El Ayuntamiento de Kuartango, una veintena de pueblos y la Cuadrilla de Añana celebraron ayer domingo su tradicional romería de la Trinidad, un multitudinario encuentro que une los aspectos religiosos, con las tradiciones y con el reforzamiento de las señas de identidad del valle.

Los actos se iniciaron con el recibimiento de los grupos procedentes de los 20 pueblos que conforman ese término y con la celebración de la misa cantada por el coro de Kuartango que celebra este año un cuarto de siglo desde su creación.

A continuación, se llevó a cabo el acto de homenaje a los pueblos, que consistió en la plantación de un árbol. Para ello, representantes de cada una de las localidades fueron depositando tierra de sus pueblos para rellenar el hueco del plantón que agarrará y crecerá con la fuerza de los vecinos del valle.

Tras el homenaje se vivió uno de los momentos más esperados, la danza de la Trinidad, recuperada del olvido hace una treintena de años, y el castillo, desde cuya cúspide se vitoreó a cada uno de los pueblos del valle. Posteriormente hubo bailes y el tradicional sorteo en el que se rifaron los cuatro roscos de la Trinidad y un bono turístico. La recaudación se destina, como siempre, a obras de mejora de la ermita.

Después de la comida por familias o cuadrillas, a las cinco de la tarde hubo una actividad infantil y posteriormente se celebró el campeonato de bolos masculino y femenino. Para este campeonato se habían previsto cuatro premios dotados con 30, 20, 15 y 10 euros y lote de productos de la zona, respectivamente.