El diputado foral de Medio Ambiente, Josean Galera, ha anunciado en la mañana de este lunes que el depósito de aguas que la institución está construyendo en Artziniega entrará en funcionamiento el próximo mes de agosto. Galera ha visitado las obras junto al alcalde de la localidad, Joseba Vivanco, y la presidenta de la Cuadrilla de Ayala, Encina Castresana.

El antiguo depósito, ubicado en terreno municipal, fue demolido en la primera fase de ejecución de las obras, y en este mismo emplazamiento se está levantando una nueva infraestructura, con una capacidad de 1.600 metros cúbicos, para dar servicio a 1.800 habitantes de Artziniega y de los pueblos de su entorno.

Durante las obras, y para abastecer a la población tras la demolición del depósito antiguo, la Diputación Foral instaló dos depósitos provisionales de 25 metros cúbicos, además de emplear el depósito de La Encina temporalmente para la regulación.

El nuevo depósito incorporará tecnología de última generación para los sistemas de entrada de agua bruta a la estación de tratamiento de agua potable. El ya demolido presentaba riesgos de rotura y, a pesar de tener una capacidad de 5.000 metros cúbicos, solo empleaba el 30% de su capacidad.

La obra incluye también una actuación en el acceso a la explanada del depósito y la plantación de árboles y arbustos para mejorar el impacto visual que este recurso hidráulico genera en el entorno.

"Esta intervención supone un paso más para incrementar la seguridad y evitar el riesgo de desabastecimiento que suponía el antiguo depósito, construido con una tecnología que, con el paso de los años, ha demostrado que no ofrecía suficientes garantías de estabilidad" ha expuesto Josean Galera.

O reparar o demoler

El antiguo depósito de agua potable del núcleo de Artziniega fue construido en los años ochenta del siglo pasado con hormigón postensado. Para valorar su estado, se llevó a cabo por parte de una empresa especializada en patología estructural su estudio y diagnóstico, que concluyó con la necesidad de su reparación o demolición. Es por ello que, para garantizar una mayor seguridad y lograr una mayor rentabilidad, la Diputación Foral optó por su derribarlo y construir uno nuevo.

En años anteriores ya se había llevado a cabo, mediante diversas fórmulas de colaboración entre la institución foral y los entes gestores, la sustitución del resto de depósitos alaveses construidos con esta misma tecnología.

En concreto, en Oion, Agurain, Alegría-Dulantzi y Vitoria-Gasteiz. Solo queda pendiente la obra de sustitución del depósito de Laguardia.