Andrés Illana, portavoz de Ekologistak Martxan y de la plataforma Zadorra Bizirik, señala que son dos los problemas que tiene el canal del río Alegría: uno, de fragmentación de hábitat, “que es el de la Llanada alavesa, porque el canal lo que hace es que no puedan pasar los animales por allí” y otro, el de saber qué es lo que pasa con la fauna que cae al mismo.
Por ello, el Grupo alavés de defensa y estudio de la naturaleza propuso en 2012, para evitar la caída de animales al canal, la instalación de rampas salideras y de más pasos, “porque el canal hace de efecto barrera. Tiene 5 kilómetros y hay muy pocos pasos y los que tiene, son unas chapas de metal que tienen reja y eso los animales no lo pasan. Básicamente, lo que les planteamos es que hagan algo y lo que está claro es que en otros sitios donde existen este tipo de canales se han puesto rampas salideras y aquí, llevamos con este tema toda la vida”, denuncia Illana, que recuerda que, desde Zadorra Bizirik, se pidió, sin éxito, formar parte del grupo de trabajo técnico creado en 2020. “Y ahora estamos a la expectativa del informe que creen”, precisa.
Por otro lado, esta misma semana Elkarrekin Vitoria volvió a insistir en la conversión del canal del río Alegría en un cauce de derivación de avenidas naturalizado para evitar caídas de fauna e inundaciones. “La permanencia del canal tal y como está ahora es inviable. No podemos seguir permitiendo la caída de animales de nuestra fauna. Es una trampa mortal. Tampoco su anulación es la solución ya que implicaría riesgo de inundaciones. La mejor solución es la naturalización del canal, transformándolo en un cauce de derivación ante avenidas, un modelo que ya se ha efectuado con éxito en otros cursos fluviales como Zadorra entre Gamarra y Abetxuko”, solicita.