La Guardia Civil y la Policía Nacional liberaron el año pasado a 36 víctimas de redes de trata de seres humanos, en su mayoría mujeres y niñas, en Euskadi. Como ha explicado este lunes el delegado del gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, acompañado por el jefe superior de Policía del País Vasco, José Moisés Pérez Cornejo, y el general jefe de la zona de la Guardia Civil, Antonio Campos Vivancos, durante la presentación del balance de 2020 de actividades de estos dos cuerpos policiales, “la trata de personas es el tercer negocio más lucrativo del crimen organizado en el mundo, solo por detrás del narcotráfico y de la falsificación”.
Itxaso ha subrayado que la trata “constituye una de las violaciones de derechos más graves que siguen produciéndose en pleno siglo XXI”. Y ha precisado que el perfil de estas víctimas es “principalmente femenino” porque “mujeres y niñas están expuestas a un mayor riesgo de ser victimizadas, especialmente en aquellas situaciones de especial vulnerabilidad vinculadas a la pobreza, conflictos armados o inestabilidad política”. En concreto, la Policía Nacional desmontó 14 grupos delictivos relacionados con esta lacra.
Explotación
Como ha especificado el jefe superior de Policía en el País Vasco, a las víctimas, de esta trata relacionada con la explotación laboral o sexual, incluso les cuesta mucho trabajo aceptar y reconocer la situación de explotación que están sufriendo, al tener “un cierto sentimiento de agradecimiento” hacia sus victimarios, “porque vienen de entornos muy precarios de necesidad y porque los propios grupos se encargar de incrementar el miedo que puedan tener”.
Junto a la liberación de las víctimas de trata, en el balance conjunto de ambos cuerpos también destaca la detención de 312 personas por la comisión de algún tipo de delito y la desarticulación de 21 bandas de delincuencia organizada.
También son reseñables las operaciones de incautación de drogas, como los 4.932 kilos (de los que casi 4.000 fueron de cogollos de marihuana) que confiscó la benemérita o los 81,7 kilos que sacó del mercado la Policía Nacional.
Aparte de ello, la Policía Nacional neutralizó dos células yihadistas dedicadas a captar y reclutar nuevos integrantes para la organización terrorista Daesh. En este sentido, el delegado del gobierno ha puesto en valor “la permanente formación de los agentes de ambos cuerpos para hacer frente a las nuevas formas de delincuencia y terrorismo”, como ha sido el caso de estas células yihadistas desarticuladas.
Descenso por la pandemia
Itxaso también ha hecho hincapié en que este 2020 ha sido un año marcado por la pandemia, también a efectos de delincuencia, ya que durante los meses de confinamiento, cuando se declaró el estado de alarma por el coronavirus, “se produjo un descenso”.
Y así lo ha compartido el general jefe de la zona de la Guardia Civil, “ha habido una bajada en cuanto a comportamiento delictivo de carácter general”, excepto con el narcotráfico y el cannabis adulterado genéticamente, con lo cual “la delincuencia nunca duerme”.
Escondida en muebles
De esta balance de 2020 también destaca la droga escondida en muebles, interceptada en un transporte de mudanzas que procedía del sur de España, durante la operación desarrollada en el ferry que une el Puerto de Bilbao con Portsmouth.
Fue durante ese primer estado de alarma cuando estuvo “totalmente activo” el centro de coordinación operativo de las fuerzas y cuerpos de seguridad (CECOR-Covid-19), integrado por Guardia Civil, Policía Nacional, Ertzaintza, policías locales y Defensa, del que ha ensalzado su “eficacia y buen funcionamiento”, gracias a la “profesionalidad y coordinación” de las diferentes fuerzas, incluso del Ejército para aplicar las medidas del estado de alarma. Así, para garantizar la unidad de acción, hubo reuniones quincenales desde marzo hasta mayo.
En cuanto a los delitos de odio y homenajes a miembros de ETA, la Guardia Civil también descubrió un zulo de ETA en Álava y las investigaciones sobre el tráfico ilícito de armas, permitió la incautación de 49 cortas, nueve largas, cinco subfusiles, dos ametralladoras, así como abundante munición para dichas armas y dos granadas de mortero.
Además, tramitó 69 denuncias por infracciones relacionadas con diferentes clases y categorías de armas.
Control de fronteras
Durante el control de fronteras y vigilancia de puertos, interceptó a 263 migrantes clandestinos, 216 de ellos en el Bilbao y 47 en el de Pasaia. Si bien, destaca que la intrusión de estos migrantes clandestinos ha bajado un 75,65% con respecto a 2019.
Llama también la atención que la Guardia Civil, en sus funciones en el registro aduanero de aeropuertos, levantó 404 actas de aprehensión, incautándose un total de 5.270 cajetillas de tabaco, 550,38 kilos de productos cárnicos y lácteos, 77,95 kilos de productos farmacéuticos y cosméticos, 1045 kilos de semillas, plantas y productos vegetales, 56 objetos, figuras y partes de animales y 1.649 artículos de ropa, calzado, marroquinería o material telefónico.