- El hecho de que dos partidos coaligados en un gobierno sumen mayoría absoluta no es el mejor estímulo para buscar apoyos externos ni para que la oposición se preste a colaborar. Sin embargo, Álava está sumida en una crisis sin precedentes como consecuencia de la pandemia y, si PNV y PSE se presentaron el lunes en el pleno de política general del territorio tendiendo la mano al acuerdo, EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PP decidieron recoger el guante, aunque no sin reservas.
Sin embargo, ayer, en el turno de los grupos junteros tras la exposición previa del diputado general, la temperatura del debate fue subiendo y, aunque nadie rompió la baraja, sí quedó claro que a los partidos de gobierno les será costoso reunir un apoyo que además no necesitan para sacar adelante mociones, proyectos y Presupuestos.
Elkarrekin Araba y PP abrieron la segunda sesión ofreciéndose a colaborar con el gobierno foral, pero mostraron una actitud muy crítica con Ramiro González a la hora de hacer balance del último ejercicio y también en torno a las propuestas de futuro planteadas el lunes por el diputado general.
"Estamos dispuestos a colaborar y aportar, y lo hacemos después de que una y otra vez hayan rechazado nuestras propuestas", afirmó la portavoz de Elkarrekin Araba, Arantxa Abecia, que rechazaba reunirse con el gobierno para "oír, ver y callar". Abecia censuró que se pida "arrimar el hombro y luego tiren de la mayoría absoluta para no escuchar ni atender las propuestas de los demás".
Además, la portavoz de la coalición morada abogó por acometer una reforma fiscal para mitigar la previsible caída de la recaudación, y censuró que el gobierno foral plantee ahora priorizar la atención a mayores en sus domicilios que en su día ya puso sobre la mesa Elkarrekin Araba.
Por su parte, desde el PP, Iñaki Oyarzábal, quien afeó al diputado general que los planes y propuestas lanzados el año pasado no hayan salido todavía adelante, condicionó la negociación con el gobierno foral a una serie de propuestas. El PP exige un pleno monográfico por el empleo, medidas específicas de apoyo a autónomos, un plan de choque para salvar al pequeño comercio y la hostelería, medidas específicas para el sector aeronáutico, medidas fiscales para los sectores y rentas más afectados por los ERTE, un gran acuerdo por las familias y un pacto social para modernizar los servicios sociales. "El PP tiene disposición abierta al diálogo, pero primero tiene usted que tomar tierra y no esconderse detrás de otra retahíla de planes que nunca se concretan", le dijo Oyarzábal al diputado general.
EH Bildu tampoco ahorró críticas a la gestión y​​ planes de futuro del gabinete de Ramiro González. Su portavoz, Kike Fernández de Pinedo, es partidario de afrontar la política ante la pandemia "entre todas y todos", pero censuró que "en estos siete meses" el gobierno foral, al que "le ha sobrado arrogancia", "no ha puesto en marcha la gobernanza colaborativa, cuando mas necesario era olvidarse de las siglas y remar juntos".
Fernández de Pinedo reclamó "un poco de autocrítica" al diputado general, afeó que se haya adjudicado un contrato "a dedo" de 363.000 euros para el sector vitivinícola, denuncia ya planteada previamente por el PP; y puso sobre la mesa propuestas, muchas de ellas contempladas en su programa electoral, como alternativa para transformar la gestión política en Álava.
Por parte de los grupos que apoyan al ejecutivo, el portavoz del PSE, Jon Nogales, señaló que "las prioridades con las que empezamos la legislatura se mantienen, pero las circunstancias nos obligan a asumir las nuevas coordenadas". Nogales afirmó que durante el último medio año el gobierno foral se ha visto obligado a tomar "decisiones duras y difíciles que en muchas ocasiones no han tenido la comprensión de la ciudadanía", pidió el apoyo de los partidos representados en la cámara alavesa a los Presupuestos Generales del Estado, y les emplazó, ya en el territorio, a "arrimar el hombro".
En su opinión, "Álava cuenta con un gobierno sólido y ágil", y además los cinco grupos junteros "sin excepción" coinciden en cuáles son los tres ejes sobre los que debe pivotar la recuperación del territorio tras la crisis del covid-19; el fortalecimiento de los servicios sociales y la cohesión social, la recuperación económica, el empleo y la nueva industria; y la transición energética y la acción climática. Ante esa realidad planteó la disyuntiva de "seguir en el esfuerzo de exagerar las diferencias o buscar un nuevo marco de diálogo".
Por último, desde el PNV, su portavoz, Izaskun Moyua, subrayó que el gobierno foral "ha dado respuesta a las dificultades que la pandemia ha traído a las personas atendidas por los recursos públicos", e hizo un llamamiento "a agentes sociales y políticos a acompañar al gobierno para salir cuanto antes de esta situación", frente a los reproches lanzados por la oposición. "Se ha criticado duramente al gobierno foral, presentan una realidad caótica, porque solo mostrando un caos pueden tener la argumentación necesaria para derribar al contrincante", dijo Moyua, para quien "no es tiempo de guerra ni de enemigos". La portavoz jeltzale recordó, por otro lado, que el PNV gobierna porque una mayoría de alaveses ha depositado su confianza en esta formación.
"Tenemos la mano tendida, pero si quieren apuntalar el actual sistema no nos esperen"
Portavoz de EH Bildu
"Piden arrimar el hombro y luego tiran de la mayoría absoluta para no escuchar a los demás"
Portavoz de Elkarrekin Araba
"El PP tiene disposición abierta al diálogo, pero primero tiene usted que tomar tierra"
Portavoz del PP
"Presentan una realidad caótica porque solo así tienen argumentos para derribar al contrincante"
Portavoz del PNV
"Podemos seguir exagerando las diferencias o buscar un nuevo marco de diálogo"
Portavoz del PSE