Los vitorianos se darán un homenaje culinario por La Blanca más en sus casas que en los restaurantes, a tenor de cómo marchan las reservas para las comidas y cenas de los días 4 y 5, calificadas de "tranquilas" por los restaurantes consultados por este periódico, debido a que este año notan que hay mucha más gente que ha adelantado sus vacaciones y porque, como lamentan, difícilmente pueden colgar el cartel de completo cuando el interior de sus establecimientos está sujeto al 35% de aforo.
Este caso, sin ir más lejos, es el de Fernando Etxebarri, del Boka-dos, "el del huerto urbano", como se conoce a este restaurante de filosofía slow food de la calle Getaria (Lakua) y presidente de Arabako Ostalaritza-Aenkomer. "Las reservas van a medias. La gente de Lakua se marcha de vacaciones y nosotros estamos hasta pensando en hacer lo mismo porque hay muy poco movimiento", lamenta.
Su local para las comidas del 4 está, en concreto, a un 30% y para las cenas del 5, lo mismo. "En el caso de otros compañeros, la mayoría están flojos, porque hay que contar que el nuevo recorte de aforo del 35% a todos nos ha hecho polvo. Muchos estamos pensando en cerrar. Yo, lo que oigo en la zona del Lakua, es que la gente se va a juntar pero lo va a celebrar en sus casas", explica Etxebarri que insiste en que "está demostrado que la hostelería no es el problema", por lo que la solución pasa, a su juicio, "por no arruinar más a la hostelería".
Casco Viejo
En el caso de Karlos Sobrón, portavoz de SOS Ostalaritza y propietario del restaurante Anboto y de Erdizka Taberna, ambos en la Kutxi, sus reservas para esas fechas señaladas están "tranquilas", aunque muchos de sus clientes van a última hora. "Mucha gente, sabiendo que no hay fiestas, han comenzado sus vacaciones quizás antes. Además, con el 35% de aforo en el interior no es rentable abrir nuestros locales. Tenemos que hacer unos equilibrios bastante importantes en locales estrechos y pequeños como los de la Kutxi. Con la quinta ola la gente está volviendo a coger ese miedo y es normal que los locales que estén fuera del centro se planteen cerrar".
Por eso, Sobrón no entiende estas nuevas restricciones, "teniendo en cuenta dos factores: que nunca, durante los peores momentos de la pandemia, hemos estado por debajo del 50%, y por otra, que prácticamente estamos rozando el 70% de vacunación. Denunciamos que volvemos a pagar los platos rotos de la pandemia y que el Gobierno Vasco con estas nuevas medidas justifica su inoperancia a la hora de atajar este nuevo problema. Nos sentimos muy frustrados".
En la Plaza de Abastos
En cambio, en El bosque de Abastos las reservas van mucho mejor. "El día 4 damos comida y cena y alguna plaza todavía tenemos libre, aunque tampoco podemos dar mucho porque con el aforo del 35% estamos muy atados. Y el día 5 tenemos completa la comida desde hace tiempo. Siempre trabajamos ese día muy bien porque hay gente que reserva esa comida de año en año, pero sí que es cierto que la gente está con miedo y para Santiago o para el 4, por ejemplo, nos pasó que se iban a reunir varios y que se han caído algunas reservas por ser contacto estrecho de un positivo", detalla Edurne Hidalgo, que también es portavoz de Hosteleros de Vitoria y Álava (HVA-GAO).
Familias, parejas y cuadrillas de hasta seis personas se sentarán en sus mesas para degustar platos, como gambas a la plancha -las preferidas para darse un homenaje- carnes, pescados y postres, que gracias a su repostera, "sorprenden y no solo a los comensales", matiza.