Las comunidades autónomas siguen planteando distintos escenarios de medidas para frenar la expansión explosiva de ómicron y evitar una situación de colapso. Con la segunda incidencia más alta de todo el Estado español (1.495), detrás de Navarra, el lehendakari, Iñigo Urkullu, no descarta impulsar restricciones para Nochevieja, pero siempre con el aval de los tribunales. Por ello se ha puesto en contacto con los ejecutivos de las comunidades de su entorno para analizar la posibilidad de activar restricciones comunes.
En este sentido, la consejera de Salud de Navarra, Santos Induráin, confirmó que la presidenta de Navarra, María Chivite, escribió al lehendakari el jueves por la mañana para consensuar medidas. E indicó que el Gobierno foral está en conversación con las comunidades vecinas. Sin embargo no aclaró qué tipo de medidas pretenden adoptar aunque, en cualquier caso, se aplicarían la próxima semana.
El lehendakari, por su parte, trasladó a la presidenta navarra su "sorpresa" ante su mensaje, después de que el miércoles no se reclamaran esas medidas en la Conferencia de Presidentes, en la que Urkullu sí planteó una batería de diez propuestas, mientras que el resto de representantes de las autonomías asumieron como "suficientes" las planteadas por Pedro Sánchez, que se limitó a anunciar que aprobaría la obligatoriedad del uso de mascarillas en exteriores y a acelerar la vacunación de la tercera dosis de refuerzo.
En todo caso, transmitió a María Chivite su disposición al diálogo y le emplazó a que se pongan en contacto sus respectivos consejeros de Salud para hablar sobre esta cuestión.
El lehendakari afirmó ayer que, pese a que en la Conferencia de Presidentes del miércoles no se alcanzó un acuerdo sobre el establecimiento de nuevas medidas comunes contra la pandemia en todo el Estado, seguirá planteando nuevas propuestas si la situación "se agrava", sin descartar la posibilidad de aplicar "en el futuro" en Euskadi las medidas que propuso en el marco del encuentro con el jefe del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, y el resto de presidentes.
Lamentó que en esa reunión no se alcanzaran, tal y como había propuesto por su parte, nuevas iniciativas para combatir la pandemia que resultaran de aplicación "común" para todo el Estado. En todo caso, destacó que, al menos, Sánchez ha optado por restablecer la obligatoriedad del uso de la mascarilla en espacios exteriores en todo momento, tal y como habían solicitado el propio lehendakari y otros dirigentes autonómicos.
Urkullu, que había planteado aplicar en todo el Estado vetos en los horarios y aforos en la hostelería y otras limitaciones, precisó, en todo caso, que para impulsar cualquier medida el Gobierno Vasco deberá contar con "seguridad jurídica".
Cuestionado por el motivo de no aplicar en Euskadi nuevas limitaciones para las que Lakua sí tiene competencias, subrayó que lo ocurrido en las navidades del año pasado, demostró que "no se puede", en términos de eficacia, aplicar restricciones en un territorio mientras en las autonomías que lo rodean no están vigentes estas mismas limitaciones. "No se puede reducir aforos y horarios cuando las comunidades autónomas del entorno no aplican esas mismas medidas", afirmó.
Sin embargo, el delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso, recordó que las competencias para adoptar algunas de las medidas que el lehendakari propuso radican en la comunidad autónoma. Opinó que si en este momento el Ejecutivo vasco no adopta otras medidas distintas no es porque carezca de competencias para hacerlo sino porque no cuenta con "consenso" en la propia comunidad vasca como a su juicio queda de manifiesto al ver los criterios de los alcaldes de Bilbao, Donostia y Gasteiz en torno a diferentes a actos como los de Olentzero o Reyes.
Por su parte, el alcalde de Donostia, Eneko Goia, preguntado sobre si va a celebrar o no la Tamborrada (el 20 de enero), admitió que "está complicado, no lo voy a negar, todos los vemos". "Veremos qué pasa con las fiestas navideñas y después tendremos una respuesta más concreta", dijo en Radio Euskadi. El alcalde defendió la celebración del desfile de Olentzero, a pesar de haberlo suspendido Bilbao. Para Goia, sobre las cabalgatas "se ha generado un debate desproporcionado. Se nos pidió que no hiciéramos los desfiles en su formato tradicional, y creemos que alargando el desfile se corresponde a esa solicitud. No somos iguales las tres capitales. Bilbao tiene 350.000 habitantes y su desfile no tiene nada que ver con los de Donostia o Gasteiz".
El alcalde agregó que le preocupan más "algunas cosas de Nochevieja que la cabalgata de Olentzero. Si hemos decidido suspender Santo Tomás, las celebraciones de Nochevieja me parecen peligrosas". Admitió que habrá cotillones "en el marco legal establecido", aunque "sinceramente, animaría a mi hijo o sobrino a quedarse en casa". En las celebraciones familiares de estas navidades, va a predicar con el ejemplo, "y nos vamos a juntar menos que otros años".