- Confirmado. El matadero de Llodio, único de titularidad municipal de la provincia, se cierra de forma indefinida. La noticia la comunicó ayer el PNV local, al frente del equipo de gobierno, de mano de sus máximos representantes -es decir, el alcalde, Ander Añibarro, y el primer teniente de alcalde, Joseba Amondo-. La medida, con todo, ya fue anunciada la semana pasada por la plataforma vecinal Hiltegia ez itxi, cuando dio a conocer la decisión municipal de no afrontar una nueva licitación del servicio, "por el alto coste de obras necesarias en la instalación", al tiempo que informaba de la creación de una asociación ganadera que estaba dispuesta a gestionar la instalación -cerrada de forma cautelar desde el pasado 2 de julio, "por la mala gestión de los residuos- porque, según indicó su portavoz, Ziortza Uriarte, a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, "las soluciones que nos plantean a futuro (un matadero nuevo y privado) no tienen sentido si no se mantiene mientras tanto el servicio de sacrificio y la situación de las pequeñas explotaciones es tal que es posible que para cuando se materialice esa posible alternativa, no queden ya explotaciones que hagan uso de ella".
Esta solución temporal, la de ceder la gestión del matadero a la asociación interesada, también ha sido descartada; aunque el Ayuntamiento de Llodio sí pondrá en marcha diferentes líneas de ayudas para que aquellas personas que eran usuarias del matadero municipal y residan o desarrollen su explotación ganadera en el término municipal de Llodio, puedan hacer uso de otros mataderos cercanos en las mismas condiciones en las que utilizaban el de Llodio. "Esta decisión se toma desde la convicción de que la única manera de garantizar un consumo de carne de calidad y de proximidad es apoyar la matanza en mataderos que ofrezcan un servicio moderno, eficiente, sanitariamente excelente y medioambientalmente sostenible, condiciones que, desgraciadamente, no pueden darse en nuestra infraestructura", subrayó Añibarro. En esta misma línea, consideró "fundamental" seguir trabajando con las instituciones supralocales (Diputaciones y Gobierno Vasco) en el desarrollo de políticas de apoyo al sector ganadero y de consumo kilómetro 0. Por ello, "desde este momento, pondremos a disposición de dichas instituciones todos nuestros esfuerzos y recursos para colaborar en dicha línea de trabajo, convencidos de que estamos ante un reto-país que solo trabajando de manera conjunta podemos afrontar", matizaron.
Y es que el matadero de Llodio es público, financiado y gestionado exclusivamente por el Ayuntamiento, pese a que en él "se produce la matanza de ganado proveniente fundamentalmente de fuera del municipio (y de fuera del entorno de Aiaraldea), pero donde los riesgos y las externalidades medioambientales, económicas y sociales recaen de manera única sobre el territorio y la ciudadanía laudioarra", recordaron; al tiempo que no obviaron las dificultades y problemas de diferente índole que arrastra y que, en última instancia, "no permiten prestar un servicio adecuado a las demandas de sus clientes", argumentaron.
Éstas las centraron en tres: la propia infraestructura y los servicios prestados; el modelo de gestión del servicio; y el modelo de financiación del matadero. Respecto al primero de ellos, recordaron que se trata de un espacio construido en los años 60, en un momento donde la prestación de servicios públicos de Matadero era una obligación para las entidades locales y, por tanto, únicamente estaba proyectado como un espacio para dar servicio al sector de Llodio.
"Esto afectó, por supuesto, a su dimensionamiento, ubicación y configuración constructiva, además de a la vocación de prestación de servicios con la que nació, pero en las últimas décadas, los hábitos de consumo cárnico, los sistemas de matanza, los requerimientos sanitarios del proceso, las políticas urbanísticas y demás factores han evolucionado y se han modificado radicalmente, haciendo de nuestro matadero una infraestructura caduca, poco preparada para dar un servicio de calidad y con escasas oportunidades para su modernización y evolución hacia un espacio propio del siglo XXI", explicaron, para a renglón seguido añadir que "actualmente, disponemos de una infraestructura para el sacrificio de ganado que tiene problemas en cuanto a los sistemas de depuración, estancias para los animales, cámaras, y otras".