Miércoles, doce del mediodía. Dos patrullas de la Unidad Territorial de Tráfico de Álava montan un dispositivo especial en la carretera A-3308, en el acceso de Nanclares de la Oca, con el objetivo de intensificar los controles de alcohol y drogas, en el inicio de las fechas en las que comenzarían las fiestas de La Blanca.

"Aunque no haya fiestas, durante estas fechas, desde la Ertzaintza intensificaremos los controles de alcohol y drogas en las carreteras, porque en todos los turnos, siempre hay alguien que da positivo al volante", explica la jefa de Operaciones de Tráfico. DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA acompaña a estas patrullas en el inicio de esta campaña.

"Buenos días, estamos realizando un control de alcohol y drogas y someterse a dichos controles es obligatorio para todas las personas conductoras que sean requeridas por parte de la autoridad. Por favor, pare el motor". Con esa frase inicial comienzan los agentes los controles de tráfico.

Labores de coordinación

Cada control lo realizan de manera estructurada y en coordinación con todo el equipo; es la jefa territorial la encargada de ponerse en la carretera para indicar el alto al conductor. A unos metros de ella, y protegido en el arcén, otro agente de la Ertzaintza continúa dando el alto al vehículo y guiando al conductor hasta que éste frena el vehículo.

Ahí entra un tercer agente, mientras los otros dos pasan los datos de la matrícula y los del conductor a la Dirección General de Tráfico (DGT) para comprobar que todo está en orden. Mientras tanto, comienzan las pruebas de alcohol y drogas.

Positivos

"Es más habitual de lo que se piensa que la gente dé positivo. Da igual el día de la semana, la hora y el turno en el que estemos, que siempre nos sorprendemos con alguien que arroja positivo en alcohol o drogas", explica la agente.

Pone como ejemplo una anécdota ocurrida recientemente: "El otro día dimos el alto a un conductor que aparentemente estaba bien, además estaba trabajando. Para nada parecía un hombre que estaba bebido, sin embargo, arrojó una tasa de alcohol del 0.80. Lo cierto es que nos sorprendió, hay conductores que beben unas copas de más o han consumido drogas pero que no se les nota a primera vista".

El control de alcoholemia comprende dos pruebas de aire espirado entre las que median, al menos, diez minutos. Una vez aplicados los márgenes de error, si el resultado es inferior a 0.25 miligramos de alcohol por aire espirado (0.15 para personas conductoras profesionales y aquellas con menos de dos años de antigüedad de su licencia o permiso de conducción), la persona conductora podrá seguir su ruta.

Si el resultado es superior, en cambio, incurrirá en una infracción administrativa (si es inferior a 0,65) o delito contra la seguridad vial (si es superior). Además, la infracción por resultado positivo se considera infracción administrativa muy grave y se sanciona con 500 euros y la retirada de cuatro puntos si el resultado es inferior o igual a 0,50 y si es superior a 0,50 se sanciona con 1.000 euros y la retirada de hasta seis puntos.

Control de drogas

En el caso del control de drogas, el procedimiento es similar con algunas particularidades: la prueba se realiza a partir de una muestra de saliva, que se analiza después en un dispositivo autorizado.

Si da positivo, este se confirma en un posterior análisis en laboratorio. Además, de confirmarse el positivo, se considera una infracción muy grave y se sanciona con mil euros y la retirada de seis puntos. Estos controles forman parte de un calendario de 46 campañas de Vigilancia y Control de Tráfico y Transporte programadas a lo largo de todo el año.

"Controles necesarios"

"Son controles necesarios e importantes. Muchos de los accidentes de tráfico que ocurren a las noches son por culpa del alcohol. Por eso, en estas fechas cobra mayor importancia reforzar las vigilancias y no permitir que circulen por las carreteras conductores bebidos o drogados", explica.

De hecho, según la Directora de Tráfico del Gobierno Vasco, Sonia Díaz de Corcuera: "El objetivo de estos controles preventivos no es otro que evitar que, personas que hayan tomado sustancias que afectan a la conducción, puedan circular por la red viaria vasca y provocar accidentes. Conducir es una actividad que requiere toda nuestra atención. El respeto a las normas y la prudencia es una responsabilidad compartida por todas las personas usuarias de las vías".