La vacunación del personal de las ambulancias comenzará en los próximos días en Álava y el conjunto de Euskadi.
El Departamento vasco de Salud ha contactado con dos de las empresas más importantes que prestan este servicio en la CAV por encargo de Osakidetza, Ambuibérica y La Pau, para poner en marcha el operativo, que deberá concluir con la inmunización de alrededor de 1.500 profesionales. De ellos, más de 300 son alaveses.
Según ha podido saber este periódico, La Pau instalará un punto de vacunación en sus propias instalaciones centrales del parque industrial de Jundiz, donde personal previamente formado procederá a la inmunización de su plantilla, que se encarga de la totalidad del transporte urgente de Álava.
Son alrededor de 200 trabajadores, a los que se suma otro centenar largo dedicado al transporte concertado -no urgente-, que en este caso está gestionado por Ambuibérica. Esta segunda empresa tiene su grueso más importante de profesionales en Bizkaia, donde se encarga del transporte urgente e instalará otro punto de vacunación en su central de Leioa.
El primer envío de dosis del preparado de Pfizer/BioNTech, que será el que se inocule a los técnicos de emergencias sanitarias, llegará en principio mañana viernes a la sede de La Pau, que ya ha contactado con su personal para concertar citas de cara a la semana que viene.
Será, presumiblemente, un proceso paulatino, paralelo a la inmunización con el mismo prototipo de colectivos como las personas mayores no institucionalizadas, que arrancó ayer.
La huelga, en el aire
Con este nuevo escenario, la convocatoria de huelga registrada por los sindicatos ELA, LAB, UGT, CCOO, USO, CNT y ESK para el próximo 5 de marzo podría quedar desconvocada en las próximas horas. Está previsto que las centrales mantengan una reunión para tratar este asunto entre hoy y mañana.
"Independientemente de esto, es bastante penoso que personas que han estado en primera línea desde el principio, con ese riesgo, hayan tenido que salir a la calle para reivindicar su derecho a ser vacunadas", denuncia en declaraciones a este periódico Patxi Nicolau, representante de ESK.