- Los gasteiztarras han cumplido con creces la primera prueba de fuego de las no fiestas. La céntrica y popular plaza de la Virgen Blanca dio buena cuenta de ello ayer cuando las agujas del reloj del campanario de la torre de San Miguel marcaron las seis de la tarde, la hora en la que cada 4 de agosto se suele lanzar el cohete anunciador de las fiestas patronales de La Blanca, tras cuyo estallido suele dar comienzo la bajada de Celedón, en versión muñeco primero y humana después, iniciándose así las celebraciones de Vitoria-Gasteiz para alegría de las 50.000 almas que se suelen llegar a congregar en este punto de la capital alavesa. Pero durante la pasada jornada nada de eso, por fortuna, se vio. Las aglomeraciones y brincos que cada víspera de la patrona celebraban el descorche festivo, fueron sustituidos por un gran silencio y una gran plaza desértica, tal y como requerían las autoridades sanitarias y el Ayuntamiento con la campaña de concienciación Este año no toca/Aurten ez debido para frenar la propagación del covid.
La capital alavesa asistía así a un momento histórico, el de ver cómo ese epicentro festivo simbolizaba la contención de estas no fiestas, y que tuvo su máximo apogeo a las seis de la tarde, cuando los toques de campana desde la torre de San Miguel, retumbaron de forma sobrecogedora en este lugar, los cuales fueron acompañados por los cánticos de la canción de Celedón y aplausos, pero solo de los que tuvieron la suerte de presenciar esta escena desde sus balcones, ya que desde abajo únicamente lo pudieron hacer los medios acreditados, al estar vetado su acceso gracias a un cordón policial que se extendió en 13 puntos de la ciudad y que logró restringir con éxito el paso de todo aquel al que se le olvidaba que este año no toca.
Solamente algunos despistados trataron de entrar ayer. “Por aquí no puede pasar. Dentro de la plaza no se puede entrar”, explicaban dos agentes de la Ertzaintza a un ciudadano que intentaba acceder a la Virgen Blanca desde la Zapatería pasadas las cinco de la tarde. No en vano, este blindaje policial, fue clave para evitar concentraciones indeseadas, como resaltaba a este diario la edil de Seguridad Ciudadana, Marian Gutiérrez, a pie de calle desde la Virgen Blanca para asegurarse de que todo fuera según lo previsto. “Está transcurriendo con total normalidad, que era lo que buscábamos. La gente lo está entendiendo y cuando dicen dónde quieren ir, los agentes les derivan perfectamente. Puede que haya quien piense que hemos exagerado, pero yo estoy convencida de que si no montamos este dispositivo, seguramente hubiéramos tenido alguna aglomeración aquí”, destacaba.
Para ello, ha sido “fundamental” los trabajos de coordinación y colaboración entre Policía Local y Ertzaintza ya que se ha reforzado “de una manera notable” la presencia de efectivos de ambos cuerpos “gracias a una relación francamente positiva entre ambas fuerzas y no solo para controlar todo este perímetro, sino para otras zonas de la ciudad. Es un dispositivo que se va a mantener, además, durante todos los días de las no fiestas”. En este sentido, Gutiérrez señaló que esto no significa que antes no se estuviera haciendo, “pero dadas las fechas, y la posibilidad de que la gente se animara un poquito, lo que hemos hecho ha sido reforzar este dispositivo que se unen a los que ya había montados desde hace tiempo controlando: mascarillas, veladores, aforos, o botellones. Creo que la ciudadanía de Vitoria ha demostrado con creces que es responsable desde el inicio de la pandemia y estoy segura de que lo volverá a hacer, aunque siempre puede haber alguna situación fuera de la normal, que es lo que hay que controlar y atajar lo antes posible. Lo que toca ahora es que esto se mantenga así y hacer un nuevo llamamiento a la responsabilidad”, remarcaba.
Por ello, las labores de vigilancia policial seguirán hoy, con el control del paso a la balconada, desde las 8.00 horas y hasta las 15.00 horas, para evitar aglomeraciones ante iniciativas particulares o de grupos que deseen realizar de forma espontánea la ofrenda floral. La visita deberá realizarse en grupos de máximo diez personas y abandonando la balconada por el Machete.
En la no bajada. Para velar por que se cumpliera el horario de cierre de la Virgen Blanca y de su entorno, entre las 16.30 y las 19.00 horas, durante la no bajada de Celedón de este próximo martes 4, la Policía Local y la Er-tzaintza establecieron 13 puntos de control en la Virgen Blanca y sus vías aledañas. Las instituciones pretendían así evitar que la gente acudiera a la plaza. Por esta razón, hubo un cordón policial que afectó a las calles Prado, Diputación, Herrería, Zapatería, Correría, Mateo Moraza, Dato, Postas, Lehendakari Agirre, las plazas General Loma y Machete. Tampoco se pudo acceder a la balconada. Aparte, hubo un dispositivo preventivo en los alrededores de la Virgen Blanca y en otros puntos para evitar aglomeraciones y botellones.
Ofrenda floral. La visita deberá realizarse en grupos de máximo diez personas, abandonando la balconada por el Machete.
La edil de Seguridad Ciudadana vigiló ayer de cerca el cordón policial de la Virgen Blanca.