Tras la anunciada medida proteccionista del lobo, el proyecto de la estrategia para la conservación y gestión del lobo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) plantea crear un corredor ecológico de lobos entre la península ibérica y centro Europa así como expandir la especie por el este y sur peninsular.
La idea que baraja el Gobierno central apuesta por comenzar favoreciendo el establecimiento de manadas en las áreas actuales de distribución periférica, especialmente en su flanco oriental y central (provincias de Álava, Vizcaya, La Rioja, Burgos, Soria, Guadalajara y Madrid).
Para ello, defiende “medidas reforzadas” de seguimiento y vigilancia de lobos, implantación de acciones de protección de ganado y actuaciones coercitivas de actividades relacionadas con la persecución ilegal de la especie. De hecho, se establece vigilar la persecución “ilegal” del lobo, especialmente de disparos, trampeos ilegales y envenenamientos.
A esto se añade la creación del corredor ecológico con otros países europeos que tiene el fin de “evitar el aislamiento genético de las poblaciones españolas de lobo”. Y es que el proyecto ministerial habla de incrementar entre un 10 y un 20% para 2030 el área de distribución actual de la especie, en zonas donde la conflictividad con los usos ganaderos “sea escasa y exista hábitat suficiente y adecuado, fomentando y promoviendo las medidas adecuadas para ello”. En concreto, el objetivo es que nuestro país cuente con 350 manadas en 2030.
En cuanto a la coexistencia lobo-ganadería, el borrador ministerial destaca la necesidad de que las indemnizaciones a los ganaderos afectados por ataques estén “vinculadas y condicionadas a la previa aplicación de medidas preventivas”. Y recuerda en ese sentido, el uso de perros mastines, los vallados y pastores eléctricos así como los cercados fijos. A estos métodos, según el dossier, hay que añadir la contratación de pastores para que el ganado “esté la mayor parte del tiempo acompañado”.
A las comunidades autónomas correspondería el control de las “buenas prácticas exigidas para el pago” de las mismas y para la peritación indica que sean técnicos especialistas del Miteco y comunidades autónomas los que los realicen y con la exigencia de que los especialistas acudan a la zona “en un tiempo inferior a las 36 horas”. El cobro de las ayudas se tendría que efectuar en un periodo inferior a las cuatro semanas y en caso contrario se reconocerán intereses de demora.
Para el control de la información, se incluye la creación de un “libro de estilo” o “código deontológico” sobre comunicación de noticias e informaciones acerca del lobo, que “evite la tergiversación intencionada de hechos y malinterpretaciones por parte de distintos sectores sociales”.
Por su parte, las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA han mostrado su “rotundo rechazo” al texto y ven “intolerable” que se “intente legislar” sobre el sector ganadero y el medio rural “sin contar con los principales afectados”, según han especificado este jueves en un comunicado. El nuevo plan de gestión y control del lobo tiene que recoger un análisis “actualizado” del número “real” de manadas y ejemplares que existen en España y las posibles medidas para facilitar la coexistencia con la ganadería, el control poblacional y las compensaciones frente a los daños.
Se han opuesto a las bases que propone el Miteco porque, “en sí mismas, son ya una estrategia que sólo” persigue la expansión del lobo por la geografía española y su conexión con lobos de Francia e Italia, “sin tener en cuenta las consecuencias económicas, sociales y medioambientales para los ganaderos y la población del medio rural”, y que daña de manera irremediable a la tradicional ganadería extensiva del país.
A esto se añade la creación del corredor ecológico con otros países europeos que tiene el fin de “evitar el aislamiento genético”