Los oídos sordos de la municipalidad marroquí de Tánger a las ocho multas coercitivas impuestas por el Consistorio del Gasteiz ante la falta de mantenimiento en el palacio Álava Esquível de su propiedad, abocan a una solución como la ejecución subsidiaria de las obras que terminen con el progresivo estado de deterioro del inmueble del siglo XVI.

Una vez alcanzado ese escenario a mediados del próximo año, cuando se agote el plazo de la decena de multas remitidas desde el Ayuntamiento de Gasteiz y sin que Tánger asuma el coste y desarrollo de esas obras corresponderá a la Diputación de Álava su ejecución en cumplimiento de la Ley de Patrimonio Cultural Vasco. Así se estipula en el artículo 29.2 al señalar cómo en caso de “incumplimiento por parte de los titulares de los deberes de conservación, las diputaciones forales, de oficio o a instancia del Departamento del Gobierno Vasco competente en materia de patrimonio cultural”, concretó ayer la concejala de Territorio, Ana Oregi, en respuesta a una pregunta de EH Bildu.

La institución foral podrá ordenar la ejecución de las medidas que resulten precisas “para evitar la pérdida del bien en cuestión o para revertir los daños ocasiones sobre el mismo”, apostilla el apartado c de esa segunda parte del artículo 29. Queda autorizada la Diputación para realizar las intervenciones necesarias que resulten “inaplazables” para asegurar la integridad del bien. Se intuye que esa intervención sobre el señorial inmueble puede resultar onerosa, aunque se contempla en el articulado de la ley que el coste “deberá ser asumido por el obligado a conservar el bien, pudiendo requerirse por vía ejecutiva”, indicó Oregi leyendo uno de los pasajes.

Exterior del Palacio Álava-Esquível de la calle Herrería Redacción DNA

Sin respuesta de la propiedad

La cuestión del estado del palacio Álava Esquível volvió a salir al primer plano ayer en una pregunta del portavoz de EH Bildu, Félix González. Cuestionó sobre las posibles conversaciones con responsables de Tánger para conocer su disposición a abonar las multas enviadas hasta la fecha.

No aportó buenas noticias Ana Oregi al señalar cómo el pasado mes de septiembre se procedió a remitir a la municipalidad marroquí la octava multa. Como la siete anteriores asciende su importe a 34.000 euros y el total de la deuda alcanza ya los 272.000 euros, a los que hay que añadir otros 20.000 por los costes derivados de la redacción de proyecto para la intervención subsidiaria.

A día de hoy no existe ningún contacto con Tánger después de que en los meses estivales un representante de la municipalidad alauita se personara en Gasteiz y visitara, incluso, Álava Esquível. “Nos llegó a pedir el número de cuenta del Ayuntamiento, se interesó por el volumen de la deuda y se comprometió a abordar un calendario de pagos”, resumió Oregi. Sin embargo no se ha confirmado pago alguno y el listado de multas sigue aumentando hasta llegar a ese tope de diez.

Viviendas turísticas

La oposición frena la modificación

  • Rechazado. Los votos en contra de EH Bildu, Elkarrekin Gasteiz y la abstención del PP paralizaron ayer la aprobación provisional de la modificación estructural del Plan General de Ordenación Urbana referido a las viviendas para uso turístico y habitaciones en viviendas particulares. El equipo de gobierno (PNV-PSE) se quedó solo en su intención de posibilitar la utilización para este fin de la planta baja de las viviendas y las primeras alturas de los inmuebles, sin incluir las del Casco Medieval. Este punto fue el argumentado por toda la oposición (EH Bildu, PP y Elkarrekin) para frenar el plan del gabinete Urtaran y reclamar que esa modificación del plan general se haga extensiva también a esa zona de la ciudad. Ilustró el portavoz soberanista, Félix González, lo que pudiera suponer esa decisión al “posibilitar que 244 viviendas del Casco Medieval y una de cada cinco del Ensanche se acojan a esa modalidad”, criticó.