e base, los gobiernos adoptan políticas de vivienda protegida para que las personas y familias con rentas más bajas puedan acceder a un piso imposible de costearse en el mercado libre. Vitoria es una de las ciudades que más VPO ha edificado durante las últimas décadas, la mayoría en propiedad y construida en Lakua, Salburua y Zabalgana. Sin embargo, con los vaivenes del mercado inmobiliario se está dando una situación anómala o cuanto menos curiosa.
A lo largo de la última década, el precio entre la vivienda libre y la VPO se está acortando en Gasteiz, lo que empuja a muchos demandantes hacia el mercado libre, ya que no les exige ningún tipo de requisito.
A su vez, esta situación aleja a muchos demandantes de las listas de protección oficial. Lo dijo el alcalde, Gorka Urtaran, tras el derribo de las 124 casas okupadas de la avenida de Olarizu, suelo sobre el que el Ayuntamiento planea levantar 356 nuevos pisos libres. Y lo corrobora Carlos Fernández de Nograro, propietario de la constructora que lleva su apellido. "Puedes encontrar un piso de VPO en Larrein por 150.000-160.000 euros y libre, por 170.000 euros", cifra.
Evidentemente, depende la zona de Vitoria de la que se trate, pero en los sectores más alejados de Salburua y Zabalgana (Arkaiate, Larrein, Mariturri y Aldaia), "la diferencia de precio entre una vivienda protegida y otra libre, cada vez es menor", asegura. Por supuesto, "esta situación no se ha dado de un día para otro; se arrastra desde la pasada crisis económica de 2008, que en el caso de Gasteiz comenzó a agudizarse hacia 2012 y trajo la caída de los precios", argumenta.
Suelo disponible
Con todo, la oferta de suelo disponible en Vitoria es muy superior para vivienda protegida (78,23%) que para pisos libres (21,87%). Tres veces más. Los datos los aporta la concejala gasteiztarra de Territorio, Ana Oregi, quien asegura que la ciudad "se puede permitir el lujo de no utilizar suelo rústico en décadas".
La edil también llega a la conclusión de que, en algunos casos, el precio de la vivienda libre no está mucho más caro que el de los pisos de VPO, y que hay demandantes que, cumpliendo los requisitos para estar en las bolsas de vivienda protegida, optan por irse al mercado libre por un poco más de dinero, según la radiografía que promotores y constructores trasladan al Ayuntamiento.
El hecho de que baje la demanda de VPO se debe a las trabas de tiempo de empadronamiento, requisitos de renta, tope de ingresos... que exige la ley de vivienda protegida, según Fernández de Nograro. Una regulación que data de la época del exconsejero Javier Madrazo. "De 2002 a 2021 han cambiado mucho las cosas; no sé si para bien o para mal, pero han cambiado, y la normativa se ha quedado un poco obsoleta, debería actualizarse", opina.
Mucha movilidad
Hoy en día, hay mucha movilidad por cuestión de trabajo, traslados a otras ciudades, así que los compradores también se decantan por la vivienda libre por cuestión de movilidad laboral, por si se tienen que ir a trabajar a otra ciudad y no pueden vender su piso porque es de VPO o no pueden hacerlo en las condiciones que desearían. "También se da el caso de que si el demandante es una persona, cumple los requisitos de ingresos para acceder a una VPO, pero si es una pareja, igual los sobrepasa", ejemplifica el promotor.
El debate sobre la vivienda protegida o libre y la vivienda en propiedad o alquiler se ha avivado en el Ayuntamiento, ahora que la Corporación ha dado luz verde al documento que avanza los criterios de construcción a seguir los próximos años, con el fin de iniciar la redacción de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para Vitoria.
Un documento, cuyo criterio básico, será aprovechar el suelo ya existente para edificar y reservar el no urbanizable para no consumir tanto terreno como las últimas décadas. Calcula el Ayuntamiento que dejarán de construirse cerca de cuatro mil viviendas y apuesta por no expandir más los barrios de Salburua y Zabalgana y, en su lugar, aprovechar áreas ya urbanizadas, como Olarizu, Campo de los Palacios y los aledaños de las vías del tren.
EL COVID EMPUJA LAS VENTAS
Con todo, será el mercado, la oferta y la demanda, quien también guíe los pasos de un sector, el de la construcción, reforzado con el covid, según Fernández de Nograro.
Desde mayo del pasado año, cuando comenzó la desescalada del confinamiento, hasta marzo y abril de 2021, "la venta de viviendas se ha incrementado de forma sustancial, tanto nuevas como de segunda mano", afirma. "El precio no ha subido demasiado, igual un 0,4%, es decir, más o menos se mantiene; en cambio, se ha movido mucho el mercado", insiste.
"Al estar tantos meses encerrados en nuestras casas, parece que les hemos empezado a encontrar defectos y, ahora, buscamos algo diferente", opina. El paso del tiempo dirá si la situación es coyuntural o ha venido para quedarse.