"No se ha solucionado ninguno de los problemas sociales desde 2008. Es más, las desigualdades han crecido año tras año a consecuencia de la precariedad". El secretario general de Cáritas Diocesanas de Vitoria, Ramón Ibeas, ha alertado de la cronificación y el incremento de la pobreza en Álava en los últimos catorce años en los que ha ido creciendo exponencialmente el número de personas vulnerables en nuestra sociedad.

Esta es una de las principales conclusiones que arroja el balance presentado este martes en Vitoria por parte de la entidad católica alavesa. Unos datos fríos, tras los cuales se esconde el drama de miles de personas que tratan de sobrevivir en Álava. A pesar del cacareado lema de las instituciones públicas de "no dejar a nadie atrás", las cifras no engañan y constatan todo lo contrario: que cada vez hay más personas en la provincia con situaciones extremas de exclusión social.

Un 60% más de intervenciones

Con los datos provisionales, a 31 de octubre, Cáritas ha realizado durante este 2022 un total de 23.787 intervenciones, un 57,48% más que en 2021 cuando practicó 10.115 intervenciones de ayuda. Un incremento significativo de un año para el otro que también tiene su reflejo en el número de familias asistidas que se han incrementando en un 40% durante los últimos doce meses. Cáritas está acompañando actualmente a 8.910 personas frente a las 5.346 personas que necesitaron de su atención el pasado año.

En consecuencia, escala también el importe destinado a las ayudas económicas que se sitúa en los 418.023 euros, a finales de octubre, por los 250.514 destinados en 2021. A la cantidad de este ejercicio, hay que añadir el presupuesto destinado por el Gobierno Vasco para atender a las familias refugiadas de Ucrania, lo que asciende la cifra hasta los 668.537 euros.

Mujer migrante con cargas familiares

Aumenta el número de personas en exclusión social, pero se mantiene en el tiempo el perfil de los más necesitados que obedece a mujer, migrante y con menores a su cargo. A éstas, se añaden este año las personas solicitantes de asilo que provienen principalmente de países en conflicto como Ucrania, Colombia y Nigeria. Toxicómanos, parados de larga duración e inmigrantes forman parte también del perfil de las personas con mayor riesgo en Álava.

Cáritas denuncia que a los perfiles vulnerables de exclusión social, se suman familias de clase media que "no entran dentro de los baremos" de las ayudas sociales y viven en precariedad, debido a que "no pueden hacer frente al alza de los precios".

Acceso a la vivienda

El acceso a la vivienda continúa siendo "la principal dificultad para la integración social" y las demandas mayoritarias de las personas que requieren la ayuda de la entidad cristiana. A la exclusión residencial, derivada de no poder cumplir los requisitos por los "desorbitados precios" de las casas en Álava, se añade la imposibilidad de afrontar los pagos de suministro. Y es que el 65% de los gastos que afronta Cáritas Vitoria van destinados a "poder mantener las viviendas".

En este sentido, Cáritas dispone de nueve pisos en Vitoria y Llodio donde se alojan familias que reciben acompañamiento habitacional. Un aspecto que quieren priorizar a lo largo del próximo ejercicio por la importancia que tiene disponer de una vivienda, ya que "si pierden el padrón, se les cae todo". Por ello, la atención va más allá del mero acceso a una casa o habitación y se realiza de "forma integral" y sin una "duración limitada" en el tiempo.

Además de la dificultad de acceder a una vivienda, los apoyos se han centrado en hacer frente a la crisis generada por la disparatada subida de los precios, tanto en alimentación como en suministros energéticos, material escolar, ropa y demás productos que componen la cesta básica diaria de cualquier persona.