El sindicato LAB ha denunciado al centro de interpretación de los humedales de Salburua, Ataria, dependiente del Ayuntamiento de Vitoria, por "desprotección de la salud y acoso por razón de sexo" a una trabajadora.
Representantes de LAB se han concentrado este jueves ante el Palacio de Justicia de Vitoria, donde hoy comenzaba un juicio por este caso en el que se solicita la rescisión del contrato de la trabajadora por incumplimiento por parte de la empresa subcontratada y que se le indemnice por daños y perjuicios.
El centro de interpretación de los humedales de Salburua, Ataria, está gestionado por el CEA, el Centro de Estudios Ambientales municipal, que pertenece al Ayuntamiento de la capital alavesa.
El sindicato ha explicado que el consistorio vitoriano obvió e ignoró "hasta que ya fue tarde" la petición de evaluación de riesgos por embarazo de la trabajadora, que no se hizo hasta la semana 24 de gestación, "pocos días antes de que sufriera muerte fetal anteparto".
LAB ha manifestado que, debido a su puesto de trabajo, un médico tenía que haber determinado la inmunidad específica de la empleada al estar expuesta "a riesgos biológicos del grupo II" que podían afectar a su embarazo, una evaluación de riesgos que, según han denunciado, no se llevó a cabo.
La autopsia no ha podido determinar las causas de la muerte fetal, aunque tampoco se descarta que haya sido causada "por la fiebre Q derivada de agentes biológicos" y la trabajadora "dejó de notar señales de vida del feto encontrándose en su puesto de trabajo".
El sindicato ha asegurado que el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laboral, Osalan, admitió que el Ayuntamiento "no aplicó de forma correcta la vigilancia de la salud" de su trabajadora.
La portavoz de LAB Iraia Onaindia ha alegado que a esta situación se añaden "actitudes de acoso por razón de sexo" por parte del coordinador municipal hacia la trabajadora que "no fueron atajados" e influyeron "en el deterioro de su salud".
LA VERSIÓN DEL AYUNTAMIENTO
Según el sindicato, la trabajadora tuvo que escuchar frases tales como "no quiero tener una tía con los brazos cruzados encima de la barriga como se ponen las abuelas mientras te lo hacen todo porque estás embarazada", "¿Qué pasa, que tu madre y tu abuela no han parido y no han trabajado o qué?" o "a lo mejor para cuando vuelvas de tu baja de maternidad, te despido y contrato a un chico".
Una situación que la trabajadora comunicó al Ayuntamiento en julio de 2019 que, "dos meses después", abrió una investigación que determinó que el coordinador municipal había dado "un trato adecuado" a las trabajadoras, aunque admitió que la evaluación de riesgos sobre ese presunto acoso "tardó más de lo habitual" y que se produjeron "algunos comentarios machistas sin intencionalidad".
Iraia Onaindia ha reprochado que el consistorio no activara el protocolo de acoso sexista y ha indicado que tanto el Ararteko como Emakunde advirtieron al Ayuntamiento en sendos informes que "no son admisibles unas actitudes que entran dentro de los parámetros de acoso por razón de sexo".