La sidra de Álava quiere dar un paso más, y grande, para diferenciar su materia prima, las manzanas, y la sidra resultante, para que ambos elementos identifiquen plenamente a Álava desde su ADN, algo que se ha destacado como “la primera vez que se logra” por los propios productores.

Hace unas semanas DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA publicaba la presentación en Kuartango de la primera sidra alavesa, Alaba, que procede exclusivamente de manzanos oriundos del territorio histórico.

Benito Peciña, propietario de una de las sidrerías de Álava, la de Kuartango, ha sido el promotor de esta iniciativa. Gran conocedor del negocio, ya que Peciña lleva veintitantos años dedicándose a la sidra, comentaba a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA que en gran medida los sidreros utilizaban patrones guipuzcoanos y, en menor cantidad, de otras procedencias del País Vasco.

Brindis tras la presentación de la iniciativa. En el recuadro, cartel que anuncia la nueva sidra. 2 f Pablo José Pérez

Ahora ha querido asumir el reto de dar a la manzana alavesa el valor que puede tener con un cultivo y un uso adecuados y para ello, de las variedades alavesas con que cuenta en sus parcelas, seis de las cuales están autorizadas por el Euskal Sagardoa, ha elaborado con manzanas greñas, manzana-pera (udare-sagarra), quesillo y mocetas una edición limitada de 1.000 botellas, algunas de las cuales se abrieron para la presentación.

Satisfacción

Entre los asistentes, mucha satisfacción: “Les ha encantado”, afirmaba Benito Peciña, “han apreciado diferencias y han podido comprobar la singularidad de esta primera iniciativa alavesa”. Sidra de fuego Para enriquecer el acto de presentación, el sidrero también compartió unas botellas de su premiada Sidra de fuego, reconocida con oros en certámenes internacionales y una buena muestra de que en Álava se logra la calidad agroalimentaria.

La idea que se baraja ahora con la utilización de las manzanas alavesas es ir ampliándolo, dando el valor que realmente tiene el producto. Señalaba Peciña que en una hectárea de viñedo se producen 6.500 kilos de uvas, que este año se han pagado a menos de un euro. Por su parte, en una hectárea de manzanos se logran unos 20.000 kilos que se pagan a 35 céntimos. – P.J.P.