Decenas de gasteiztarras se han acercado hasta las campas de Armentia para homenajear al patrón de los alaveses. Sin aglomeraciones y respetando las medidas sanitarias impuestas, la escultura de San Prudencio no ha estado sola en ningún momento.
Pese a no haber ningún acto organizado que implicase la aglomeración de personas, los ciudadanos han llegado hasta las campas poco a poco, incluso, alguno ataviado con los tradicionales elementos de una fiesta que añora la llegada del próximo año para recuperar la normalidad.