- La secular tradición de certificar la correcta ubicación de los mojones que delimitan el término municipal de Gasteiz se cumplió ayer una año más. Es ya una edición que pasará a la historia por la escasez de efectivos que integraron la comitiva municipal, con únicamente una decena de personas, todas portando la mascarilla protectora y guardando la distancia de seguridad en aplicación de las estrictas medidas higiénicas a las que obliga el azote del coronavirus desde marzo. Este fue el único acto que se mantuvo en la programación dentro de un atípico día de Olarizu y que también dejó insólitas estampas de una dehesa desértica y sin la multitudinaria presencia de romeros que se congregan en las campas cada primer lunes después de la virgen de septiembre.
Tocó también ayer alterar el ritual que se sigue un año tras otro y ni siquiera el comienzo de la caminata escapó de las prevenciones contra la pandemia. No hubo traslado conjunto de los representantes municipales y de las entidades locales en los vehículos todoterreno hasta el punto de inicio. Cada uno tuvo que llegar por sus propios medios hasta el mojón número 186, situado en Miñano Menor, y marcado como punto de origen de los 66 comprobados a lo largo de los nueve kilómetros de accesible caminata por los bordes de la capital alavesa.
Con antelación a la hora de inicio se personó el alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran, acompañado de la edil responsable de Zona Rural, Miren Fernández de Landa. Junto a ellos, la primera teniente de alcalde, Maider Etxebarria, y la presidenta de la Asociación de concejos de Vitoria (Acovi), Nieves Quintana. En representación de las formaciones municipales se dieron cita Miren Larrion (EH Bildu), Alfredo Iturricha (PP) y Óscar Fernández (Elkarrekin) respetando la indicación de una única persona por cada grupo político. La visita de reconocimiento tuvo su punto de inicio en Miñano Menor y como representante de la Junta Administrativa, Antxon Belakortu, ejerció de anfitrión junto al hito 186 y verificó su ubicación en el lugar que le corresponde. También hubo representación del pueblo de Luko y del Ayuntamiento de Arrazua-Ubarrundia. Hubo tiempo para departir y rememorar pasadas batallas políticas entre los actuales componentes de la Corporación vitoriana y un Antxon Belakortu, que durante 18 años ejerció como concejal en diferentes formaciones de la oposición hasta su retirada de la política local en junio de 2019.
La cabeza visible de la asociación de concejos, Nieves Quintana, resaltó la importancia de una "jornada de reunión" entre la primera institución municipal y las 63 entidades locales menores sobre las que se articula Vitoria. "Hay que reconocer la importancia de estos 63 pueblos y ser cuidadosos con el entorno", deseó Quintana instantes antes del arranque de la comitiva.
Por una jornada abandonaron los representantes municipales los atuendos más formales y todos ellos comparecieron con camisetas, ropa deportiva y pantalones cortos para afrontar los nueve kilómetros desde Miñano Menor a Gamarra Menor. Fue un itinerario sencillo, con la única dificultad orográfica de ascender el alto de Isasia. Desde allí se pudo divisar el pantano de Ullibarri Gamboa y comprobar cómo la ausencia de intensas precipitaciones en las últimas semanas ha hecho mella en el nivel de las aguas. Esta población de Ullibarri Gamboa es el punto más alejado de Gasteiz, por su parte norte. A medida que se avanzó en el itinerario se fueron sucediendo los encuentros con los representantes de Amarita, Arroiabe, Mendibil, Retana o Durana, entre otros.
A medida que avanzaba la mañana el bochorno se fue haciendo más intenso y a paso ligero se alcanzó el final de la caminata, después de verificar la correcta situación de los 66 mojones que toco visitar ayer. El número 252 fue el último y el punto de inicio de la visita del año que viene, con la esperanza de que se pueda llevar a cabo una celebración tradicional en las campas, con las txosnas, juegos infantiles, alubiada popular, pintxo solidario y verbena popular durante la tarde.
Los reiterados llamamientos del primer edil a la población gasteiztarra para huir de cualquier atisbo de concentración en la dehesa de Olarizu calaron entre la ciudadanía. Las campas que conducen a la rampa de acceso al cerro rematado con la cruz de Olarizu asistieron a una reducida presencia de personal. A mediodía y primera horas de la tarde, DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA recorrió gran parte de las campas para comprobar cómo un par de vitorianos presentes se guarecían de los bochornosos rayos de sol tumbados la sombra de los numerosos árboles.
Máximas precauciones. La comitiva se redujo a únicamente diez personas. Junto al alcalde, Gorka Urtaran, y la teniente de alcalde, Maider Etxebarria, integraron el grupo la edil de Zona Rural, Miren Fernández de Landa, y la presidenta de la Asociación de concejos de Vitoria, Nieves Quintana. Junto a ellos un representante de cada grupo político del Ayuntamiento. Miren Larrion, EH Bildu, Alfredo Iturricha, PP, y Óscar Fernández , Elkarrekin. Junto a ellos dos técnicos municipales del servicio de Montes.
El alcalde de Vitoria encabezó la marcha en funciones de montero mayor y recordó cómo la capital alavesa es el "término municipal más grande de todo Euskadi".
La presidente de la Asociación de concejos de Vitoria (Acovi), aludió a la "importancia" de una jornada como Olarizu para poner en valor las entidades locales.
66
Mojones inspeccionados. Los límites del término municipal los determinan un total de 493 hitos de piedra. La vuelta completa para el reconocimiento de todos ellos se completa cada 13 años.