, una quesería en Egino y una planta de elaboración de compost en Narvaja.

“Se han ido con buen sabor de boca, aunque les ha sabido a poco, nos han faltado días”

Una “intensa y enriquecedora” jornada de trabajó que finalizó con una cena de hermandad para cuarenta mujeres en un restaurante del polígono industrial de Jundiz, con tiempo suficiente para contrastar impresiones sobre la marcha del sector primario alavés y asturiano.

El último día, las agroganaderas asturianas visitaron en Rioja Alavesa una bodega en Samaniego y el trujal de aceite de oliva La Equidad de Moreda.

Momentos compartidos entre mujeres alavesas de Gure Soroa y de la asturiana asociación de mujeres campesinas. Gure Soroa

“Explotaciones e industrias lideradas por mujeres, salvo el trujal, pero tenían mucho interés por verlo, al igual que una bodega, ya que alguna de ellas se plantea elaborar vino en la zona de Cangas”, apunta la portavoz de Gure Soroa. “Se han ido con buen sabor de boca, aunque les ha sabido a poco”, reflexiona. “Nos ha faltado tiempo, cuando nosotras fuimos a Asturias estuvimos algún día más y se nota”, argumenta.

A las mujeres de Gure Soroa les hubiera gustado mostrar a sus invitadas algo de alimentación ecológica y sal de Añana. Con todo, “nos alegramos de que nos hayan devuelto la visita; otras veces hemos ido a Extremadura, Navarra..., pero luego ellas no han venido”, explica. En cambio, en esta ocasión, los lazos adquiridos les hacen pensar ya en un viaje conjunto de agricultoras asturianas y alavesas al campo andaluz.