Cruz Roja, una de las organizaciones más activas en todo lo que tiene que ver con la acogida y la atención a las personas desplazadas desde países en conflicto, sumidos en crisis humanitarias o donde se persigue a la población por motivos políticos, religiosos o de diversidad sexual y de género, ha tenido un ejercicio 2022 de lo más intenso.

Según los datos facilitados por la ONG a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, un total de 130 personas pasaron por alguno de los recursos de acogida que gestiona en el territorio a lo largo del pasado ejercicio, un importante número al que se sumaron otros 29 migrantes que transitaron a una segunda fase de autonomía –en la que ya alquilan un piso y comienzan a independizarse–.

En total, la entidad cuenta en la provincia en la actualidad con 78 plazas para acoger a personas desplazadas.

Solicitudes 'in crescendo'

“Las solicitudes han crecido”, subraya la responsable de Asilo y Atención Humanitaria de Cruz Roja en la CAV, Nahia Díaz de Corcuera, quien sin embargo celebra que la organización ha podido mejorar su capacidad de respuesta.

“A partir de marzo del 22, cuando llegaron las personas de Ucrania, el sistema se ha ido ampliando en cuanto a las capacidades. Para darles respuesta tanto a ellas como a otras, y eso ha contribuido a reducir los tiempos de espera desde la petición de asilo hasta el inicio del itinerario de inserción”, apunta Díaz de Corcuera.

"Los tiempos de espera desde la petición de asilo hasta el inicio del itinerario de inserción se han reducido"

Nahia Díaz de Corcuera - Cruz Roja

El “objetivo” ahora para la responsable de Asilo para por “poder continuar con todos los recursos” de los que la organización dispone en este momento, “para que todas las personas que sigan llegando puedan beneficiarse del sistema y puedan trabajar su autonomía”.

En definitiva, “para que a corto y medio plazo tengamos personas insertadas en la sociedad, con trabajo o al menos con una autonomía económica”, resume.