El perfil de persona antendida por Cáritas Diocesana Vitoria sigue siendo el de una mujer, migrante y sola con hijos a su cargo, pero la irrupción del coronavirus también ha hecho que las personas que trabajaban en la economía sumergida y no tenían derecho a ningún prestación y prostitutas llamaran también a las puertas que esta entidad tiene en la plaza de los Desamparados en busca de ayuda.

Una necesidad a la que también se vieron abocadas las personas mayores, que aun siendo solventes, necesitaban que les echaran una mano para hacer la compra.

Sin embargo, la pandemia también ha traído noticias positivas. “Hemos recibido una respuesta incondicional de la sociedad alavesa tanto a nivel económico y humano, pero vamos a seguir necesitándola”, ha resaltado en la mañana de este miércoles, Maite Sebal, directora de Cáritas durante la presentación del balance de actividad provisional 2020.

Este caso, por ejemplo, ha sido el de las 51 personas que se ofrecieron para hacer voluntariado con ellos entre los meses de marzo y junio. Un refuerzo que han necesitado más que nunca, si se tiene en cuenta que tras la desescalada, fueron 14 las personas de más de 60 años que decidieron apartarse de la actividad, temporal o defininitivamente, por miedo al contagio. Así, si en febrero la institución contabilizaba 859 personas voluntarias, a noviembre de 2020 son 804.

Acceso a la vivienda

En la nueva situación impuesta por la pandemia, Cáritas también ha evidenciado, como ha señalado Ramón Ibeas, su secretario general, el aumento de las dificultades de acceso a la vivienda. Por una partem por el abuso de los precios y la exigencia de fianzas y por otra, por las trabas para la firma de contratos que hacen imposible acceder a las coberturas aprobadas por los gobiernos estatal y autonómico.

“A Vitoria hay que hacerle un subrayado porque tenemos una tremenda dificultad para alquilar pisos a gente de fuera que creemos que no va a responder a este tipo de expectativas”, ha denunciado Ibeas.

Otras situaciones que preocupan a Cáritas son las de aquellas personas recién llegadas al territorio (con o sin permiso de residencia o trabajo) que no pueden acceder ni al mundo laboral ni a las prestaciones sociales, “por eso seguimos solicitando que se revisen ciertos puntos segregacionistas de la Leys de Extranjería que no permiten trabajar durante los primeros tres años tras la llegada aquí”.

Aislamiento social

Entre las demandas recogidas por Cáritas están también las que tienen que ver con la pobreza relacional y el riesgo de aislamiento social, la ayuda en la tramitación presencial o telemática de prestaciones y la brecha digital. Desde la perspectiva de empleo, ante un mercado laboral cerrado a nuevas contrataciones, la institución censura la desportección de las personas con mayores niveles de precariedad laboral.

Respecto a la actividad de la Agencia de Colocación Lan Bila, en los meses de septiembre y octubre se alcanza ya una cierta normalización. El 70% de las pesonas que acuden son mujeres y en un 84% las demandas están relacionadas con el cuidado de personas y del hogar, “sobre todo, tras la entrada del covid en las residencias”, ha explicado Ibeas.

Balance

Según el balance provisional 2020 de cáritas, tras el descenso del número de entrevistas realizadas durante el confinamiento, en los últimos meses Cáritas ha recuperado su dato de atenciones, sobrepasando en este momento la media de los meses anteriores a marzo.

En concreto, en ese mes de marzo se realizaron 665 entrevistas, frente a la media de 350 durante los meses de confinamiento. Si bien, en el último dato computando, el de noviembre, éstas son 1.204. Y algo similar ha sucedido en las ayudas económicas: “No solo se han recuperado los importes previos al confinamiento, sino que en algunos casos han llegado a duplicarse”, ha destacado el secretario general.

Así, si en marzo el importe ascendió a 4.420 euros y la media durante el confinamiento fue de 3.800 euros, en noviembre se han contabilizado 6.720 euros, alcanzándose un pico en septiembre con 10.930 euros. Y es aquí donde el perfil de personas atendidas, sigue respondiendo al de una mujer, migrante y sola con hijos a su cargo.

Campaña de Navidad

Como ha subrayado el delegado episcopal, Javier Querejazu, “Cáritas quiere presentarse Esta Navidad más cerca que nunca “porque el covid está distorsionando nuestra vida cotidiana y, en especial, nuestra forma de relacionarnos y Cáritas quiere darle la vuelta para fomentar nuevas formas de cercanía para realizar así ese esfuerzo de seguir vinculándonos de forma fecunda y eficaz”. También ha creado el hashtag #CadaGestoSuma para difundir esta campaña a través de redes sociales.

En la página caritasvitoria.org está disponible toda la información para hacer un donativo, darse de alta con una cuota periódica o hacer un donativo.