- La Diputación Foral de Álava tiene intenciones en el año 2021 de contratar un estudio para consolidar los restos de la zona alavesa del puente de Mantible, ubicado en el río Ebro, en el término de Assa, para que éstos no se vengan abajo, aunque su estado es mejor que el de la ribera logroñesa. Desde el departamento de Cultura se ha confirmado esa intención a DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA y también se ha recordado que en el año 1983 se realizaron obras de restauración en las bases del único arco que queda, con lo que el monumento está en una situación mejor que el del lado riojano.
A esto se suma que este mismo año, aunque también han existido contactos en legislaturas anteriores, Diputación Foral de Álava y Ayuntamiento de Logroño han mantenido conversaciones para coordinar las posibles actuaciones, aunque éstas son independientes dado el estado de los restos. Este diálogo comenzó tras el anuncio del Consistorio logroñés, realizado en el mes de febrero, de que este ejercicio 2020 iba a invertir una partida de 311.000 euros para la asistencia técnica y realización de trabajos en el puente Mantible.
Sin embargo, esta misma semana, desde la concejalía de Patrimonio y Centro Histo?rico de Logroño, se prometió una partida mayor, 703.400 euros, y un retraso en cualquier actuación, ya que actualmente no puede llevarse a cabo debido a las condiciones meteorolo?gicas invernales y el imprevisible comportamiento del río Ebro.
El compromiso de Logroño es que la obra para la consolidación y recuperación del Puente Mantible, en su lado, comenzará en la primavera del año 2021 y tendrá un plazo de ejecución de cinco meses. Así lo afirmó el concejal de Patrimonio, Adrián Calonge, quien destacó que, "la no actuación sobre el puente Mantible es una gran vergüenza" ya que, recordó, "lleva en los Presupuestos municipales desde 2003".
Desde aquel momento, en la época del socialista Tomás Santos en la Alcaldía, "se hizo un estudio sobre los restos, que luego quedó escondido en un cajón". Y, posteriormente, en los mandatos de la popular Cuca Gamarra, se llevó a cabo un informe del estado general del puente "que nunca se llegó a concretar en un proyecto, convenio fantasma incluido".
A ello ha unido que, en 2019, se logró hacer una prueba subacuática, a 2,60 metros bajo el puente, que descubrió una cavidad bajo esa pila que ponía en riesgo el mantenimiento de la estructura del puente. Un equipo multidisciplinar ha trabajado desde julio en un informe que enumera los principales daños del puente que, como señala Calonge, tiene en total 25 metros de largo y 10 metros de ancho.
En cuanto a los daños, este informe plantea la oquedad bajo la pila 2, "que, si se sigue extendiendo, hará que el puente colapse"; la propia pila 2, "que, en vez de estar recta, se va girando, y, si eso continúa, desestabilizará los arcos, con el consiguiente riesgo de colapso"; cinco puntos de ruptura en el arco, "lo que hace que las cargas ya no se repartan de manera uniforme y el arco se desestabilice y pierda material"; y los agentes erosivos "que deshacen la piedra arenisca".
La primera, "la de consolidación", que conlleva el relleno de la oquedad con material hidrófugo, está ya autorizada por la Confederación Hidrográfica del Ebro. Igualmente, se contempla colocar tirantes de acero en la pila 2, "para que sean elementos tensionadores que hagan que la pila no gire"; y una cobertura de acero y metal sobre la viga que se apoya en el Ebro y en la orilla, "para que el arco no colapse y pierda más material".
En la segunda fase, la de restauración, se realizará el sellado de los cinco puntos de ruptura del arco, la consolidación de sus dovelas, la devolución de la pila 2 a su posición original, la consolidación de elementos perdidos y la limpieza de la naturaleza que cubre el puente.