La iniciativa Araba in Progress, y por ende, Araba Helburu, entran en su recta final. El proceso participativo para hacer a la sociedad alavesa partícipe en las políticas públicas del Territorio y su consiguiente proceso de reflexión han culminado tras meses de propuestas, diálogos y reflexiones que han ofrecido a la Diputación Foral de Álava claves para diseñar las futuras políticas públicas de la institución.

Líneas de actuación

Durante ese proceso de trabajo, se priorizaron las líneas de actuación que debían ser impulsadas por la Diputación Foral de Álava y se identificaron dos líneas estratégicas que han marcado la trayectoria del territorio alavés por su alta especialización y su referencialidad: las políticas vinculadas al medio ambiente y las políticas sociales, especialmente de los cuidados.

La puesta en marcha en 2021 de Araba Helburu, un proceso de construcción compartida, representó el compromiso de la Diputación Foral de Álava de abrir de forma permanente a la sociedad el gobierno del Territorio y contó con la participación de 237 agentes de los cuatro ámbitos de actuación identificados como prioritarios: economía y empleo, acción por el clima, políticas sociales, gobernanza y digitalización.

Ocho diálogos

De ahí surge Araba in Progress, una apuesta de continuidad por acercar a la sociedad el gobierno del Territorio y conformada por 8 diálogos entre la comunidad científica, la administración y la sociedad civil en el ámbito de los cuidados y de la acción por el clima. “En un contexto de incertidumbre como el actual, marcado por las consecuencias de la pandemia, el envejecimiento de la población que configura otro tipo de sociedad, por el impacto de la guerra de Ucrania, la transición energética acelerada por el impacto del cambio climático y la dependencia de terceros países, la Diputación apuesta por dos iniciativas tractoras que determinan el progreso de las sociedades presentes y futuras: el cuidado del territorio y el cuidado de las personas”, ha explicado el diputado general de Álava, Ramiro González, antes de proceder a dar a conocer las conclusiones del proceso.

Durante el desarrollo de los ocho diálogos, en los que han participado más de 100 personas, se han identificado consensos y unos principios rectores para la gestión del territorio sobre los que pensar una gobernanza sostenible, colaborativa y anticipatoria.

Estas reflexiones han expuesto 18 claves en el ámbito de la acción por el clima y 16 más en el ámbito del cuidado de las personas que servirán como base para diseñar las futuras políticas públicas de la Diputación Foral de Álava.

Cuidado del planeta

Entre las claves detectadas destaca la necesidad de cuidado del planeta para generar un futuro sostenible donde prima el bienestar. Para ello se propone, en primer término el uso de energías renovables, ya que la dependencia de los combustibles fósiles hace a nuestro sistema económico y nuestro bienestar absolutamente vulnerable. Por el contrario, las energías renovables son la herramienta más eficaz para aumentar nuestra autosuficiencia y limitar la dependencia de la importación de energías fósiles.

Por ello es preciso definir hojas de ruta que nos permitan ir eliminando estas dependencias y superando las contradicciones. Además, hay financiación, tecnología, concienciación y voluntad política para acelerar la transición hacia las renovables, pero para avanzar con éxito hay que profundizar en la gobernanza: alinear a los actores políticos (ejecutivo y legislativo), económicos, y sociales en aras de un objetivo común que es la sostenibilidad y las energías renovables.

Sin embargo, se plantea que la administración ha de agilizar de manera urgente los procesos administrativos y burocráticos para que no sean una traba que desincentive el desarrollo de los proyectos de energías renovables.

Eficiencia energética

Un segundo bloque de claves se refiere a la eficiencia energética y se plantea que resulta fundamental la colaboración público-privada- social para avanzar en iniciativas de eficiencia energética.

Además hay que intensificar la información en materia de eficiencia energética, especialmente información para la ciudadanía. Es importante que la administración proporcione información sobre diferentes medidas de eficiencia energética y que sea un referente con el impulso de medidas de eficiencia energética en la administración.

A esto se suma el garantizar productos eficientes y sostenibles a precios competitivos para garantizar la cohesión social. Si queremos avanzar en la descarbonización, la clase media debe poder acceder a los nuevos productos o servicios. Y un ejemplo concreto de movilidad sostenible es el vehículo eléctrico. Unas y otras medidas generarán valor industrial y puestos de trabajo en el territorio alavés.

Sector primario

Los consumidores son un actor clave cuando se habla de sector primario. No se puede hablar de producción sin pensar en consumo. Urge un cambio de mentalidad en los consumidores: integrar nuevas cadenas de valor en los productos relacionadas con el cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad y recuperar conceptos como el de la proximidad y temporada.

Sed plantea la necesidad de pasar de los modelos de producción agrícola lineales a modelos de producción circulares. Para ello se hace necesario el impulso de la tecnología debe ir acompañada de formación, de facilidades para su desarrollo y su utilización por parte de los diferentes agentes del sector primario. Tiene que haber un cambio de voluntad que oriente los esfuerzos al acompañamiento de agricultores y agricultoras sin perder de vista la rentabilidad del propio sector.

Biodiversidad

Álava puede ser un paradigma en materia de biodiversidad. Y es que si la Estrategia europea de Biodiversidad señala que Europa debería tener el 30% del territorio dentro de la red natura 2000; Álava está cerca de alcanzarlo con un 28% de su territorio.

Esto requiere mantener un equilibrio que permita ser competitivos en materia industrial y medioambiental al mismo tiempo. Araba tiene la singularidad de que con un 28% del territorio en la Red Natura 2000, también es el territorio con mayor peso industrial de Euskadi, con un peso de la industria en el PIB muy relevante.

Con todo, se mantiene un desarrollo económico que se equilibra con la conservación y desarrollo de los ecosistemas, lo cual garantiza el bienestar de la población y la justicia social. En este sentido, el marco competencial de las Diputaciones en materia de biodiversidad y espacio natural es relevante.

Cuidado de las personas

El plan de trabajo busca situar a Álava en el epicentro del bienestar. Por ello asume los retos que plantean el envejecimiento y la soledad no deseada. Por ello destaca que al hablar de envejecimiento hay que considerar dos dimensiones: el mundo rural y la perspectiva de género. Las mujeres se siguen encargando mayoritariamente de los cuidados (feminización de los cuidados).

Salud mental

Del análisis realizado con la propia sociedad no olvida que la pandemia ha hecho aflorar el problema de la salud mental con una incidencia alarmante dentro de la población más joven. Por ello, desde la Diputación se debe reforzar y mejorar la atención mental. Se trabaja a domicilio con personas con enfermedades mentales graves y a nivel comunitario con programas socioeducativos que desarrollan diferentes asociaciones, pero faltan recursos. En esa línea, se trabaja también en generar recursos específicos para atender situaciones que se dan en el medio rural, dar respuesta al estigma de la salud mental en el medio rural, y las problemáticas que se dan entre la población joven. Y, en general, se reconoce que los recursos existentes están lejos de las ratios de psicólogos / población que recomienda la OMS.

Pero se trata de ir más lejos: de reconocer el trabajo de las asociaciones que trabajan en el cuidado y la atención a las personas mayores, impulsar la protección de los mayores, ya que hoy en día es una reivindicación mayoritaria de la sociedad. El Plan no ilvida que se ha pasado de un modelo residencial a un modelo comunitario. De las grandes residencias pasamos a los servicios en la comunidad con la implicación de las familias y al apoyo de los profesionales.

En este sentido adquieren un gran valor nuevos elementos de apoyo claves para el cuidado de personas mayores: ambiente inclusivo, autonomía y elección personal, redes generales de salud integral y apoyos especializados con profesionales bien pagados. Pero es preciso profundizar en los modelos de cuidados de larga duración, apostar por políticas e iniciativas de bienestar y calidad de vida de las personas a lo largo de la vida para llegar en las mejores condiciones a la vejez y realizar campañas de divulgación y sensibilización sobre la imagen de la vejez (contra el edadismo). Hay tantos tipos de vejez como personas, el 80% de las personas mayores son totalmente autónomas.

Ecosistema de cuidados

Por último, la iniciativa Araba in Progress plantea un ecosistema social de cuidados. En ese sentido se recuerda que la Diputación proporciona cuidados a lo largo de la vida: atiende a personas mayores, pero también a personas con enfermedades mentales o discapacidad intelectual y a personas en desprotección (mujeres víctimas de violencia o menores tutelados).

En ese sentido, la voz de las personas usuarias y sus entornos familiares tiene que ser escuchada, e impulsar sistemas de medición y seguimiento de resultados. Lo que no se puede medir no se puede objetivar. El bienestar no es sólo la salud, son diferentes elementos que trascienden las necesidades más básicas de las personas.