La Diputación de Álava ha decidido otorgar al exjugador y entrenador de baloncesto Pablo Laso la mayor distinción que concede la institución. Se trata de un reconocimiento “a los valores personales y deportivos que ha transmitido durante toda su carrera, siempre poniendo como base el trabajo en equipo y la colaboración”, ha explicado el diputado general. Ramiro González será el encargado de entregarle este reconocimiento el 28 de abril, día de San Prudencio, como viene siendo habitual.
Pablo Laso Biurrun nació en Vitoria en 1967 y desde muy joven mostró su habilidad para el baloncesto. Formado en el colegio San Viator, debutó como profesional con Saski Baskonia la temporada 1984-85, donde su gran visión de juego y su capacidad para hacer mejores a sus compañeros con grandes pases le convirtieron en un gran referente para la afición y para el territorio alavés, apunta el gobierno foral.
En 1995 por fin le pudo brindar un gran éxito a su club, consiguiendo la Copa del Rey, donde fue, además, nombrado mejor jugador de la final. Pero su retirada como jugador no fue un punto y final. Como bien ha explicado en muchas ocasiones, Pablo Laso “sentía que tenía que devolver al baloncesto todo lo que me había dado a mí”.
Durante su carrera desarrolló valores, formas y estilos de juego muy marcadores que ha sabido trasladarlos a sus equipos como entrenador.
Su forma de motivar
"Uno de los valores más destacados es, sin duda, luchar en equipo por un objetivo común. Su capacidad para transmitir el inconformismo, la ambición bien gestionada y el trabajo grupal a los jugadores que han pasado por sus manos le ha permitido ganarse el cariño de las grandes estrellas del baloncesto mundial, que no dudan en destacar que su forma de motivar ha sido clave a la hora de tener éxito en sus carreras", señala Ramiro González.
"El éxito y el reconocimiento no han cambiado los valores de este ilustre alavés, que sigue representando al territorio allá donde va, sin olvidar nunca sus orígenes"
Esta conexión con los equipos que ha entrenado le han permitido triunfar como entrenador y convertirse en uno de los técnicos más laureados de la historia, con 22 títulos desde el banquillo: 6 Ligas, 6 Copas del Rey, 7 Supercopas, 2 Euroligas, y 1 Copa Intercontinental.
Éxito y reconocimiento
"El éxito y el reconocimiento no han cambiado los valores de este ilustre alavés, que sigue representando al territorio allá donde va, sin olvidar nunca sus orígenes", subraya la Diputación. Por ello, sus valores, su forma de trabajar y motivar y su legado, un referente para los jóvenes que durante los últimos años se han formado como deportistas y, sobre todo, como entrenadores, que han aplicado su buen hacer en su día a día, orgullosos de que un alavés les sirva de guía con su éxito.