Confeccionar y adaptar un vestido, un pantalón o una blusa a cada persona no es tarea fácil. Pero Charo disfruta con su profesión y la ejerce con mucha pasión, ganas y profesionalidad.
Ha decidido que todo lo que sabe se lo va a enseñar a quien quiera aprender a hacerse arreglos o a confeccionar sus propias prendas. Es decir, a todos aquellos que quieran conseguir destreza con la aguja, el dedal y la máquina de coser.
Después de haber cosido toda la vida, esta modista de Vitoria acaba de abrir su propio negocio en la calle Basoa, con un gran éxito de clientes y alumnos casi desde el primer día.
Con 54 años ha tomado una la de las decisiones más importantes: dedicarse a lo que realmente le ha gustado desde que comenzó a formarse en una academia de la calle Perú en Vitoria con tan solo 14 años: la costura.
Dicho y hecho. Gracias al apoyo incondicional e insistencia de dos amigas de Avilés (que le animaron a poner en marcha la tienda) y a su madre (que fue la que le llevó a estudiar corte y confección), Charo acaba de abrir ¿Sabes coser?.
Desde el pasado 8 de abril está al frente de esta pequeña academia en la calle Basoa 6 (junto a Bacalao Giraldo), con dos disciplinas: arreglos de ropa y academia mixta de corte y confección.
"Sí, he puesto lo de mixta para que quede claro que puede venir cualquiera a aprender corte y confección, y desde principiantes que no sepan nada de costura hasta gente que ya tenga algún conocimiento", explica muy ilusionada Charo, modista titulada desde hace 30 años que desde siempre se ha hecho su propia ropa, y se customiza y personaliza las camisetas con diseños realmente originales.
"Con 14 años empecé, animada por mi madre, a formarme en una academia en la calle Perú de Vitoria. Lo recuerdo como una época maravillosa. Cuando acababa de trabajar, iba allí con más mujeres de todas las edades de lunes a viernes. Me formé durante 12 años hasta que saqué el título y el de patronaje infantil".
Siente pasión por este oficio tan artesanal como es el de costurera o modista que hace mil tareas: diseña, patrona, crea prototipos, elije tejidos, corta, ajusta, confecciona y un largo etcétera. Reconoce, entre risas, que se apuntó a la segunda edición del programa 'Maestros de la costura' de TVE, "pero creo que buscan a gente que pueda dar más juego en el reality".
Siete alumnas con ganas de coserse su ropa
Está siendo todo un éxito. Actualmente tiene siete alumnas a las que les contagia su entusiasmo, pero está recibiendo muchas llamadas interesándose por empezar en septiembre en la academia, el último un chico joven que quiere aprender a coger dobladillos, hacer ojales y coserse algún roto en los vaqueros. Para aquellos que estén interesados pueden llamar al teléfono 630 445 294, o escribir a la dirección de email ch2rogar@gmail.com.
"Está funcionando muy bien porque enseño no sólo confección, también a cortar, que es más raro hoy en día", explica Charo. Cada clase es de dos horas, y algunas van un día a la semana, otras dos días, y "alguna alumna incluso se ha interesado por acudir en los meses de verano tres días a la semana porque tiene más tiempo".
Charo ha previsto un máximo de cinco alumnas por cada clase para poder ofrecer una buena atención a cada persona que se apunte a la academia. Una gran mesa para trabajar y cortar preside la zona de la academia, con máquinas de coser, una remalladora y varias sillas más bajas de lo normal para poder trabajar sin tener que estar inclinadas o con la espalda doblada todo el rato.
Muchos clientes con arreglos para comuniones
En cuanto a los arreglos de ropa, ahora está teniendo una época de mucho trabajo debido al buen tiempo, las comuniones y las graduaciones en los institutos.
Además de que Vitoria es una ciudad donde lo que funciona es el boca a boca, con lo que está recibiendo nuevos clientes a quienes les han recomendado esta tienda de arreglos otras personas que han estado en este pequeño local de la calle Basoa.
Una tienda cálida y con mucho encanto que Charo ha decorado y puesto a punto con ayuda de su familia. "Lo hemos diseñado nosotros mismos, con muebles que he restaurado y con muchos de mis trabajos de modista expuestos". Al entrar a la academia en la calle Basoa llaman la atención varios trabajos en patchwork que son una auténtica maravilla elaborados por la propia Charo.
"Lo que tenía claro es que tenía que ser un local cerca de casa, vivo en Lakua-Arriaga, y céntrico. Y que no supusiera mucha obra. Encontré este sitio que se adaptaba perfectamente a la idea que tenía, una parte para los recibir a los clientes con el mostrador, máquina de coser y remalladora, así como un probador, y otra zona más amplia para las clases de formación."
Mucha gente mayor del barrio
"Tengo clientes de todo tipo, gente mayor del barrio que quiere arreglarse una chaqueta para acortarla, por ejemplo para que no pase de moda, o señores que necesitan coger el bajo del pantalón. Pero también está viniendo mucha gente para arreglar trajes de graduación, o trajes para ir a una comunión. Incluso personas que se gastaron dinero en su día en una prenda cara y ahora quieren modernizarla. Y señoras mayores que cosían pero ahora con la edad ya no pueden porque no ven bien", cuenta Charo, muy agradecida por la confianza que están depositando en ella.
Actualmente Charo combina media jornada en el sector de la limpieza con la academia, lo que está suponiendo un gran esfuerzo para esta vitoriana, que muchos días se está quedando a comer para adelantar algunos arreglos, sobre todo para no retrasarse en las entregas.